Sacrificar a un animal: el precio de la decisión más dura sobre tu mascota

Sin duda no se trata de un tema popular que compartir con amistades, y afrontarlo puede suponer al dueño adentrarse en un sinfín de dudas: ¿Es viable hacerlo en casa? ¿Sufre? ¿Cuánto cuesta?...

En la mayoría de clínicas veterinarias no se oferta como servicio la eutanasia animal, al menos no en su escaparate más público como son las páginas web. Por lo que habría que hacer una búsqueda más exhaustiva para dar con el centro donde se aborde el trance.

Uno de esos lugares es el Centro Municipal Zoosanitario. Cabe destacar que son fervientes defensores de la política de sacrificio cero, sin embargo si el animal llega en circunstancias terminales, sin previsión de una mínima calidad de vida, los veterinarios municipales optarán por esta actuación irreversible.

A nivel privado, se ofrece además la posibilidad de que la eutanasia pueda aplicarse en el calor del hogar, para dar la máxima tranquilidad posible al animal. En cualquier caso, se trata de una práctica que no provoca dolor, pues les induce a una sensación similar a la del sueño debido a la acción conjunta del fármaco en sí y de sedantes.

Hay que tener en cuenta que el tamaño de la mascota implicará un coste mayor o menor, del mismo modo que si los veterinarios han de encargarse de los restos mortales (por lo general también darán de baja el chip identificativo) o si, por el contrario, el desenlace final corre a cargo de los propietarios. 

No se debe perder de vista que hay ciertas limitaciones al respecto. En los límites de un jardín privado no hay problema siempre que el lugar escogido para el enterramiento quede a un par de metros de la vía pública, el animal no sea de gran tamaño y la causa de su muerte sea una enfermedad infecciosa. Además, hay que asegurarse de que el descanso eterno se producirá como mínimo a medio metro bajo el nivel del suelo. En mitad del campo o del bosque la cosa cambia, pues no está permitido en ninguna de las circunstancias.

Volviendo al asunto del coste de la eutanasia, tan sólo los medicamentos que hay que emplear valen entre 20 y 50 euros, a lo que hay que sumar el precio de los sedantes (10-20 euros) y, lógicamente los honorarios del profesional (unos 20 euros como punto de partida, que pueden encarecerse un 50% si la labor debe realizarse en fin de semana o en tramo nocturno, si se precisa un desplazamiento)...

De esta forma, un presupuesto habitual sería el siguiente:

Eutanasia en el domicilio: de 80 a 200 euros (en función del peso)

Misma operación con posterior incineración colectiva: de 160 a 300 euros, según el peso (40 kilos máximo).

Si se prefiere una incineración individual (entregando las cenizas en una urna): Plus de unos 150-200 euros.

También está la posibilidad de velar a nuestro peludo amigo. Por ejemplo, la web Adiós Mascotas incluye entre sus servicios un velatorio presencial.

Cuando se excede el peso de 40 kilogramos se trata de un caso más particular (es el caso de perros como los mastines españoles, los gran danés, los boyeros de Berna...), que conviene consultar con la clínica en cuestión.