La norma, que adelantó ABC la pasada semana, deja en manos de las direcciones de los centros la aplicación de este protocolo que busca proteger a los menores de las altas temperaturas en los centros educativos. De esta forma, admite que los niños se vayan a casa a las 12 de la mañana pero solo las jornadas en las que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) establezca una alerta por calor.
En esos días -solo en esos días- los centros podrán avisar a los padres o tutores para que recojan a los menores. Porque esa es la segunda condición de la norma: los menores no pueden abandonar el centro solos, deben recogerlos y, además dejar constancia por escrito de que los estudiantes se marchan a casa.
Esta es una norma que, en realidad, no es el primer año que se aplica. Sin embargo, sí es el curso en que más pronto se pone en marcha. Normalmente era algo que se activaba a finales de junio, cuando el calor era ya verdaderamente insoportable en algunas partes de Andalucía y, además, quedaban muy pocos días lectivos restantes.
Con el cambio climático y el adelanto de las olas de calor, este año la Consejería de Educación ha decidido adelantar la norma y aplicarla desde la próxima semana, a mediados del mes de mayo, un mes antes de lo habitual.
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