La reunificación del centro derecha
La confluencia entre PP y Ciudadanos en Andalucía tras el fiasco del 14-F catalán: tan lejos, ¿tan cerca?
La debacle de ambos partidos en Cataluña vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre unificar un centro derecha en el que todos se miran de reojo
Los populares lo ven claro: «Cualquier cosa menos ir por separado»
En Cs, el mensaje no es unívoco: en público, «somos partidos distintos», pero los matices son mayores
Fernando del Valle
El tremendo varapalo sufrido por PP y especialmente por Ciudadanos en las elecciones catalanas de la semana pasada ha resucitado con fuerza el debate: en el centro derecha, ¿hay sitio para tanta gente? Al día siguiente de conocerse los resultados, el ... alcalde de Málaga, Francisco de la Torre , abrió públicamente la espita de una posible convergencia entre ambas fuerzas. Sería «bueno» ir trabajando en ello, vino a decir. A partir de ahí, todas las respuestas de dirigentes de ambas fuerzas han sido unívocas. O bien se niega la mayor, aseverando que PP y Cs son «partidos distintos», o se da la patada hacia adelante: «no toca» hablar de eso ahora.
En efecto, restan todavía prácticamente dos años para la próxima cita electoral, que será precisamente la llamada a votar en Andalucía , donde estos dos partidos gobiernan juntos hasta ahora en buena armonía. Pero los movimientos, aunque esperen y haya quien se oponga a ellos frontalmente, habrán de darse. De un modo o de otro. Fructifiquen o no.
¿Con qué nombre? Las variables son muchas. Hay quien espera una refundación de los populares que logre abarcar a los naranjas , al estilo de la creación del propio PP en 1990; está la posibilidad de una coalición electoral, una suerte de Andalucía Suma ; y luego quienes (lógicamente en el PP) no descartan p oder 'pescar' para sus siglas a todo aquel integrante de Ciudadanos que pique el anzuelo.
El escenario andaluz
Andalucía no es Cataluña . Eso está claro. Aquí la escena la protagoniza ahora, según las últimas encuestas publicadas, un Partido Popular (única formación que tiene claro quién será su candidato) que no deja de subir en intención de voto pero seguiría necesitando tanto a un Vox al alza como a un Cs en caída libre para seguir en San Telmo.
La que publicó ABC en enero le otorgaba un alza de 5,5 puntos en apoyos y 34 diputados , desde los 26 actuales. Muy lejos de la mayoría absoluta (55). Según ese sondeo, el PSOE seguiría a la baja, con 30 escaños . Le seguiría Vox subiendo hasta 19, por los 13 de Podemos-IU. Cs quedaría con sólo once y dos serían para los anticapitalistas de Teresa Rodríguez.
En declaraciones a ABC, Narciso Michavila , presidente de la consultora GAD3, vaticina que conforme pase el tiempo la mejora de los populares será «más potente aún» . Pero alerta: la división en este espectro político tiene sus riesgos, afilados como la «guillotina» que supone la asignación de escaños con la ley D'Hondt. «Ciudadanos puede quedarse sin representación en algunas provincias », advierte. Y eso, puede ser definitivo para que la suma final salga o no. Por eso, cree que « algún tipo de pacto pre o postelectoral tendrá que darse ».
Parecido, en cuanto a la rentabilización de la acción de gobierno por los populares, opina José Manuel García Moreno , colaborador del Centro de Estudios Andaluces) y profesor de Sociología de la Universidad de Málaga. «Los intentos de renovación del PP están calando especialmente en áreas urbanas», explica.
Pero también advierte. De un lado, el «efecto pandemia » trastoca cualquier panorama. Y por otro, está el sempiterno medio rural andaluz donde sigue siendo complicada la transferencia de apoyos. Si a eso se le añade la extraordinaria volatilidad del voto que se está dando últimamente se complica cualquier pronóstico. En este marasmo, coincide con Michavila en que en el centro derecha «no hay más bolsa de votos» , por lo que el acercamiento entre fuerzas habrá de darse. Pero no lo ve cercano. «Los cuadros políticos van muchas veces al margen de lo que piensan o necesitan los ciudadanos».
Los populares
En el PP, aunque nadie desatiende la llamada a no hablar públicamente del asunto, la postura general está clara. «Cualquier cosa menos ir por separado» , afirma un dirigente popular consultado por este periódico.
La voluntad de ir unidos en este partido se basa en factores mucho más pragmáticos que ideológicos , toda vez que se entiende que las probaturas en gobiernos conjuntos, tanto en el autonómico como en los municipales donde se da algún tipo de apoyo, han sido más que satisfactorias en cuanto a la gestión.
«Un proyecto unido permitiría visualizar mejor que hay una alternativa a la izquierda», afirma una fuente del PP
«Hemos acercado posturas y excepto algunos temas de carácter moral nuestra coincidencia es del 95% », dicen. Y defienden: «un proyecto unido permitiría visualizar mejor la alternativa a la izquierda y eso capitalizaría el voto útil e incluso terminaría atrayendo al votante menos ideologizado de Vox». Todo son ventajas. Incluso para las municipales, según otra fuente consultada, sería buena fórmula.
Naranjas (de la china)
¿Y en Ciudadanos? Aquí la cuestión no está tan clara. Sí en cuanto a las manifestaciones públicas. Su presidenta, Inés Arrimadas, ya riñó a Juan Marín cuando en diciembre cayó en la trampa de no rechazar de plano un proyecto conjunto.
A partir de ahí, y más después del despecho suscitado por el rechazo del PP a una coalición en Cataluña , la mayor parte de los discursos son coincidentes: cada uno deberá ir por su lado . «No han querido ir juntos donde era más necesario y ahora lo pretenden porque tienen un problema de liderazgo y de conmoción interna bastante más grave que el nuestro. Hablar ahora de confluencias viene a destiempo », afirma a este periódico un miembro de la ejecutiva andaluza de Cs.
¿Una coalición electoral? «Si nos ha ido bien como gobierno en Andalucía quizás es porque somos fuerzas distintas», dicen desde Ciudadanos
Este dirigente recuerda que en Europa las familias conservadora y liberal «se entienden bien, pero son independientes. Hay cuestiones esenciales que nos dividen mucho », afirma, citando debates de trasfondo moral como la gestación subrogada o la eutanasia .
Tampoco ve esta fuente la necesidad de una coalición electoral . «Si nos ha ido bien como gobierno a lo mejor es porque somos fuerzas distintas. ¿Tú ves al PP presentando una ley antifraude? Por separado, se la ha tenido que comer». «El miedo a unas elecciones no puede ser el motor de las cosas», resume.
Pero la naranja no es monolítica y hay otros a los que la gestión les importa más que las ideas. Obligado por las circunstancias, en su discurso Marín ahora cierra una puerta que un día entreabrió y algunos esperan que quede entornada . Entre otros, algunos de sus más estrechos en el Ejecutivo andaluz.
Mientras, todos miran de reojo la cada vez más firme relación de Albert Rivera y su despacho de abogados malagueño (Martínez Echaverría) con Pablo Casado . ¿Será el exlíder naranja —influencia inequívoca para parte fundamental del gobierno 'naranja'— el rehumanizado ángel que consiga acercar (de una u otra manera) lo que hoy algunos plantean tan lejano? Tan lejos, y pronto para saber si tan cerca.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete