Cada policía tiene que proteger a cien víctimas de violencia machista en Andalucía: «Es una barbaridad»
Los sindicatos reclaman a Interior más efectivos especializados porque la plantilla es «claramente insuficiente»
En provincias como Sevilla y Málaga la sobrecarga es mayor, con «picos» de 110 mujeres a cargo de cada agente
El legado del «sólo sí es sí» en Andalucía: casi 30 agresores sexuales excarcelados y reducción de 220 condenas
Sevilla
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Iniciar sesiónLos fallos recurrentes en las pulseras antimaltrato, que han provocado archivos y absoluciones de agresores que quebrantaban órdenes de alejamiento, no son la única grieta que muestra el plan para la protección de las víctimas de violencia machista. El Sistema de Seguimiento Integral en ... Casos de Violencia de Género, el VioGén, activo desde 2007, presenta otra vía de agua importante: hay una preocupante falta de agentes especializados para atender a las mujeres en riesgo extremo, alto y medio.
Tres organizaciones policiales consultadas por ABC —Justicia Policial (Jupol), Sindicato Unificado de Policía (SUP) y Sindicato Reformista de Policías (SRP)— coinciden en su diagnóstico y en la falta de respuesta del Gobierno del PSOE y Sumar —el Ministerio de Interior en este caso— para incrementar los efectivos dedicados a una materia tan sensible. «Los agentes adscritos a la unidad especial para la lucha contra la violencia de género de la Policía Nacional (UFAM) no dan abasto. Están desbordados. De nada sirve que el Gobierno se esté dando golpes de pecho cuando hay un crimen machista si obligan a un solo agente a hacerse cargo de la protección de 100 mujeres durante 24 horas», lamenta el portavoz de Jupol, Javier Otero.
Las plantillas son «claramente insuficientes» en Andalucía, que concentró el 20,8% de los asesinatos de violencia machista en España en 2024, coinciden Ángel Becerra Corchado, secretario federal del SUP en esta comunidad autónoma y Mariló Valencia, responsable del SRP. La ratio de agentes encargados de velar por las mujeres que están en peligro para evitar así un posible asesinato es de uno por cada cien víctimas.
En los municipios andaluces menos poblados de provincias como Jaén o Granada se mueve en una horquilla de 60 a 80 víctimas, pero en las capitales de Sevilla o Málaga esa media se dispara hasta las 110, según los datos recabados por los sindicatos mayoritarios en las distintas provincias andaluzas porque Interior no facilita estadísticas sobre la cobertura de la UFAM desde el año 2023, señala Jupol.
Una queja recurrente a Interior
Esta situación es conocida dentro del cuerpo y ha sido denunciada de manera recurrente desde hace años por los sindicatos que forman parte del Consejo de la Policía, el órgano paritario de negociación entre los representantes de los agentes nacionales y el Ministerio del Interior.
No todas las mujeres que sufren la lacra de la violencia machista tienen la misma probabilidad de sufrir una nueva agresión. El nivel de peligrosidad al que están expuestas lo establece un algoritmo: el programa Viogén, que mide el riesgo de cada una a partir de los datos introducidos en un cuestionario.
Cuando que éste es elevado, el sistema le proporciona una medidas específicas de protección que van desde realizar un seguimiento a través de llamadas telefónicas hasta poner un coche patrulla en la puerta de su domicilio durante las 24 horas. El seguimiento es continuo y la sobrecarga de trabajo para los agentes especializados ha ido a más a medida que se han ido ampliado los recursos de protección a las mujeres.
Las medidas van desde un seguimiento durante 24 horas hasta una patrulla policial ante el domicilio de la mujer amenazada
«Nos piden un seguimiento integral. Eso implica que cuando un agente recibe una señal de alerta porque, por ejemplo, un maltratador esté rompiendo al orden de alejamiento, tiene la obligación de responder a esa necesidad. Pero si tiene que proteger a cien mujeres y resulta que tres le llaman a la vez, ¿cómo va a atenderlas adecuadamente?», clama Javier Otero (Jupol).
Esta carga de trabajo «es humanamente imposible y convierte en papel mojado el compromiso institucional de ofrecer una protección real y efectiva», añade.
Este sindicato lleva desde 2018 pidiendo a Interior que actualice el catálogo de puestos de la Policía Nacional para reforzar, entre otros servicios, la unidad especializada en la lucha contra la violencia machista. El Ministerio que ahora dirige Fernando Grande-Marlaska lleva quince años sin revisarlo, desde 2008.
En la zona rural, la Guardia Civil es el cuerpo que se encarga de realizar ese trabajo. La Policía Nacional actúa, en cambio, en los núcleos urbanos de todo el territorio nacional. La Policía Local asume el seguimiento de mujeres de baja riesgo en los ayuntamientos que firman un convenio de adhesión a VioGén.
«De nada sirve que el Gobierno se dé golpes de pecho cuando hay un crimen machista si obligan a un solo agente a hacerse cargo de 100 mujeres», critica Jupol
«Con una ratio de 100 mujeres por cada agente, con picos de hasta 110 en Sevilla, no es posible salvaguardar a las víctimas. Es una auténtica barbaridad», se queja Ángel Becerra, responsable del SUP en Andalucía. El sobre esfuerzo es mayor en la provincia sevillana donde hay 14 agentes dedicados a tiempo completo a este trabajo. Estima que harían falta al menos cinco miembros más para bajar la ratio a 50 mujeres maltratadas a cargo de cada policía.
Mariló Valencia, coordinadora general del Sindicato Reformista de Policía, insiste en la urgencia de revisar el «obsoleto» catálogo de puestos de trabajo porque determina «el número de efectivos que pueden formar parte de la unidad especializada» en la lucha contra la violencia machista. Desde esta organización demandan a Interior que «de una vez por todas se proceda a hacer un incremento real de los efectivos policiales», especialmente en las zonas donde el volumen de trabajo es «excesivo» para reducir la ratio a entre 40 y 50 mujeres por agente, en lugar de las 90 ó 100 víctimas de media actuales. Cuando llega la época estival, esta sobrecarga aumenta.
El Sindicato Reformista de Policía también reclama ayuda psicológica para la víctima y los agresores para evitar que reincidan, así como una formación continua para los compañeros adscritos a esta unidad, que se ven expuestos al estrés emocional que genera esta lacra.
Inseguridad jurídica
Hay una doble inquietud por la víctima y por el propio funcionario que vela por su seguridad. «Si la mujer vuelve a sufrir un episodio de violencia por parte de su agresor a quien le buscan las cosquillas es al policía que tiene que hacer el seguimiento, al que se señalan como responsable jurídico», advierte Ángel Becerra.
El sistema VioGén nació en julio de 2007 para prevenir nuevos episodios de agresión a las mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijos en cualquier lugar del país. Para cada una de ellas, incluidas en una base de datos común, se establece un protocolo de autoprotección personalizado. El programa facilita la detección anticipada de riesgo potencial para las mujeres amenazadas a través del envío de avisos y alertas que, tras la preceptiva confirmación por la unidad policial, se trasladan a todos los profesionales implicados en el restablecimiento de los niveles de seguridad de dicha víctima.
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