Día de Andalucía: 28 pueblos con encanto para presumir de la comunidad el 28-F

Empezando por la provincia de Sevilla, hay que dejarse envolver por el embrujo de la localidad de Carmona. A tan sólo 32 kilómetros de la capital, este municipio con más de 2.000 años de historia ofrece al visitante un viaje inigualable gracias a su patrimonio. Y es que este pueblo posee un valor de conjunto en el que lo monumental y lo popular, lo histórico y lo etnográfico se conjugan de manera armoniosa tal como se aprecia en los grandes hitos de su viario: iglesias, conventos, ermitas y casas palaciegas.

La fertilidad de la zona y la fácil defensa del cabezo sobre el que se asienta la ciudad, hizo de Carmona uno de los núcleos de población más importantes, cuyos orígenes se remontan al Neolítico , y habiéndose encontrado ricos yacimientos prehistóricos.

Entre su riqueza encontramos un monumento romano notable y único: la «Necrópolis» , descubierta y excavada a finales del siglo XIX, y compuesta por tumbas, entre las que abundan los mausoleos colectivos de carácter familiar. La mayor parte está datada entre el siglo I a.C. y el siglo II d.C. El ritual más frecuente es el de la incineración , aunque también cuenta con casos de inhumación.

La ciudad de Ronda es poseedora de uno de los conjuntos históricos más bellos de España. Declarado Bien de Interés Cultural desde 1966, alberga un rico y diverso patrimonio histórico . Además, es una de las ciudades más antiguas, remontándose sus orígenes al Paleolítico y buena prueba de ello es la Cueva de la Pileta , uno de los mejores exponentes del arte rupestre del Paleolítico andaluz . La ocupación romana también ha dejado numerosos vestigios, pero sin duda es el yacimiento arqueológico de Acinipo (ciudad romana) el de mayor importancia, donde destaca una construcción emblemática, el Teatro, uno de los mejor conservados de la Hispania romana, excavado sobre la propia roca aprovechando el desnivel del terreno. Junto a la arquitectura mudéjar del municipio, Ronda también posee elementos propios del estilo gótico tardío y del renacimiento . El siglo XVIII, sin duda representa un hito fundamental en su historia, destacando construcciones estructurales emblemáticas como el Puente Nuevo sobre el Tajo , que posibilitó el nacimiento de una nueva ciudad de trazado moderno.

El Tajo simboliza para la localidad una fortaleza natural durante siglos de historia. El desfiladero excavado por el río Guadalevín discurre de forma sinuosa por la ciudad dejando profundidades de hasta 100 metros. Se ha convertido en el principal atractivo del municipio malagueño junto con el Puente Nuevo, que salva el precipicio con unos imponentes arcos obra de José Martín de Aldehuela. La gastronomía de este pueblo de la Serranía es otro punto a su favor que merece ser destacado.

Ahora hacemos una parada en la Axarquía malagueña, concretamente en el Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama, donde se asienta uno de los que están considerados de los pueblos más bonitos de España . Hay que destacar su Casco Histórico, de herencia morisca-mudéjar, con calles estrechas, sinuosas y empinadas , así como los pasadizos, adarves y revellines que llegan a formar un singular entramado urbano de casas que se encaraman unas sobre otras.

Cada rincón del casco antiguo tiene su identidad particular, con una belleza única pues cada vecino se responsabiliza de su espacio adornándolo de plantas y flores . Esa es una de las características más singulares, al igual que la blancura de sus fachadas que irradian de luz las calles.

Su gastronomía tiene un apartado especial, con la miel de caña como protagonista de este municipio, albergando la única factoría de miel de caña de Europa. El aceite de oliva virgen, los ricos caldos moscateles de sus viñedos y las verduras frescas de sus huertas, conforman una de las cocinas más singulares de la provincia malagueña.

Al pie de la Sierra de Tejeda, en la provincia de Málaga, está la localidad de Canillas de Aceituno, un paraíso por descubrir. Las primeras noticias de su historia corresponden a la época de la presencia árabe , en la que, con toda probabilidad, se creó el primitivo núcleo de población . La etapa andalusí significa una población de cultura árabe entre los siglos VIII y XV. Ha sido tierra de moriscos, cristianos y hasta de bandoleros. El sector económico preponderante es la construcción, así como la agricultura que se caracteriza por la explotación en minifundios, con la producción de pasas y de aceituna.

El paisaje urbano de la villa, el trazado de sus calles y la disposición de las casas hacen pensar en su origen morisco . Aquí no existen plazas. Lo sinuoso y estrecho de sus calles sólo dejan espacio para ensanches. Forma parte de la 'Ruta Mudéjar' y en algunas de sus intrincadas calles encontramos algorfas o arcos de entrada como los de Calle Agua y Calle Calleja.

Destacan la Casa de los Diezmos o Casa de la Reina Mora, La Casa Esgrafiada decorada con motivos moriscos y arcos de herradura. El Aljibe Árabe, la Iglesia de Nra. Sra. del Rosario del S. XVI y los restos musulmanes del castillo situado en la plaza del mismo nombre. Pero el verdadero espectáculo está en la decoración de sus calles, donde las flores ocupan un importante lugar pudiendo ser consideradas como elementos intrínsecos de su arquitectura.

Uno de los pueblos con más encanto de Córdoba, considerado, igualmente, uno de los más bonitos de España . Está situado en la Sierra Subbética y se caracteriza por estar encaramado sobre una colina a la que rodean montañas y valles, donde aparecen emergentes sus calles de color blanco. Su origen se puede remontar a la segunda mitad del siglo XIII, con la dominación cristiana.

Durante este siglo y el siguiente (siglo XIV) se configuró la trama urbana de la población : primero con la costrucción del castillo y a continuación con la muralla que rodeaba a una amplia superficie en la que se edificaron casas y la iglesia.

Entre sus imprescindibles destacan la Cueva de los Murciélagos , declarado Monumento Nacional o el mirador del Cañón del Río Bailón. El castillo que domina Zuheros , levantado originalmente en el siglo IX en la época musulmana y que fue posteriormente reformado tras la Reconquista, con la inclusión de elementos de corte renacentista en la fortaleza. Otros lugares de interés son la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios , del siglo XVI, o el Museo Estudio de Francisco Poyato Serrano.

El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa y cuenta con 214.300 hectáreas de parajes únicos. Laberinto orográfico de valles, calares, tajos, montañas y altiplanos de gran importancia hidrológica (por la gran cantidad de rí­os y arroyos que de él manan); botánica ( pino laricio, pino carrasco, pino negral y muchas especies endémicas ); fauní­stico-cinegética y paisají­stica. Adentrarte en esta Reserva de la Biosfera es ir a descubrir un espectáculo de flora y fauna irrepetible.

Cazorla invita a paladear uno de los más venerados aceites españoles, al tiempo que permite conocer paisajes de extraordinaria belleza natural y un patrimonio monumental imperecedero. Declarado Conjunto Histórico-Artístico , el pueblo se esparce blanco a los pies de la peña de Los Halcones y del medieval Castillo de la Yedra, atalaya fronteriza del reino de Granada. En el barrio histórico, de calles empinadas, se mantienen como testigos del paso del tiempo las ruinas de Santa María , un templo renacentista diseñado a mediados del siglo XVI por el arquitecto Andrés de Vandelvira y destruido por los franceses durante la Guerra de la Independencia. A su lado se encuentra el castillo llamado Pilar de Carlos V y enfrente, el Centro de Información de la Naturaleza. También debemos conducir nuestros pasos hasta la plaza de la Corredera, donde asoman el Ayuntamiento, ubicado en el antiguo monasterio de los Padres Mercedarios, y el Teatro Municipal. Andar por sus calles rodeadas de fuentes es detenerse en el tiempo, respirar aire limpio, y descubrir la belleza en cada rincón.

Hornachuelos es el término municipal más extenso de la provincia de Córdoba, después de la capital. Su relieve intrincado y el paisaje abrupto que lo caracterizan hacen difícil la localización de restos prehistóricos . Sin embargo, la gran cantidad de cuevas, en su mayoría pendientes de estudio, dan algunos datos sobre esta época. El origen de la actual población, en cuyas tierras han aparecido restos visigodos, parece remontarse a la época musulmana.

Aunque el Guadalquivir pasa por la parte baja de sus tierras, la mayor parte de su término es territorio de sierra incluido en el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos , el mayor espacio protegido de la provincia, de gran valor paisají­stico, poblado de alcornoques, encinas y sotobosque y con unas impresionantes vistas al río Bembézar. Su gran riqueza natural se completa con un espléndido paisaje.

El pueblo se ubica sobre una loma que mira a la derivación del embalse de Bembézar, adaptando su estructura urbana al terreno y formando un conjunto de gran belleza, en el que hay que destacar el Castillo y la Iglesia de Santa Marí­a de las Flores . Su excelente gastronomía, especialmente la carne de monte, las naranjas o la miel, productos indispensables en la zona.

Sobre sus orígenes primitivos se han encontrado importantes yacimientos arqueológicos que nos retrotraen al período Neolítico . La singularidad y belleza del entramado urbano de Setenil, declarado Conjunto Histórico, y con espectaculares rocas hacen de este municipio uno de los destinos turísticos preferidos de la Sierra de Cádiz. Además, es una de las 19 localidades en torno al Parque Natural de Grazalema que conforman la popular ruta de los pueblos blancos .

Mirando hacia arriba se puede vislumbrar la grandeza de sus impresionantes tajos como en las Cuevas del Sol o La Herrería . A vista de pájaro se puede disfrutar del perfil serpenteante de la cuenca del río a su paso por Las Cabrerizas. El Ayuntamiento de la localidad promueve actualmente un concurso online para declarar al municipio como el pueblo con más encanto de Andalucía 2021.

Enclavada en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla , se trata de un entorno natural único que engloba numerosos pueblos. Aquí se fundó el poblado ibero Sucum-Murgi , origen de la actual Constantina. A través de la historia fue ocupada por romanos y árabes , quienes consolidaron a lo largo del Valle de la Osa y en la ladera del Cerro del Castillo, el arranque de su casco urbano.

A través de sus calles y monumentos se puede advertir el paso de la historia por el pueblo. El barrio de la Morería conserva la estructura del urbanismo musulmán y El Castillo es el vestigio principal de la época medieval, una pieza fundamental que merece la pena una visita. También la Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación y la antigua Iglesia de la Concepción , entre otros.

Lugar con encanto para hacer una escapada y descubrir la Sierra Norte, ideal para practicar numerosas actividades al aire libre: senderismo, rutas a caballo, cicloturismo, y para los más arriesgados está la tentación de practicar la escalada en el Cerro del Hierro .

Este pueblo costero es un hermoso laberinto de casas de cal y serpenteantes callejuelas con molinos de agua, patios cuajados de flores, que presume de una riqueza gastronómica envidiable. Para conocerlo a fondo, hay que perderse por su casco antiguo amurallado, con joyas como el Arco de las Monjas . No hay que olvidar las rutas guiadas por el municipio,

Declarado Conjunto Histórico , galardonado con el Premio Nacional de Embellecimiento y formando Red de los Pueblos más bonitos de España , se asienta en una colina a cuyos pies discurre el río Barbate. El legado árabe se plasma en su arquitectura popular y en el urbanismo de barrios como el de la Judería.

Fenicios, cartagineses y romanos dejaron su impronta por esta tierra. Amurallada desde siempre, aún conserva en buen estado varias torres ( del Mayorazgo, de San Juan y de la Corredera ) y las cuatro puertas de la villa medieval integradas a la perfección en el conjunto urbano: la del Arco de la Segur, la de la Villa, la de Sancho IV y la Puerta Cerrada. El castillo (ss. XI-XVI) se sitúa en la parte más alta del casco antiguo, accediendo a él por un arco de herradura. Combina elementos musulmanes y cristianos.

Cuenta a tan solo nueve kilómetros de su núcleo urbano con una de las playas más famosas del litoral gaditano, la playa de El Palmar .

Écija es otro de los pueblos de Sevilla que tampoco pasa desapercibido. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1966, es uno de los puntos clave de la provincia de Sevilla. Es conocido como «la ciudad de las Torres », por los once campanarios que conserva. También atesora un importante legado romano. De la antigua Astigi se conservan espacios como el Estanque Romano o el parque arqueológico de El Picadero .

Fue asentamiento tartésico y más tarde la importante ciudad romana Astigi , centro agrícola y alfarero. El siglo XVIII supuso una época de esplendor para el municipio. Fue entonces cuando se construyeron la mayoría de palacios, iglesias, conventos y casas-palacio que han hecho de esta localidad uno de los mejores ejemplos del legado barroco en Andalucía. El centro de la ciudad es la Plaza de España, llamada popularmente «El Salón» . La rodea el Ayuntamiento, el Convento de San Francisco, la Iglesia de Santa Bárbara y el mirador de Benamejí.

Osuna es otra de las joyas históricas de la provincia de Sevilla. Está declarada desde 1967 conjunto Histórico Artístico. Todos los pueblos que la han habitado a lo largo de los siglos le proporcionan esa incalculable riqueza. Cabe destacar la visita al Coto de las Canteras, conocido como 'La Petra de Andalucía' por sus espectaculares relieves en piedra. En el mismo borde de un precipicio abierto por los canteros, quedan las ruinas de lo que hasta el siglo pasado fue la Ermita de la Vía Sacra.

Por supuesto, hay que visitar la Colegiata , con un importantísimo Museo de Arte Sacro . El templo se construyó en el lugar que ocupó la Iglesia del Castillo, totalmente destruida por un incendio. El exterior del templo sorprende por su severidad, y está construida con el sillar extraído de las canteras de Osuna. Imponente es también el edificio de la Universidad .

El asentamiento actual de la ciudad data de 1603, cuando los habitantes de un poblado en las orillas del rí­o Guadalquivir, en la isla del Hierro, padecí­an innumerables inundaciones. Tuvieron que huir y se refugiaron en los alrededores del Monasterio de San Isidoro del Campo , propiedad de la Orden del Cí­ster, bajo la protección de dichos monjes. Este nuevo asentamiento se hizo casi en su totalidad en las ruinas de la antigua ciudad romana de Itálica.

Dichas ruinas son uno de los símbolos del municipio, ya que consta que fue una de las ciudades españolas más importantes de la época romana y cuna de Adriano y Trajano. En ellas destacan el anfiteatro, las termas y los mosaicos. El visitante puede pasear por el trazado de lo que fueron sus calles , así como de conocer las casas, edificios públicos, objetos de arte y utensilios de la vida cotidiana utilizados por sus habitantes.

Cercano a las ruinas, el templo que sirvió de refugio a aquellos primeros pobladores, es también una pieza interesante de la localidad. De estilo gótico , fue fundado por Alonso Pérez de Guzmán para los monjes cistercienses.

La Alpujarra engloba al conjunto de pueblos ubicados a los pies de Sierra Nevada, cuyo nombre procede del árabe y significa 'Tierra de hierba'. Cuenta con espectaculares paisajes adornados de pueblos blancos, conectados entre sí por sendas y caminos, que harán las delicias de los aficionados al senderismo. Las peculiares paredes blancas de las casas, las azoteas y la localización a los lados de las colinas y montañas le otorgan una singularidad a este enclave.

Capileira y Bubión deben sus nombres a palabras latinas y, particularmente, el de Capileira hace referencia a su localización, ubicado en el punto más alto del acantilado , lo que da al pueblo unas vistas increíbles. El municipio de Bubión se encuentra situado dentro del ámbito territorial del Barranco del Poqueira, comprendido por los municipios de Capileira, Bubión y Pampaneira constituyendo un Bien de Interés Cultural, con la tipología de Conjunto Histórico.

Pampaneira es uno de los pueblos blancos más pintorescos y el más visitados de La Alpujarra. Se caracteriza por sus bonitas y estrechas callejuelas blancas, sus tiendas de artesanía o su plaza principal. El nombre de la localidad parece que desciende del adjetivo latino 'pampinarius, pampinaria, pampinarium', que significa 'productor de pámpanos', y se interpreta como 'terreno de viñas'. Cuenta por sí sola con unos encantos que cautivarán al viajero y al visitante, que descubrirá uno de los rincones más hermosos de La Alpujarra con sus casas, en su mayoría, son de piedra, cubiertas de launa con la pizarra en sus bordes y pintadas con cal.

Castellar de la Frontera está situado en la comarca del Campo de Gibraltar. Su historia es de lo más curiosa, pues se puede hablar de dos etapas bien diferenciadas: la primera, el Pueblo Viejo de Castellar de la Frontera y la segunda sería la más actual, en la que la mayoría de los habitantes del viejo pueblo dejaron sus casas para trasladarse al nuevo, surgiendo así en 1971 el Nuevo Pueblo de Castellar y una parte nueva en la historia.

El viejo pueblo de Castellar de la Frontera está situado en el interior de una fortaleza medieval y sobre una montaña desde donde se divisa toda la bahía de Algeciras, el peñón de Gibraltar, la costa de África y otros pueblos. Además de estos dos núcleos de población, junto a la estación de ferrocarril existe otro con trascendencia histórica: Almoraima.

Castellar 'el nuevo' es todo lo contrario a su homónimo de la sierra. A diferencia del pueblo de origen musulmán localizado en el interior de la fortaleza, la nueva villa es de composición moderna, con amplias calles y avenidas , grandes zonas verdes y dotado con modernas dependencias sociales.

Pero Castellar Viejo no se queda atrás, pues posee una belleza singular. Pasear por sus estrechas calles de notorio origen islámico es trasladarse a otros tiempos. Arriates de flores, macetas variadas y enredaderas , sirven de decoración natural a balcones y plazuelas.

Las monumentales vistas sobre el Campo de Gibraltar y Marruecos en días claros, hacen del Castillo una parada obligatoria.

Según los recientes descubrimientos arqueológicos de la Cueva de Nerja los primeros pobladores datan del Paleolítico al Bronce , pasando por el Epipaleolítico y Neolítico, con importantes restos humanos pertenecientes al Cro-Magnon. El 25 de diciembre de 1884 hubo un terremoto y fue cuando el Rey Alfonso XII visitó la zona afectada. Después de admirar el paseo de la 'batería', lo llamó oficialmente 'Balcón de Europa' , uno de los rincones más emblemáticos de la localidad y con unas vistas que cautivan al viajero. El descubrimiento de la Cueva de Nerja en 1959 es símbolo del nuevo arranque del municipio y tras ello el gran desarrollo turístico que cambia por completo la fisonomía de la vida social de Nerja.

Sus hermonas playas, sus imponentes acantilados como el Barranco de Maro o su gran oferta hotelera, así como su gastronomía dotan a la localidad de un sello de turismo de calidad inconfundible. Pero sin duda, y tras la visita al simpático Barco de Chanquete, la joya del municipio es la famosa Cueva de Nerja , una de las más impresionantes que existen en el mundo tanto por sus dimensiones como por su antigüedad. Descubierta en 1959, la «Catedral natural de la Costa del Sol» tiene abierta al público una superficie de unos 140.000 metros cuadrados dividida en tres grandes concavidades: las Galerías Turísticas, las Galerías Altas y las Galerías Nuevas.

Hay que destacar los restos arqueológicos encontrados, útiles, fósiles y pinturas, ya que la cueva fue habitada desde hace 30.000 años, estando oculta los últimos 3.000, lo que ha permitido su protección. Pero lo más atrayente es la gran columna situada en la Sala del Cataclismo , con una altura de 60 metros y un diámetro de 18 metros. En 1961 fue declarada Monumento Histórico Artístico.

Las ciudades de Úbeda y Baeza no sólo comparten el título de Patrimonio de la Humanidad, reconocido por la Unesco el 3 de julio de 2003, sino que también comparten un legado histórico, cultural y artístico único en toda España, siendo máximos exponentes del Renacimiento.

Será durante el siglo XVI cuando estas dos ciudades vivan su época de máximo esplendor debido a su excelente red de comunicaciones, a su extensa jurisdicción y a su privilegiada situación geográfica, pero sobre todo, a la presencia de una nobleza cada vez más fuerte y a la instauración del poder de la Iglesia.

No sólo el Renacimiento marcó su huella en Úbeda y Baeza sino que otras culturas anteriores como los judíos, los romanos y los árabes también plasmaron su esencia. Buenas muestras de ello, conservadas hasta nuestros días, son el Barrio Judío de Úbeda , las calles estrechas y empedradas , los restos de la muralla, en donde destacan, entre otras, la Puerta de Úbeda y la Torre de los Aliatares en Baeza , y la Puerta de Granada y la Puerta del Losal en Úbeda.

Belalcázar, pueblo de la provincia de Córdoba, cuenta con un importante patrimonio histórico-artístico, donde destaca fundamentalmente el Castillo de los Sotomayor-Zuñiga , de la segunda mitad del S.XV, con 2.600 metros cuadrados de superficie, con la torre del Homenaje más alta de La Peninsula Ibérica (47 metros de altura), y con enormes y bellos escudos de las familias Sotomayor-Zúñiga en piedra. Tiene un palacete renacentista adosado a la esquina sureste. Hoy es propiedad de la Junta de Andalucía.

Otra de las piezas clave de su patrimonio es el convento de Santa Clara de la Columna , declarado BIC en 1982, de la mitad del S.XV, con 7.000 metros cuadrados construidos (23.000 en total), y una riqueza histórico-artística muy importante, destacando los artesonados mudéjares , los mejores de la provincia por su composición y colorido, según los expertos, y está considerado el segundo monumento religioso más importante de la provincia de Córdoba. Aparte de sus ermitas e iglesias, e incluso el propio edificio del Ayuntamiento, pueden destacarse también otros elementos de gran belleza, como el Puente Romano, el Puente de Pellejero, el antiguo Pósito municipal, del S.XV, con magnificas bóvedas de ladrillo, la Fuente-abrevadero del Pilar, hecha en 1570, o el Balneario romano de Santa María de la Selva , hoy propiedad privada, con interesantes restos arqueológicos de época romana.

El principal reclamo de Iznájar es sin duda su embalse . Aquí el río Genil se convierte a su paso por la localidad en el mayor pantano de Andalucía. El pueblo, situado sobre un cerro que domina el gran embalse, es un núcleo apiñado de calles estrechas, sinuosas y en cuesta con casas blancas que parece colgado sobre el agua, formando una estampa de gran belleza.

Pero esta localidad cuenta también con monumentos y lugares con encanto. Las siete centurias que los árabes permanecieron aquí dejaron huella. Buena muestra es su el castillo árabe que domina el cerro y que completa el singular conjunto.

Próximo a él se alza la iglesia de Santiago Apóstol , de estilo renacentista. Otros edificios de importancia patrimonial son la ermita de La Antigua , el Pósito y la casa de las Columnas , uno de los palacetes señoriales que aún se conservan.

La población fue llamada por los árabes Hins Ashar (castillo de piedra), lo que puede darnos una pista de su fundación en los alrededores del siglo VIII (se considera fundador a Fald ben Salama). Durante la Baja Edad Media, al ser frontera entre el reino de Granada y los cristianos circundantes, cambiará alternativamente de manos.

El municipio de Ní­jar se extiende desde la Sierra Alhamilla hasta el Cabo de Gata, formando un conjunto urbano de gran atractivo, por su conservada estructura de origen árabe, laberí­ntica y estrecha , por la blancura de sus casas, por su iglesia mudéjar, por su artesaní­a y por la amabilidad de sus gentes.

Calles estrechas y laberínticas , casas blancas con planta de cubo, adornadas por coloridas macetas, permiten un paseo tranquilo por esta bella Villa, que puede ser admirada en su totalidad desde La Atalaya (torre vigía), ubicada en un promontorio de fácil acceso.

Encontraremos diversos puntos de interés como la iglesia de la Anunciación, la Glorieta, la plaza del Mercado, el Museo del Agua o El Portillo, pero tampoco podemos olvidar degustar algunos de los platos típicos de la gastronomía nijareña, entre los que destacamos las patatas al ajillo, los gurullos con conejo o jibia, la fritá de matanza y los embutidos.

Lo más importante de este municipio se encuentra en el Parque Natural Cabo de Gata-Ní­jar , primer espacio protegido andaluz terrestre-marí­timo que comprende espacios y paisajes únicos: las únicas montañas de origen volcánico de la pení­nsula; la franja costera con sus dunas, playas y salinas, verdadero espectáculo natural; y por último la milla de mar protegida cuyos fondos son de una gran riqueza. A lo que hay que añadir los lugares y rincones de gran valor antropológico, como las Minas de Rodalquilar, el Pozo de los Frailes, el Cortijo del Fraile, San José, Las Negras, etc.

Presenta un paisaje subdesértico , con casi tres mil horas de luz al año y terreno margoso, desprovisto de vegetación, que fue utilizado antaño para el rodaje de numerosas películas ; hoy en día todavía se ruedan spots publicitarios y algunos filmes. Gracias al cine, Tabernas es conocida mundialmente y por ello estos increíbles paisajes están protegidos bajo la denominación de Paraje Natural del Desierto de Tabernas.

Parte de su territorio pertenece al Paraje Natural Sierra de Alhamilla , lugar de gran interés ecológico y paisají­stico por su abundante vegetación (consistente en un bosque de encinas muy bien conservado y bosques de pinos de repoblación), y por su importancia ornitológica.

Se cree que su nombre proviene de Thabernax , llamada así­ por las legiones griegas, por ser lugar donde se abastecí­a a la tropa en multitud de mesones o ventas. En su término municipal se han encontrado asentamientos de la época prehistórica , como el Poblado de Terrera Ventura (2.850-1950 a. C.) asentamiento agro-pastoril y ganadero del Neolí­tico.

Ohanes se sitúa en la parte occidental de la provincia de Almería, en las primeras estribaciones orientales de Sierra Nevada . Pertenece a la comarca natural de la Alpujarra. A casi mil metros de altitud, es como una mancha blanca en la ladera de la montaña y parece casi vertical; tanto que, en el cementerio, dicen que entierran a los muertos de pie. Rodeándolo bancales de viñas (tiene fama su uva), y también almendras y nuevos cultivos de tomates y habichuelas.

Una larga calle recorre el pueblo, destacando su iglesia parroquial mudéjar -la más monumental de toda la comarca-, la Casa de la Torre (XVIII) y cuevas prehistóricas en los alrededores. No hay que dejar de visitar el Santuario de Tices, en la carretera provincial que une el municipio con Abla, por el puerto de Santillana. El Santuario se construyó sobre el solar de una ermita, dedicada a San Marcos. Su construcción tiene lugar entre los años 1800 y 1803.

Castaño del Robledo, pueblo auténticamente medieval, condensa en un reducido espacio un inmenso y apreciable patrimonio histórico-artístico y etnográfico . Su combinación de espacios de uso civil y religioso en un marco natural irrepetible lo sitúan entre los pueblos más bellos de Andalucía.

La riqueza cultural de este municipio se manifiesta en expresiones urbanas, como el entramado compacto de sus calles ; en la solidez de su caserío, modelo de arquitectura popular; en sus fuentes y lo insólito de su plaza de toros ya abandonada; en sus dos iglesias, la de Santiago Apóstol y la del Monumento o Inacabada; en la profusión de pequeñas ermitas o 'humilladeros' a las salidas del pueblo; o en el arraigo de su folklore y la singularidad de su gastronomía, empujada por una creciente experimentación como en la dulcería de castañas o los patés derivados del cerdo ibérico.

Un recorrido por sus calles y plazas, una parada ante alguna de sus monumentales casas conservadas a lo largo de los siglos tal cual fueron erigidas, o la sencilla contemplación de los múltiples detalles del pasado que guardan sus iglesias, devuelven al viajero una percepción de robustez e intemporalidad ajenas a la caducidad de los ajetreos del mundo moderno.

Al norte de la comarca de la Campiña sevillana se enclava la monumental localidad de Marchena, donde destacan su conjunto monumental declarado Conjunto Histórico-Artístico y su profundo vínculo con el flamenco, siendo cuna de importantes artistas como Pepe Marchena o el guitarrista Melchor de Marchena.

Habitada desde la prehistoria por su estratégica situación geográfica, las inmediaciones de la actual Marchena han visto pasar a pobladores tartésicos, romanos y árabes. Fueron los musulmanes los que la amurallaron y le dieron el nombre de Marsen'ah debido a su gran cantidad de olivos. Pasó a manos cristianas a mediados del siglo XIII, durante el reinado de Fernando III de Castilla.

Almonaster está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España situado a 100 kilómetros de Huelva y a tan solo 30 de Portugal. Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1972. Se encuentra en el centro del Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, uno de los espacios protegidos más importantes de la Comunidad y ocupa todo el norte de la provincia con sus dehesas y pequeñas elevaciones cubiertas, predominantemente, de bosques de encinas, alcornoques, castaños y monte bajo, por donde cursan numerosos arroyos, conformando un paisaje de extraordinaria belleza y atractivo.

Su casco urbano, declarado Bien de Interés Cultural , es un claro ejemplo de la arquitectura de la zona y un núcleo recogido, limpio y cuidado que se ubica al pie de su castillo y de la Iglesia-Mezquita de Nuestra Señora de la Concepción (también catalogado como BIC). En el mismo recinto se encuentra la plaza de toros, situada dentro del castillo. Otros bienes catalogados son la Iglesia parroquial de San Martí­n y la Ermita de Santa Eulalia.

A la entrada de la Alpujarra Alta a una hora escasa del centro de Granada, Soportújar muestra uno de los conjuntos arquitectónicos más característicos de la Alpujarra. Gracias a sus numerosos ‘tinaos’ o soportales, una especie de pasadizos que debido a la inclinación del terreno, forman las calles al pasar bajo las casas.

En pleno Parque Natural y Nacional en la cara sur de Sierra Nevada , un impresionante mirador donde se puede observar directamente el mar Mediterráneo e incluso la costa africana.

Cabe destacar la tradición antropológica de Brujos y Brujas de Soportújar, donde podemos encontrar la Cueva del Ojo de la Bruja o La Era de los Aquelarres. Sus calles tienen la arquitectura típicamente alpujarreña de fachadas blancas.

Ubicada en el Campo de Tabernas y a 53 km. de la capital, se encuentra esta localidad vestida de blanco, de fachadas adornadas con flores, de calles que invitan al visitante a perderse por sus rincones, un lugar lleno de encanto que desde 2013 forma parte de la red de los pueblos más bonitos de España.

Un lugar inigualable donde el tiempo se mantiene intacto, imperturbable, y donde todavía existen oficios tradicionales de hace más de medio siglo, como el de espartero o herrero.

El entorno privilegiado de este municipio es ideal para la práctica de senderismo y todo tipo de actividades al aire libre: running, ciclismo… Entre sus principales atractivos se encuentra la Vía Verde, con una longitud de 37 km.

Los primeros vestigios de presencia humana en la comarca datan del Paleolítico Medio, siendo en la época Neolítica cuando encontramos ya huellas en tierras de Mojácar. Colonizadores mediterráneos fenicios y griegos llegaron atraídos por la riqueza minera de los metales preciosos de la cercana Sierra Almagrera.

Los romanos comenzaron a conquistar estas tierras a finales del siglo III A.C. En el siglo V se produce la invasión de los bárbaros, que permanecieron en estas tierras hasta comienzos del siglo VIII, con la irrupción de los ejércitos árabes y el inicio de la larga etapa musulmana.

Merece la pena perderse por sus calles. Los detalles de su arquitectura parecen de otra época y de otra cultura; con numerosos encantos y atractivos turí­sticos, como su paisaje y sus playas. En Mojácar las casas se encumbran en la montaña produciéndose un gran impacto visual: el blanco de las casas, los marrones de la tierra y el azul del cielo y del mar. Las techumbres son planas o de terraza, dando sensación de casas cúbicas, impenetrables, donde el turista desde fuera no puede visualizar sus laberínticas y empinadas calles.

Mojácar pueblo está formado por viviendas agrupadas, escalonadas, acomodadas a la topografía del terreno adecuándose a la arquitectura tradicional.