El paripé fullero de las comisiones

La comisión del Congreso es una réplica absurda, en la que el PSOE pretendía investigar el Caso Ábalos sin llamar a declarar a Ábalos. De hecho, contaba con el voto a favor de Ábalos. Comisión de Ocultación, más que investigación, como la llama acertadamente Elías Bendodo. La palabra más repetida estos días es paripé, término originario del caló para el mercadeo fullero. Claro que también se hubiera podido hablar de gatuperio o de componenda. O de pasteleo. Ya saben, no va el novio de Ayuso pero, alehop, tampoco va la mujer de Sánchez, alehop, y tampoco va Feijoo y… pues eso, todo trucado a la vista de todos.

Los socialistas trampean por la puerta de atrás convocando al presidente andaluz, al consejero de Presidencia, a la consejera de Salud y al ex consejero que ahora preside el Parlamento… y sin aportar motivos para llamarlos, salvo provocar ruido, que es de lo que se trata. Después, entre los 134 nombres, previsiblemente pasarán inadvertidos, pero el ruido ya se lo habrán cobrado. Y Elías Bendodo contragolpeaba desde la Feria avisando que el Senado investigará «la trama socialista de Andalucía», señalando, entre otros a Espadas o al delegado del Gobierno. En fin, la respuesta al gatuperio en curso.

Todavía no han comenzado las investigaciones, que arrancarán el lunes con las primeras trampas contraprogramándose, y ya podemos estar seguros de que preferiremos, en el futuro, que no se hubieran convocado estas comisiones. Teatrocracia, dice Balandier en su libro sobre el poder en escena, con el show de los políticos que buscan el aplauso fácil a golpe de gestos. Ahí está el PSOE refutando al PSOE por llamar a los fiscales para un aquelarre del lawfare. En fin, la verdad no les importa nada. Es más, sin duda convocan estas comisiones para tratar denodadamente de no llegar a la verdad.