Familias y sagas nazarenas caminan un año más con la hermandad del Rocío de Dos Hermanas

La carreta del Simpecado, adornada con rosas, margaritas y romero ha empezado su camino a las 8 horas, tras el himno interpretado con flauta y tamboril y con el coro detrás cantando. Alrededor, fieles a esta cita anual, Los del Río, Antonio y Rafael, con sus familias y Manuel Lombo. Delante, la junta de gobierno, miembros del Consejo de hermandades y cofradías, el comisario de Policía Nacional, Francisco Javier Vidal y Delgado-Roig; el inspector jefe, Antonio Medina, y el alcalde, Paco Rodríguez, quien ha afirmado que «hay muchos vecinos y vecinas que quieren acompañar a la hermandad del Rocío y despedirla antes de iniciar su peregrinar a la Aldea del Rocío. A todos y a todas les deseo un buen camino y que disfruten de estos momentos que llevan todo un año esperando entre preparativos y convivencia. Desde el Ayuntamiento trabajamos conjuntamente con la hermandad dentro de nuestro compromiso con las tradiciones y la identidad de Dos Hermanas».

El hermano mayor, con su vara dorada, avanzaba con la presidencia y declaraba a ABC que «hoy es un día muy bonito para nosotros pero a la vez muy intenso. Las ganas y la ilusión no nos faltan pero nos queda mucho trayecto por delante y muchos días para llegar ante nuestra Madre del Rocío y esperemos que el camino transcurra con normalidad. En nuestras oraciones llevaremos a quienes no han podido acompañarnos y quienes se fueron pero que han dejado un importante legado rociero». Hablando de oraciones, Alonso Cardona explica que en el camino de ida rezarán el Ángelus y Regina Coeli, una oración que se puede rezar desde el Domingo de Resurrección hasta el de Pentecostés.

El director espiritual y pregonero de este año, Manuel Sánchez de Heredia, manifiesta que «la salida de la hermandad del Rocío llena las calles de alegría. Es admirable ver cómo por donde avanza el cortejo muchas personas se agolpan en las aceras para ver pasar la carreta. A los rocieros la emoción les inunda el corazón y es algo que se llega a respirar en el ambiente. Esa alegría es la que debemos llevar siempre, cada vez que salimos a la calle sabernos acompañados de nuestra bendita Madre, y que una amplia sonrisa sea nuestra mejor carta de presentación, como dijo el Santo Padre a los seminaristas de Sevilla en su reciente visita». «Los rocieros, como buenos cristianos, debemos llevar siempre una sonrisa en los labios, la mano tendida y el corazón encendido en el amor de Dios, porque es el Espíritu Santo el que nos impulsa y anima a caminar, cada día, como peregrinos», añade.

La hermana mayor de la hermandad de Valme, Isabel María Caballero, iba en la comitiva junto a otros miembros de la hermandad y el estandarte hasta el monumento a la Virgen de Valme, donde se rezó la Salve, entregaron un ramo de flores y desearon un buen camino.

A las puertas de la parroquia, con su sombrero y un cordón verde y blanco desgastado del tiempo estaba Manuel Mendizábal, que fue hermano mayor de 1978 a 1982 y su mujer, Pepi, camarera durante 27 años, acompañado de sus hijos Manuel y María José. Sale el Simpecado y se descubre, su mirada, con ojos de emoción, lo sigue hasta que terminan de asentarlo en la carreta. A sus más de 80 años caminará por la localidad y después irá a determinados puntos. «Esto ha cambiado mucho, con tanta gente antes íbamos unos cuantos carros y ahora fíjate. Yo voy a todo lo que puedo», comenta. Ellos son los 'Mendi', que junto a su otro hijo, Miguel Ángel y sus nietos, son de fe rociera de antaño.

Antonia Barbero, la 'Rispa', y su marido José Manuel Martín 'El Bimbo', han echado a andar rodeados de sus hijas, sus nietos y su sobrino José Mesa y su esposa Julia Sánchez. Es curioso cómo van saludando a quienes van a hacer el camino y hablan de la manteca… «Si quieres una buena tostá con manteca 'colorá' ya sabes donde estamos», dice José Manuel. Y es que desde hace muchos años, 'El Bimbo' hace manteca 'colorá' casera y la envasa para llevarla al Rocío. Aunque ellos la toman todos los días, es tradición, el Lunes de Pentecostés, tras haber pasado toda la noche viendo a la Virgen por la calle, llegar a la casa hermandad y que esta familia – cuyo matrimonio lleva más de medio siglo haciendo el camino- te invite a un café y una tostada untada con ese manjar que «sienta estupendamente» dicen todos quienes la han probado. Su hija Mayca cuenta que «el año de la pandemia, la hice yo desde mi casa por videoconferencia con mi padre porque siempre le hemos dicho que tenía que darnos la receta y nunca quería. Desde entonces, ya la preparamos los dos, él antes la hacía con la ayuda de mi madre y ahora ya he tomado el relevo». Y como él dice es «la más sabrosa».

Además de familias ya se puede hablar de sagas rocieras. Es el caso de las Cuni, cuya madre, María, ha sembrado en sus hijas y nietos y bisnietos una semilla que crece con el tiempo y se multiplica al paso de los años.

Juan Sánchez vive y siente el Rocío y, sobre todo, la hermandad. Por tradición de sus abuelos, convicción y devoción ha sido hermano mayor muchos años y ya, aunque no en el cargo, continúa en la Junta de Gobierno y sigue «al pie del cañón». Con su mujer, Encarni, sus hijos, nietos, hermanos, cuñados, sobrinos y amigos lleva la sonrisa que siempre inunda su cara más pronunciada que nunca.

De los 'Santovetti' pocos faltan. Herencia de abuelos, a padres, a hijos y nietos que no se puede perder. Los 'Cayetano', los 'Aranyo', los 'Coloraos', y un largo etcétera conforman la gran familia rociera nazarena.

Más de 800 romeros a pie acompañan a Dos Hermanas además de quienes van un día de camino o acuden a las 'parás'. Una vez en estas, el Simpecado estará alumbrado por unos cirios votivos de la hermandad del Gran Poder, del Centro de Orientación Familiar -COF- y otros dedicados a la Policía Nacional por su 200 aniversario.

Estos cirios fueron bendecidos anoche en la parroquia de Santa María Magdalena ante el Simpecado nazareno.

La hermandad cruzará la Barca de Coria sobre el mediodía, se presentará ante la patrona de Coria y continuará hasta el terreno en el que pernoctarán. Mañana llegan a Villamanrique por la tarde-noche, entran en El Rocío el viernes y se presentan ante la Blanca Paloma el sábado a mediodía, sobre las 15.30 horas, rodeado de muchísimos devotos que no quieren perderse este momento.