Andalucía se prepara para recuperar una primavera plena de ferias, romerías y Semana Santa

« Tenemos ganas de lo que nos gusta , esos besos perdidos, esos abrazos que no hemos dado, esa bulla, pero hay que tener prudencia», añadía el titular de Salud consciente de que, tras 24 meses y tanto perdido por la pandemia, hay muchos que van a salir a celebrar como un Miura que sale de chiquero , escarbando en el albero.

Las fiestas de la primavera en Andalucía, más allá del tópico , tienen muchas funciones: son encuentro, socialización; son consumo y economía; son una forma de organizar el tiempo en el Sur , de ordenar los meses que van desde los últimos fríos del invierno a los primeros calores del verano; son tradición y cultura.

Para Inmaculada Salcedo, portavoz del grupo de expertos que asesora al Gobierno con la crisis del Covid, hay que volver a celebrar. « Con prudencia», subraya, pero sin miedo . «La normalidad es necesaria porque la salud pública no es solo asistencia sanitaria, que es muy importante, sino también la salud mental, que es capital», explica. Volver a lo cotidiano, al encuentro, a las fiestas, ayuda a recuperar el sentido de normalidad del que habla Salcedo y que protege contra el estrés constante de una pandemia como la que aún vive Andalucía.

«Yo iré a la Feria, claro , pero tendré cuidado en espacios cerrados sobre todo. Tendré preparada la mascarilla , hay que evitar quitársela si hay mucha gente», explica Salcedo. Para esta doctora la clave va a estar en aprovechar los espacios al aire libre, algo que en la comunidad es posible gracias a que ahora empieza el buen tiempo .

Con permiso del Covid -en niveles mínimos- y de las autoridades sanitarias, es momento de recordar el pregón de la Semana Santa de Carlos Herrera: «A la Gloria, sevillanos, a la Gloria ». Y quien dice sevillanos, dice andaluces. A las calles, a las hermandades, al Rocío, a los Patios. Lo tiene claro Laura Dueñas , sevillana que, en un arranque de ganas de feria, se ha comprado un traje nuevo de flamenca. Rojo. Tiene fotos en el móvil y lo enseña a la que puede. Lo mismo le ocurre a Mercedes , su compañera de trabajo, que se lo ha hecho azul.

Esas ganas de estrenar las conoce la diseñadora Pilar Vera . Ella es uno de los grandes referentes del mundo flamenco en la comunidad. «La gente tiene mucha ilusión este año», explica. Cuenta que hay gente que, al ir a recoger un traje, le acaba encargando otro . Y se alegra de que la gente no le pide la mascarilla a juego. «Yo no estoy por la labor, no quiero que sea un complemento. Si vamos a la feria, vamos, pero con mascarilla... Eso no».

Y aunque las ganas están poniendo a trabajar al mundo de la moda flamenca, un sector que mueve millones de euros cada año gracias a ferias y romerías, hay un miedo de fondo: la guerra de Rusia y Ucrania. «Se añaden tragedias como esa y las clientas se retraen un poco. La incertidumbre no ayuda», resume Vera.

La clave está, quizás, en esa palabra: incertidumbre. Tras dos años en los que se ha vivido en medio de lo imprevisible -nuevas cepas, olas que suben y bajan, medidas restrictivas-, la pandemia ha dado una tregua en la que se adivina una primavera plena . Y entonces llega la guerra y planta de nuevo una nube de dudas en el horizonte.

El otro problema que preocupa ahora mismo es el tiempo. En primavera los andaluces siempre tienen un ojo en el cielo por si arruina los farolillos, cala los patios de Córdoba, complica el camino de El Rocío ... Tras dos años en blanco el miedo a que la lluvia fastidie los planes, podría pensarse, será mayor que nunca. Pues no.

«Como no esté el Arca de Noé en la puerta, nosotros sacamos los pasos» . Así bromea sobre el asunto meteorológico Antonio González, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva. Miedo de qué y de cuándo. Para este onubense las ganas son tantas de poner los pasos en la calle que el tiempo no va a ser tan relevante como otros años. González reconoce que la lluvia «importa un poco menos» esta vez. « Lo tenemos muy claro, desde agosto del año pasado ya dije que íbamos a preparar una Semana Santa con normalidad».

El meteorólogo José Antonio Maldonado corrobora que hay menos interés por si llueve esta primavera. «Normalmente me empiezan a preguntar con el último polvorón en la boca pero este año no es así», explica. Las ganas de salir hace que un poco de lluvia , a diferencia de otros años, no se tenga tan en cuenta: «La gente está tan ansiosa que me consultan menos».

Pero, por si acaso, ¿qué se espera? « Aún es pronto para decir algo con seguridad , pero con los modelos que hay ahora mismo, habrá tranquilidad en Semana Santa, no se espera lluvia», explica el meteorólogo. Pero, insiste: « Esto puede cambiar, queda mucho aún para el Domingo de Ramos ».

La Semana Santa es, sobre todo, una fiesta de fe . Pero también tiene un componente económico. Solo en Huelva salen unos 20.000 nazarenos. Se compran capirotes, túnicas, se alquilan pisos, se gasta en cera, en flores... La Semana Santa de Sevilla, estima su Ayuntamiento, tiene un impacto de unos 400 millones de euros . La de Málaga puede estar entre 80 y cien millones. Es mucho dinero el que ha dejado de moverse.

« La Semana Santa es una barbaridad el efecto que tiene », explica Antonio González porque «es el acontecimiento religioso y cultural más importante de la primavera. Hay mucha gente que vive de esto».

El turismo es una de las grandes fuentes de ingresos en la comunidad y la vuelta de las fiestas calienta el sector. Según datos de la Consejería de Turismo , este año se espera que haya un 70 por ciento de ocupación en Semana Santa, cifra que elevan al 90 por ciento durante el puente. Las previsiones para la primavera, indicó el consejero y vicepresidente de la Junta, Juan Marín , son «muy buenas» gracias a la recuperación de la normalidad.

Como la Semana Santa, las romerías son una celebración viva de fe y, además, acontecimientos multitudinarios que la pandemia ha prohibido durante dos años. Solo en la Romería del Rocío, calcula Santiago Padilla , presidente del a hermandad matriz de El Rocío, se esperan un millón de personas . La otra gran peregrinación de Andalucía, la de la Virgen de la Cabeza, en Jaén, señala que aproximadamente 300.000 fieles irán hasta el santuario de la Virgen este año. Son, en total, 1,3 millones de personas , más que la población de la ciudad más grande de la comunidad, Sevilla.

En El Rocío preparan con cuidado todo para que este año nadie note los dos años de ausencia de peregrinación . Por delante tienen una primavera intensa porque, señala Santiago Padilla, «en 15 días tenemos la procesión de Reina por las calles de Almonte y, también, el traslado de la Virgen. Y luego la romería». Lo cuenta con emoción, se le nota en la voz la felicidad. «Hay mucha ilusión y esperanza», señala .

La guerra, sin embargo, les inquieta también. « Nosotros trabajamos con escenarios de máximos, con todo lleno, claro . En el Plan Romero se proyecta todo con normalidad pero hay preocupación por la guerra, claro. Si no fuera por eso superaríamos incluso ese millón de personas», sostiene.

En todo caso, explica Padilla, la devoción rociera no ha parado estos años sin romería. Se ha trabajado acercando la Virgen a sus fieles por Internet , se ha redoblado el esfuerzo de caridad de las hermandades. «Han hecho un esfuerzo sobrehumano para ayudar a los más desfavorecidos», explica.

El presidente de la hermandad matriz de la Virgen de la Cabeza , Manuel Vázquez, explica que está «todo preparado para que la romería se desarrolle con normalidad ». Es normalidad que ha faltado y que, cree Vázquez, va a hacer que la gente coja con más ganas este año la peregrinación.

Esta romería, señala Vázquez, es una tradición « que nos enseñan nuestros mayores , es una forma de vida. Estamos encantados con poder celebrarlo este año». No solo por la devoción a la Virgen «que es enorme no solo en Andújar», señala Vázquez. También por la dimensión económica de esta fiesta ya que es « una barbaridad lo que mueve aquí en la zona entre transporte , comida, fiestas...».

De Ayamonte a Pulpí, de la costa a la montaña, las fiestas de la primavera son seña de identidad de Andalucía. Este año, por culpa o gracias a la pandemia, incluso el Carnaval de Cádiz , ha entrado en este grupo. Debido al Covid, el Ayuntamiento decidió trasladar a mayo el concurso oficial de agrupaciones y dejó para febrero la parte ‘ilegal’ y de coplas en la calle. Esta medida, polémica entre los gaditanos, hizo que la celebración de febrero quedara algo deslucida y que el concurso amenace con perder el brillo de otros años.

No pasará eso con los Patios de Córdoba. Cuenta Rafael Barón , presidente de la asociación Claveles y Gitanillas, que la pandemia no ha parado estos años su fiesta. Se adaptó a las circunstancias y en 2020, sin vacunas y con mucha incertidumbre, se movió a octubre. Pero se celebró. Este año las ganas le hacen disparar detalles de los patios como una metralleta: «Vamos a volver a abrir los patios en Semana Santa, para recuperar una tradición del siglo XIX cuando se prohibieron las procesiones y la gente montó altares particulares; vamos a a abrir cinco patios más que el año pasado; vamos a a crear una categoría para patios de instituciones y que no compitan con particulares...»

Con la misma ilusión que los patios de Córdoba prepara el mundo del toro las corridas de este año. José María Garzón , empresario de ‘Lance de Futuro’, señala que hay ganas y que las entradas para los espectáculos que organiza se agotan según salen a la venta. «Está empezando muy bien de público, la gente tiene ganas de toros», señala. Además, Garzón se muestra sorprendido de la de gente joven que va a las plazas: «Hay futuro en la fiesta. Este año va a ser muy bueno, estoy segur o. Esto es cultura, es música, es color...»

Unido al mundo del toro están los caballos, animales que también tienen un papel especial en ferias y romerías. Lo sabe bien Alejandro Écija, dueño de ‘ Arte Andaluz ’, empresa que alquila caballos y coches y, además, organiza paseos y rutas por El Rocío. «La gente tiene miedo porque suben los precios con la guerra de Ucrania , pero aún así hemos notado que la cosa está ya muy al nivel de antes de la pandemia», explica. Alquilan con normalidad y ya para El Rocío sus clientes habituales les han reservado montura. «A la Feria de Sevilla llevamos también animales, nos los vuelven a pedir», se alegra Écija.

Cuaresma, Semana Santa, Virgen de la Cabeza , ferias, patios, El Rocío... Tras dos años en blanco los andaluces tendrán oportunidad de volver a encontrarse con sus tradiciones, al azahar, al Jueves Santo, a una mañana de feria y reactivar, de paso, un sector económico capital para la comunidad.