Casi 2,4 millones de citas se han perdido en lo que va de año por plantones al médico de Atención Primaria en Andalucía

Los datos facilitados a ABC por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía hablan por sí solos. En Medicina de Familia se solicitaron 28.727.172 citas en el citado periodo, de las que 1.991.531 se desperdiciaron porque habían faltado los pacientes. Representan el 6,9 por ciento de las consultas que se piden en la especialidad más demandada en Atención Primaria, que es la puerta de entrada al sistema sanitario.

En Pediatría, el absentismo es aún mayor. Una de cada diez citas que se programan se pierde por la incomparecencia del ciudadano, que en cifras se traduce en 399.163 consultas perdidas de las 3.916.065 que se programaron. Las consultas concertadas que no se utilizan también afectan a la Enfermería: entre enero y agosto se perdieron 1.794.724 de las 21.112.588 que se habían demandado, que suponen el 8,5 por ciento.

En comparación con el mismo periodo del año 2023, los pacientes que faltan a su cita con el médico de cabecera han descendido levemente. Entre enero y agosto del pasado ejercicio, se perdieron el 7,13 por ciento de las consultas programadas con el médico de cabecera: 2.036.599 de un total de 28.546.585. En Pediatría se quedaron colgadas el 10 por ciento de las citas, que son 410.292 en total. En Enfermería no pudieron aprovecharse por otro usuario 1.872.053 consultas, que suponen el 8,79 por ciento.

El incumplimiento de los usuarios del SAS cuesta miles de euros a la sanidad andaluza. Teniendo en cuenta que la jornada laboral mínima es de siete horas y que cada médico de Familia atiende a 35 pacientes a los que dedica una media de diez minutos por cita, se perdieron un total de 23.906.840 minutos por el absentismo de los pacientes. Traducido en horas, significa que se habrían quedado sin utilizar casi 400.000 (398.447, para ser exactos). Como la jornada anual tipo alcanza las 1.540 horas anuales entre los facultativos del SAS —cuando no prolongan su jornada por la tarde—, esas horas perdidas en los ocho primeros meses del año equivalen al trabajo de 258 médicos. Son consultas que no se realizan porque los ciudadanos registrados han faltado.

La nueva consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, que se estrenó hace cincuenta días en el cargo, ha llamado a la concienciación de los pacientes para hacer un uso responsable de los recursos sanitarios. Apostó por «incidir en la educación» para no colapsar el sistema. «El catarro común, sin una patología de base, es algo por lo que quizás no hay que ir al médico», expuso, a modo de ejemplo, cuando le preguntaron por ello la pasada semana en una entrevista en Canal Sur Radio.

Su departamento prepara campañas para informar al usuario de los recursos con los que cuenta en su centro de salud y aboga por el refuerzo de las consultas de Enfermería para aliviar la demanda. Hernández quiere «darle una vuelta» a la Atención Primaria, empezando por promover hábitos de vida saludables para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas.

En Salud son conscientes de que hay determinados pacientes que no se presentan a su cita y han tratado de ponerle freno con mensajes de sensibilización publicados en las redes sociales. En ningún caso barajan medidas sancionadoras o de otro tipo, como sí ha hecho el Sistema Navarro de Salud o ha anunciado el Gobierno de Francia, que propone multar con cinco euros a los pacientes que falten a una consulta médica y no avisen con una antelación mínima de 24 horas.

El pasado mes de enero, siendo consejera de Salud Catalina García, su departamento utilizó su cuenta en X para lanzar un aviso a los usuarios que no cancelan consultas. «Si no vas a acudir a tu cita, anúlala. Otro paciente lo agradecerá. Recuerda, mañana puedes ser tú el que necesite esa cita», difundía entonces en la citada red social, tras recordar que sólo en 2023 se perdieron 2,8 millones de consultas por este motivo. Esta llamada a la responsabilidad se ha replicado en otras cuentas oficiales de la sanidad andaluza con mensajes parecidos. «Si no puedes asistir a tu cita médica, permite que otra persona sea atendida. Anúlala. Sé responsable», publicó el Distrito Sanitario de Poniente en febrero de 2023.

El absentismo de los pacientes viene de antiguo. En el año 2012, cuando la actual ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, era consejera de Salud, también se trataba de disuadir a los usuarios incumplidores. «¿Tienes una cita médica y no puedes acudir? Llama a #Salud Responde al 902 505 060 y anúlala, otros pacientes te lo agradecerán :)», advertían en el antiguo Twitter. El problema persiste doce años después.