Andalucía

Juan Espadas: una entrada con mal pie

El crédito de Juan Espadas es amplio en cuanto se refiere a nadar y saber guardar la ropa. Se ha ganado la suerte de moderado y de gestor y goza de eso que llaman «buena prensa», aunque en materia acuática, en lo que viene a ser mojarse, su verdadero mérito ha sido esquivar los charcos

Juan Espadas ABC

J. J. Borrero

Oído esta semana: « Al paso que va Espadas va a ser el político que más crédito ha perdido en el menor tiempo posible». Las últimas decisiones del secretario general del PSOE andaluz están generando cierta incertidumbre incluso entre los suyos. La ola ... sobre la que se colocó tras el derrocamiento de Susana Díaz se está rizando y amenaza con desestabilizarlo y engullirlo. Las olas impulsadas por el viento del sanchismo , por imprevisibles, son difíciles de surfear.

El crédito de Espadas es amplio en cuanto se refiere a nadar y saber guardar la ropa. Se ha ganado la suerte de moderado y de gestor y goza de eso que llaman «buena prensa», aunque en materia acuática, en lo que viene a ser mojarse, su verdadero mérito ha sido esquivar los charcos. Curtido en las instituciones donde ha ido enlazando cargos en paralelo a su protagonismo orgánico en el partido socialista, Espadas, en materia crediticia, supo gestionar bien sus hipotecas hasta ahora.

Pero hay intereses que limitan la liquidez de un político y hay síntomas de que la entrega de Juan Espadas sin condiciones al sanchismo será demasiado costosa en un momento crucial de su carrera política.

Su ofrecimiento al Gobierno andaluz para negociar el presupuesto del último año de legislatura bajo una supuesta nueva forma de hacer política se desbarató pronto. A lo más planteó la abstención del Grupo socialista para evitar las enmiendas a la totalidad. Si Moreno se negaba a negociar le habría ganado la primera batalla por ocupar el preciado espacio de la moderación. Un acuerdo impedía además dar al presidente de la Junta una excusa para adelantar unas elecciones que al PSOE le interesa retrasar . Espadas estaba dispuesto a debutar con un golpe de efecto: su «nuevo» PSOE, aunque fuera absteniéndose, podía hacer útil su mayoría parlamentaria evitando bloquear la legislatura con la pandemia vigente.

El presidente aceptó el reto y Espadas, obligado a negociar , pronto advirtió que un acuerdo así le quitaba su principal argumento de campaña sobre la dependencia política de Moreno con la «extrema derecha». Vox ya hacía tiempo que había decidido no apoyar en esta ocasión los presupuestos , precisamente para provocar el adelanto electoral.

Pronto le llegaron mensajeros de la Ejecutiva Federal para atemperar esos impulsos negociadores. ¿ Qué era eso de llegar a un acuerdo inédito con el PP que rompía el esquema de bloques de la política nacional? Las advertencias tornaron a clamor en el congreso regional del PSOE, con reclamación expresa de los amigos de UGT y CC.OO. Espadas volvió de Torremolinos convencido de que no podía siquiera sugerir la abstención. Ahora tenía que salir del atolladero.

La filtración de Marín le dio la excusa recurrente que no convenció a nadie. Y dejó la mesa de acuerdos antes de tiempo. Las reiteradas llamadas que han hecho él y sus portavoces luego para que los presupuestos tengan una segunda oportunidad en la Cámara evidencian que no ha gestionado bien este primer objetivo de su estreno como líder.

El bloqueo a los presupuestos une en un mismo interés a Vox y al PSOE y ha puesto en bandeja el argumento de la ‘pinza’ al Gobierno andaluz, que achacará a esa entente antinatura cualquier contratiempo económico.

Podemos y Adelante

Además, Espadas tiene que resolver su situación personal para abandonar la Alcaldía de Sevilla, algo que ha vinculado a la aprobación del presupuesto municipal. Y necesita cerrarlo pronto para tramitar su pase al Senado antes de que termine el periodo de sesiones para tener en el futuro un recurso institucional que le coloque en los actos públicos y de paso no cargarle la nómina al partido.

Consciente de esa urgencia, Podemos y Adelante han encarecido sus reclamaciones para aprobar las cuentas sevillanas. Espadas, el moderado, habrá demostrado que puede negociar a ambos lados de su eje político, pero en realidad terminará su mandato local con el apoyo de la izquierda radical , el escenario que menos le apetece en este momento.

Su incomodidad pudo verse esta semana cuando era interpelado en TVE por el efecto que sobre el electorado andaluz tiene que el PSOE de Sánchez pacte con Bildu y ERC . Espadas negó la mayor y puso el énfasis en que Vox -el partido que con el PSOE ha bloqueado el presupuesto andaluz- sí es socio del Gobierno andaluz , en una clara contradicción.

Salida de la Alcaldía

Su salida de la Alcaldía, no resuelta y sujeta a tiras y aflojas inconfesables sobre su sucesor a dedo, le tensionan. Su marcha no le desliga de una discreta gestión municipal que se le recordará aunque intente desvincularse del pasado para que en pocos meses en la Andalucía oriental olviden que fue alcalde... de Sevilla.

La última ocurrencia ha sido proclamarse impulsor del apoyo del Gobierno central a la candidatura de Málaga a la Expo 27 , confirmado en septiembre. Eso desnuda sus urgencias a menos de seis meses de las elecciones. Apuesten que serán en mayo. Poco tiempo para volar libre.

Pero dicen que su proyecto es a más largo plazo ... como calculó Moreno cuando Rajoy le dijo eso de: « Tú lo has querido ». La frase se la podrá repetir ahora Pedro Sánchez a Espadas, con la voz paternalista de Darth Vader, cada vez que la Moncloa demuestre que le quiere más por socialista que a los andaluces.

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