La sequía ya afecta a la economía de Andalucía: crecerá la mitad en 2023

Por eso mismo, la Junta ha pedido ya en varias ocasiones al Ejecutivo de Pedro Sánchez dos cuestiones: una conferencia de presidentes donde se aborde de forma coordinada en toda España la falta de agua y, además, que se ejecuten las obras hídricas comprometidas desde el Ejecutivo central que permitirían a Andalucía afrontar la sequía con más garantías. Por ahora, acusan desde San Telmo, ambos asuntos han sido denegados desde La Moncloa.

En todo caso, y según el análisis de Economía, el porqué afecta tanto a la economía andaluza la sequía tiene una explicación sencilla: se debe a la «mayor exposición» de sectores clave para la comunidad a la falta de agua. Es el caso de la agricultura, el industrial y «otros servicios vinculados». Esas actividades, señala el informe, suponen el 25 por ciento de la actividad económica andaluza. Visto de otro modo, uno de cada cuatro euros que se generan en Andalucía están vinculados a sectores que dependen en gran medida de que haya agua.

No es este el primer aviso que se hace desde el Gobierno andaluz de los riesgos de no actuar frente a la sequía. El presidente andaluz, Juanma Moreno, así como varios de sus consejeros, llevan semanas recordando que la falta de agua puede suponer hasta siete puntos del PIB de Andalucía y 140.000 empleos.

Entrando en detalle, también las exportaciones se ven afectadas por la carestía de agua. Así, el 32,4 por ciento de lo que se vende fuera de la comunidad son alimentos, sector que tiene una dependencia directa de que llueva. Además, en mayo, y debido a la falta de precipitaciones fundamentalmente, se registraron «fuertes caídas» en la producción de hortalizas (-7 por ciento), frutales no cítricos (-9,6 por ciento) y cereales (-35,2 por ciento) con respecto al año 2022. Se resiente asimismo la producción del campo.

El empleo es el otro gran afectado por la sequía. Solo en el sector primario se teme que caiga casi un diez por ciento. La Junta advierte de que la falta de agua también está teniendo consecuencias en el tejido empresarial, ya que el número de sociedades del sector agrario inscritas en la Seguridad Social en junio ha descendido un 2,9 por ciento.

A la menor actividad comercial y la subida del paro se suma el aumento de los precios. La falta de agua, señala el informe de Economía, ha provocado una «significativa» inflación de los alimentos que llega al 16,5 por ciento en el caso de los elaborados.

Ante esta situación, el portavoz del Gobierno andaluz, el también consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, indicó que «no hay ni un minuto que perder para poner en marcha las soluciones oportunas para paliar la sequía». Para ello, Fernández-Pacheco aludió a dos herramientas con las que debe contar Andalucía para hacer frente a esta situación: ayudas de la Unión Europea e inversión en obras hídricas.

En el primer caso, Andalucía pedirá ante Bruselas y el Gobierno central ser considerada la región más seca de Europa. Con ese título, aspira a conseguir fondos europeos «finalistas» que palien la situación y permitan acometer obras que son necesarias para suplir la falta de agua.

En relación con esto, el Gobierno andaluz insistió ayer en pedir al Ejecutivo de Pedro Sánchez que acometa las obras hídricas pendientes en la comunidad. A esto respondió esta semana la ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, quien aseguró que el Gobierno central ha invertido en la comunidad 1.200 millones de euros.

Ayer respondió a Ribera el portavoz andaluz, quien señaló que, frente a la falta de inversión del Ejecutivo central es «de sobra conocida» la actitud de «pico y pala sin descanso para poner en marcha todas las medidas» contra la sequía.

En esa línea, Fernández-Pacheco defendió que la Junta ahora mismo «no licita nada más importante que obra hidráulica en cuanto a su importe», e invitó al resto de administraciones «desde la local hasta la europea, pasando por supuesto por la nacional» a hacer frente a la sequía.

Para afrontar la sequía tan importante es que llueva como que el agua se use con prudencia. Por eso el Gobierno andaluz aprobó ayer una partida de ayudas para 61 municipios -donde viven más de 180.000 andaluces- para arreglar fugas en las tuberías.

Con este plan se podrá arreglar, explicaron desde la Junta, el 38 por ciento de los escapes de agua que hay en el sistema de conducción de la comunidad. En total, estas ayudas ascienden a 12,6 millones de euros, aunque las solicitudes presentadas al Gobierno autonómico por los ayuntamientos alcanzaban los 70,5 millones de euros. Ante esta situación, el Ejecutivo andaluz insistió ayer al Gobierno central en la necesidad de incrementar los fondos Next Generation destinados a reducir las pérdidas de agua en Andalucía.