A la calle

Izquierda Unida en Sevilla se opone a todo. Por oponerse se opone a que la banda de las Cigarreras ensaye debajo de los locales municipales del Marqués de Contadero. Un día de esto sale un propio de Izquierda Unida y hace un aserejé con Foxá, la duquesa de Alba y las banda de las Cigarreras, en plan cigarrito de la risa y con la banda alternativa gritando abajo la burguesía. ¿Burguesía? Que busquen, que busquen en sus filas que los hay hasta con casita de ocio en Villa Real de San Antonio. Y no precisamente para empaparse del espíritu de los claveles del 25 de abril.

En la calle están 400 chavales que daban sus pitidos y sus tamborazos en esos locales lejos de cualquier otra tentación. Incluso la de caer en las manos de una agrupación que cuando celebra conciertos en la Alameda lo hace convocando al jumerío con canutos más grandes que las trompetas que derribaron las murallas de Jericó. Cuatrocientos chavales estaban allí ensayando recogidos de la calle y canalizando su pasión cofradiera. Pero nada. IU los expulsa después de 15 años pregonando la primavera en las noches de noviembre. Así es la progresía. Si en vez de ensayar Soleá dame la mano o Caridad del Guadalquivir tocaran La Internacional de costero a costero no solo no los echaban, sino que al paseo Marqués de Contadero le cambiaban el nombre y le ponían el de la Banda de las Cigarreras progresistas y revolucionarias Carlos Marx.

A mí esa manera tan expeditiva que tiene IU de oponerse a cualquier chuminá porque así lo exige el ideario revolucionario de la Señorita Pepi de Luxemburgo (no confundirla con la señorita Pepi del caso Unidad; esa es otra ventanilla) me da que pensar. Y me da que pensar en los cerebros ideológicos de los compañeros comunistas. ¿Tan antisocial es que una banda ensaye en los bajos del Marqués de Contadero como para expulsarla a la calle? Están con una pose que ya con la mano caliente deberían de expulsar a unos cuantos de Merca y a otros tantos de la organización. Como por ejemplo a ese alcalde que no deja trabajar en la naranja a los emigrantes. ¿Papeles para todos? A más de uno habría que empapelar…