Nacho Bravo: «Estas oposiciones son un buen filtro para contar con los mejores profesionales»

Quienes lo conocen aseguran honestidad, rigor y profesionalidad. Desde que le señalaron para estar en el papel de examinador se ha trabajado y formado para ejercer su papel de la manera más justa posible. Él se presentó cuatro veces a las oposiciones y es perfectamente consciente de lo que está en juego. «Hay un sacrificio y un esfuerzo enorme de muchas personas».

Reconoce que el proceso examinador «es demasiado subjetivo, porque valoras la prueba desde tu persona. No es tipo test, que sería más objetivo. Y luego, el caso práctico también depende de ciertos factores más allá del conocimiento y el trabajo de tantos meses atrás. Por ello creo que en los tribunales de oposiciones tendría que estar gente a la que le apeteciera, porque su actitud puede influir».

Por su tribunal discurrirán 80 alumnos. Tras la prueba escrita (y periodo de alegaciones) comenzarán los casos prácticos, ya en la segunda semana de julio. Varios días de trabajo en los que no puede flaquear pues los perjudicados son esos mismos jóvenes que durante meses, años, se han preparado para esto. «Puede tener errores y defectos, se pueden mejorar, pero las oposiciones son un buen filtro para contar con los mejores profesionales».

Manchego de Campo de Criptana, profesor en El Marqués de Santa Cruz de El Puerto, Nacho observa en los opositores esos mismos rasgos, los gestos y ademanes que durante años marcaron su etapa pre-concurso de oposición. «Mi consejo es: tranquilidad relativa. Los nervios van a esta ahí, porque te juegas bastante, y te activan, abren los ojos, agudizan la memoria, te hacen estar alerta. Pero a la vez te pueden atenazar». Por eso, calma y tensión.

«Yo vengo del mundo del deporte y les digo que el trabajo ya está hecho. Ahora toca la competición».