Los médicos de Andalucía confirman la huelga del 13 de junio ante la «inaceptable» postura del Ministerio de Sanidad

«A pesar del esfuerzo negociador del Comité de Huelga», explican en un comunicado, «el Ministerio de Sanidad apenas se ha movido de su posición inicial». Es cierto que les presentaron el borrador de un nuevo Estatuto Marco, pero a su juicio éste «no solo no mejora la precariedad de nuestro colectivo, sino que en algunos aspectos la empeora».

En este sentido los profesionales no entienden que deba ser «obligatoria la exclusividad para los médicos especialistas en sus primeros cinco años de contrato en la sanidad pública y para los jefes de servicio» y tampoco comparten que vaya a entrar en vigor «un sistema de clasificación profesional que nos equipara al resto de los graduados, devaluando la formación y la responsabilidad específicas de nuestro colectivo».

Por otra parte, los médicos se quejan de que en el texto normativo no haya referencia alguna «a la regulación de la jubilación y al cómputo de las horas de guardia a estos efectos».

En ese sentido, el Comité de Huelga critica también que la jornada laboral que plantea Mónica García antepone «las necesidades asistenciales a la protección de la salud del facultativo y a sus derechos laborales». Hablan incluso de un choque con la jurisprudencia europea respecto al desequilibrio entre tiempo de trabajo y descanso.

De hecho, la configuración semanal apenas difiere con el actual Estatuto Marco. Se mantiene el máximo de 45 horas semanales en cómputo cuatrimestral, a las que hay que añadir otras cuestiones como las guardias obligatorias, lo que termina resultando en «60-70 horas» semanales «con excesos de jornada pagadas por debajo de la hora ordinaria».

El colectivo reclamaba al Ministerio una jornada semanal tope de 35 horas, y que la Administración negociase todos los aspectos de un exceso de jornada «nunca por debajo del valor de la hora de jornada ordinaria».

En general, el discurso que enarbolan los sindicatos pasan por brindar una mayor conciliación familiar y, por ende, descanso, y por dotar de estabilidad sus jornadas laborales. Y es que, ante lo que consideran «derechos básicos», afean que no suelen conocer con la suficiente antelación su «cuadrante de trabajo o las «reducciones de jornada».

Las metas van igualmente a largo plazo. Por ejemplo, aspiran a «una jubilación flexible y voluntaria entre los 60 y los 70 años», que se reconozca la «penosidad que permita la jubilación anticipada sin penalizaciones» y que las horas de guardia computen.

«Reclamamos una clasificación profesional que reconozca nuestra cualificación y responsabilidad específicas, un modelo de compatibilidad, común para toda España, que no conlleve merma retributiva alguna», explican en el comunicado conjunto al que ha tenido acceso ABC.

Ahí también denuncian que sus derechos a menudo están «sometidos a la discrecionalidad de la dirección» y exigen al Gobierno que se establezcan «criterios objetivos de sobrecarga laboral que conlleven medidas obligatorias que protejan nuestra salud».

Sin embargo, teniendo en cuenta que aunque los representantes del Ministerio hayan «tomado nota de nuestras reivindicaciones», los profesionales temen que no «vayan a trasladarlas a su próxima propuesta», pues «nada sugiere que se vaya a producir un cambio sustancial en su actitud de menosprecio y su voluntad de mantener la explotación laboral de nuestro colectivo».