Mujeres en la Guardia Civil: todo por la Matria
La Benemérita tiene más de 7.000 agentes femeninas. La Academia de Cabos y Guardias de la Guardia Civil de Baeza es ejemplo de igualdad
«Hay mucha unión entre las compañeras en la Academia de la Guardia Civil»
La sargento primero Eugenia Nuñez
Fue el 1 de septiembre de 1988 cuando la Academia de Cabos y Guardias de la Guardia Civil de Baeza (Jaén) acogió la primera promoción de mujeres. Las 198 primeras integrantes femeninas abrirían el camino a las más de 7.000 actuales. Han ... transcurrido 36 años y la plena integración de la mujer en la Guardia Civil es una realidad: sueldo, desempeño de funciones, acceso a las distintas escalas por mérito y capacidad, entre otros.
Este año cumple la 129ª promoción con un total de 2.317 aspirantes de los que 1.585 son hombres y 732 son mujeres (el 31,2% de alumnado femenino). El periodo de formación para ingresar en la Escala Básica de Cabos y Guardias se divide en dos cursos: un curso académico de nueve meses de duración, donde se imparte un plan de estudios específico, con una carga lectiva de 1.141 horas, y un segundo curso consistente en el periodo de prácticas en las diferentes Unidades de la Guardia Civil, durante 40 semanas, adquiriendo a la finalización de éstas el empleo de guardia civil, ya en 2025.
Eugenia Núñez, sargento primero y profesora de Normativa Militar y Seguridad Ciudadana de la Academia en la actualidad, lleva ejerciendo labores de instructora desde hace tres años en Baeza, aunque su vinculación a la enseñanza se remonta al año 2003. Desde sus inicios ha impartido cursos de formación, entre los que destaca 'Competencias Digitales' o 'Tiro', además forma parte del Tribunal de Idiomas de la Guardia Civil.
Cuando habla de la carrera de la Guardia Civil, resalta que es una etapa muy exigente que requiere disciplina y trabajo diario, «sin embargo, puede ser muy satisfactoria a nivel personal y es el paso previo a ejercer como Guardia Civil». La sargento primero incide en los valores que se inculcan durante el periodo de formación y que acompañarán al alumno durante toda su carrera. «Aparte del esfuerzo, la constancia, para ser Guardia Civil se necesita tener una gran vocación de servicio».
Como cualquier otra profesión, los planes de estudio de la enseñanza de la formación de la Guardia Civil incorporan el código de conducta como instrumento para la formación en valores, principios y normas de comportamiento. «Es la guía que debe de regir en todo momento la actuación de los miembros de la Guardia Civil, al igual que el decálogo de valores que impregnan esta labor siempre al servicio de la sociedad: el honor, la integridad, la lealtad, el valor, el sentido de la justicia, la imparcialidad y neutralidad, la responsabilidad, la dignidad y el espíritu de sacrificio», señala la profesora en Normativa Militar.
Plena integración
Con esa amplia experiencia, Eugenia Núñez hace una valoración de los avances experimentados a favor de la mujer desde que ingresó como alumna hasta ahora. «Destacaría la plena integración de la mujer en la Guardia Civil, de hecho, un dato muy característico, en estos últimos años, es el interés que ha suscitado para las mismas la propia oposición». El interés de la mujer por pertenecer al Instituto Armado ha quedado reflejado con el elevado número de mujeres que poseen títulos superiores y universitarios y han entrado por mérito y capacidad; hay muy pocas sólo con estudios de Bachillerato. «Este volumen de personal femenino facilita la plena integración de las actividades propias de la institución».
«Dentro de la Guardia Civil la igualdad entre hombre y mujer es real y efectiva cuando hablamos de sueldo, a la hora de desempeñar nuestras funciones o de acceder a las distintas escalas por mérito y capacidad, así como en el acceso a las distintas capacidades», agrega. La igualdad de trato es un principio en las Fuerzas Armadas y en la Guardia Civil, que se aplica, de conformidad con lo previsto en la LO 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, en el acceso, en la formación y en la carrera profesional de la Guardia Civil.
Después de 35 años, la mujer ha accedido a casi todas las especialidades, aunque hay algunas en las que le ha costado más trabajo por su condición física. «En algunas unidades de élite como la de especial intervención, como el GAR -Grupo de Acción Rápida, preparados para la detención de elementos terroristas y la ejecución de operaciones que entrañen riesgo- o la U.E.I. -especializada en toma de rehenes o secuestros-. Estas actuaciones requieren, lógicamente, unas condiciones físicas superiores a la media, cuesta mucho más acceder por nuestra condición física», matiza Eugenia, insistiendo en que siempre va a ver una diferencia entre el hombre y la mujer «es nuestra condición humana, eso va a existir toda la vida».
En cuanto al lenguaje inclusivo, Eugenia dice con rotundidad que sí se utiliza, respetando, siempre, las normas de la Real Academia Española (RAE). Así para los empleos se usa el artículo femenino o masculino delante, «igual que decimos la juez o el juez, la médico o el médico, en este caso sería la sargento, la teniente o la capitán».
La mentalidad de la sociedad hace 30 años no es la de ahora, ha ido evolucionando y cambiando. La mujer ha ido ocupando puestos de responsabilidad en todos los ámbitos de la sociedad. En los primeros tiempos, Eugenia protagonizó alguna que otra anécdota por el hecho de ser mujer Guardia Civil. «Recuerdo cuando estuve destinada en Canarias, en Lanzarote y en La Palma, cuando salíamos a patrullar dos mujeres, muchas veces nos paraban personas mayores y nos decían '¡viva la Guardia Civil!', y se emocionaban diciendo lo orgullosas que estaban de nosotras y que ojalá ellas hubieran podido trabajar en su época».
¿Qué hay de la conciliación familiar? Se ha trabajado mucho en ese sentido. «De hecho muchas de nosotras somos guardias civiles y madres. Hablando con compañeras de las primeras promociones me comentaban que tuvieron más dificultad a la hora de criar a sus hijos por la incompatibilidad con el servicio. Pero desde que yo entré en la Guardia Civil la conciliación familiar es un hecho, si bien es cierto que es más fácil en unos destinos que en otros por cuestiones de servicio». Prueba de ello es que Eugenia tiene una niña de cinco años que ya ha expresado que quiere seguir los pasos de su madre.
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