POLÍTICA
El otoño caliente de la izquierda en las calles de Andalucía
Las principales ciudades han vivido hasta cuatro manifestaciones desde finales de octubre hasta ahora espoleadas por la crisis de los cribados que la Justicia minimiza
Los bulos sanitarios de la izquierda se derrumban: de 'la teta de Anabel' a la cocinera 'médica'
Sevilla
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Iniciar sesiónEl otoño caliente que está viviendo la política de Andalucía no sólo ha tensionado los debates en el Parlamento de Andalucía, subido los decibelios de las ruedas de prensa de los principales partidos políticos y cortado el aire en los consejos de ... gobierno que han visto cómo una consejera dejaba su puesto y otro ampliaba sus competencias para asumir la gestión de la sanidad. Porque la calle también ha sentido el ruido, la crispación.
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En poco más de mes y medio la región ha vivido cuatro manifestaciones a gran escala, todas ellas encabezadas por pancartas con causas aparentemente inocuas y apolíticas pero que en realidad contenían una carga ideológica evidente y un objetivo claro: el desgaste al Gobierno andaluz que preside Juanma Moreno, que ha pasado en estos octubre y noviembre sus momentos más delicados en los siete años que hace que se estrenó.
El detonante de las protestas ha sido el error en los cribados del cáncer de mama, que cogió a Moreno y a su círculo más cercano con la guardia baja o al menos con un exceso de confianza y arrolló a la ya exconsejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández-Soto, que tuvo que dimitir para cederle el paso al plenipotenciario Antonio Sanz.
La oposición no tardó en aprovechar el desconcierto inicial del Gobierno regional, y encendió cuanto pudo a la ciudadanía para que saliera de casa a hacer su suya la bandera de la sanidad pública y, por extensión, a criticar con la voz en grito una supuesta y galopante pérdida de calidad de los servicios públicos. Las aguas se han calmado ya en gran parte, y si es cierto que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) cometió fallos graves en el programa de detección precoz del mal oncológico en el pecho también resulta evidente que la Junta ha asumido responsabilidades; que en el discurso de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) han aparecido grietas que lo deslegitiman -ahí está que reconociera hace dos semanas que de los 4.000 casos de afectadas de los que hablaban eran en realidad llamadas a su sede-; y que el reciente auto de la Fiscalía de Sevilla que ordenaba el archivo de la causa por el supuesto borrado de datos médicos, que denunció justamente Amama, han acabado por poner las cosas en su sitio.
Pero la presión fue tremenda en octubre y el primer tramo de noviembre. «Nuestra vida no puede esperar» fue el lema que eligió la asociación que lidera Ángela Claverol para marchar desde el Centro de Sevilla hacia en Palacio de San Telmo el 26 de octubre, domingo, en una convocatoria que reunió a las unas cinco mil personas y que contó con el apoyo de CC.OO. y UGT, así como de destacados miembros de la oposición de izquierdas en el Parlamento andaluz. La presencia estelar la protagonizó la exministra de Igualdad Irene Montero.
Mareas blancas
No pasaron ni dos semanas para la siguiente cita, que orquestaron el 9 de noviembre estos dos sindicatos y las mareas blancas sanitarios en todas las capitales de provincia de la región. Aunque los sindicatos profesionales CSIF y Satse se descolgaron de la convocatoria que se celebró cuando la polémica por los cribados seguía bien viva y coleando a sus anchas. 'Recuperar la sanidad pública andaluza. Nuestra salud no es vuestra mercancía' fue el lema de la protesta, en la que no faltaron altos dirigentes regionales del PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía, y que en la ciudad hispalense conoció sus momentos más enardecidos en los alrededores del Palacio de San Telmo.
Noviembre no se despidió sin una cita callejera más que el feminismo de izquierdas abrazó en cada una de las capitales de provincia como una defensa cerrada de las políticas de derechas que, a su juicio, no prestaban a las mujeres la importancia que merecen. Fue la del 25N, día contra la Violencia de Género, saco en el que no pocos metieron los errores en los cribados del cáncer de mama.
Y justo hace una semana que aconteció el episodio más reciente: la Plataforma 4D acabó también una marcha en San Telmo detrás de una pancarta que defendía que «sin sanidad, sin educación, sin servicios sociales, sin pensiones, sin atención a la dependencia, sin servicios básicos, no hay autonomía ni igualdad posible».
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SuscribeteLicenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla, completó su formación en la Escuela de Periodismo de 'El País'. En 'ABC Córdoba' desde 2004, jefe de Sección desde 2010. Autor de los libros 'Clausura', sobre la vida contemplativa, y 'Vámonos 42', un relato sobre el maratón. Premio Luis Portero de Periodismo
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