Manuel Chaves ataca a los jueces del caso ERE: «No vieron o no quisieron ver algo que se aprende en las facultades de Derecho»

El expresidente de la Junta vuelve a la sede del PSOE andaluz para mostrarse «orgulloso» de su gestión y se presenta como víctima de una «operación política y mediática» para «echar lodo sobre nosotros» y expulsarlos del poder

Manuel Chaves, este jueves en la sede del PSOE andaluz en presencia de Juan Espadas j.M. serrano

El expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves ha salido al contraataque después de que la mayoría progresista que controla el Tribunal Constitucional (TC) le haya quitado «la losa política» que tenía encima, como se ha referido él mismo a su condena por ... el caso de los ERE fraudulentos tras la anulación parcial de su pena. En una comparecencia ante los periodistas en la sede del PSOE andaluz en Sevilla, se ha presentado como víctima de una «operación política y mediática con ropaje judicial» que tenía como objetivo «tumbar el gobierno del PSOE» en la comunidad autónoma.

El máximo responsable de la Junta de Andalucía durante casi 19 años (1990-2009) y secretario general del PSOE andaluz durante otros 16 (1994-2010) ha regresado este jueves a la que fuera su 'casa' para reivindicarse él y también evocar con «orgullo» su legado, que ha calificado, sin un ápice de modestia, como «los 30 años de gestión más brillantes que ha tenido Andalucía», a pesar del desvío masivo de fondos públicos que tuvo lugar en la Consejería de Empleo durante su mandato, un caso de corrupción que sigue dando lugar a condenas en la Justicia andaluza.

En una comparecencia ante los medios de comunicación en la sede del PSOE andaluz en la calle San Vicente de Sevilla, donde ha estado arropado por su líder, Juan Espadas, Chaves ha insistido una y otra vez en que ha habido «operación política y mediática para borrar los 30 años de gestión de su partido» construida con «bulos, mentiras y acusaciones falsas» de las que hizo responsable al PP y a los medios de comunicación, pero también cargó contra los jueces. El objetivo era «echar lodo sobre nosotros» y desalojar al PSOE del Gobierno andaluz tras 36 años y medio en el poder, según ha proclamado.

Blandiendo la munición jurídica que le ha dado el TC, el exdirigente socialista ha defendido que «no hubo ninguna confabulación política de presidentes de la Junta, de consejeros y de altos cargos para delinquir o para que otros delinquieran». Dándole la vuelta al relato judicial, ha asegurado que «si hubo una confabulación política fue precisamente contra el gobierno socialista de la Junta».

El órgano de garantías presidido por Cándido Conde-Pumpido, que fue fiscal general del Estado con gobiernos del PSOE, ha estimado en parte los recursos de amparo interpuestos por Manuel Chaves y José Antonio Griñán contra sus condenas en el caso ERE por prevaricación en el primer caso (nueve años de inhabilitación) y por prevaricación en concurso medial con un delito de malversación en el segundo (seis años de prisión y 15 de inhabilitación). El TC entiende que se vulneraron sus derechos a la legalidad penal y la presunción de inocencia a la hora de imputarle determinados hechos, pero mantiene que algunas de las conductas de ambos han sido delictivas y ha ordenado a la Audiencia de Sevilla que dicte nuevas sentencias aplicando rebajas a sus sanciones penales.

En la comparecencia pública del expresidente andaluz no hubo espacio para los matices y se presentó como completamente inocente y blanco de una «operación» para «erosionar» a su partido en la que, según ha explicado, también participaron los jueces que lo investigaron, lo juzgaron y lo condenaron, a los que quiso aleccionar sobre Derecho Administrativo. «Los jueces de instrucción, la Audiencia de Sevilla y el Tribunal Supremo no vieron o no quisieron ver algo que se aprende en las facultades de Derecho, que una ley por su propia definición no puede ser ilegal», ha subrayado, para apostillar a renglón seguido que «un proyecto de ley validado por el Parlamento no es ilegal, no es constitutivo de delito».

El que fuera diputado del PSOE en el Congreso por Cádiz hasta mediados de 2015, tiene el doctorado en Derecho y en su juventud compartió despacho laboral con Felipe González. Pero su principal dedicación, que ha ocupado hasta 38 años de su vida, ha sido la política activa hasta que el caso ERE puso fin abruptamente a su carrera. Su partido forzó su dimisión tras su imputación en el caso ERE en el año 2015 y un año después se dio de baja como militante.

Chaves insiste en que no sabía cómo se daban las ayudas

El TC ha dado un giro inesperado al caso ERE declarando nula parte de la pena de Chaves porque considera que la elaboración de los anteproyectos de ley y su aprobación como proyectos de ley no puede ser constitutivos del delito de prevaricación.

En las cuentas autonómicas se incluía un programa de ayudas que distribuyó 680 millones de euros sin ningún procedimiento que lo regulara, sin publicidad y sin fiscalización, lo que provocó el desvío de fondos públicos a fines distintos al que estaba determinado. Intrusos, comisionistas y aprovechados, más de 70 de ellos allegados a cargos del PSOE, obtuvieron también un lucro económico o político a costa del fondo de los ERE.

Preguntado por los casos de fraude que están condenando los tribunales en piezas separadas de esta macrocausa de corrupción, Chaves ha insistido en su completa ignorancia sobre el manejo del dinero que estaban haciendo sus subordinados. «Lo que estaba ocurriendo en el Consejería de Empleo yo no lo sabía», ha recalcado. «Si alguien se apropió del dinero de forma ilícita, que lo pague», ha añadido.

El expresidente andaluz ha insinuado que los jueces, al menos en el inicio del proceso, se prestaron al juego político: «Hubo interferencias políticas que condicionaron el proceso» de los ERE y que desembocaron en una «acción judicial prospectiva, universal y una causa general» contra la gestión de su partido, ha explicado después, a preguntas de los periodistas.

«Sánchez me ha llamado para felicitarme»

Chaves también ha revelado que el pasado miércoles por la tarde le llamó el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para «felicitarme y darme la enhorabuena», tras una jornada ajetreada en el Congreso en la que planteó su propuesta de regeneración para atacar a los que denominó como «pseudomedios» difusores de falsas noticias. Sánchez le pidió que transmitiera su felicitación al resto de condenados (hasta 15 ex altos cargos socialistas de la Junta) que han salido de la prisión o han visto anuladas sus penas de inhabilitación tras obtener el amparo del Constitucional.

Las críticas más duras estado dirigidas al PP, al que el antiguo líder del PSOE andaluz ha acusado al PP de desplegar una «estrategia de deslegitimación» del órgano de garantías, que es «también una manera de deslegitimar a la propia Constitución Española», y de «difamar a los magistrados».

A este respecto, el expresidente de la Junta ha esgrimido que la magistrada que ha redactado los borradores de las sentencias que se han dictado ante los recursos de amparo como el suyo, Inmaculada Montalbán, «fue designada ponente por sorteo cuando el TC tenía mayoría conservadora, y fue el propio presidente» de dicha corte, también «conservador, el que concentró todos los recursos que habíamos presentado en la ponente», por lo que niega que ésta fuera «nombrada por el PSOE».

No ha podido montar un «observatorio político»

En clave más personal, el expresidente andaluz ha confesado que ha sentido «mucha tristeza» durante el proceso porque «lo que ha ocurrido no tenía que haber ocurrido». «Acabo de cumplir 79 años y he perdido muchos años», se ha lamentado Chaves. En la cuneta se han quedado algunos proyectos que había madurado para sus últimos años de carrera política. Antes de su condena por el caso ERE tenía en mente impulsar «un observatorio político», pero cree que han pasado los años y ya no lo podrá montar. No obstante, ha reiterado su deseo de «trabajar» para el PSOE andaluz «en lo que quiera Juan (Espadas) y la dirección» regional.

«Fuimos condenados por aprobar proyectos de ley que después fueron validados por el Parlamento de Andalucía. Y ésta fue o ha sido la clave de bóveda que ahora ha desmontado» el TC, ha manifestado. Tras presentar un recurso de amparo, el TC ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla del 19 de noviembre de 2019, ratificada después por el Tribunal Supremo, por la que Chaves fue inhabilitado durante nueve años por un delito continuado de prevaricación en el caso de los ERE fraudulentos.

Siete magistrados del órgano de garantías elegidos a propuesta del PSOE, frente a cuatro votos en contra del ala conservadora, han instado al tribunal sentenciador a dictar una nueva resolución rebajando la pena impuesta tras considerar que son insuficientes las pruebas que lo incriminaban por el reparto arbitrario de 680 millones de euros en ayudas entre empresas durante los años 2000 y 2009, en una decisión que numerosos juristas ven insólita por extralimitarse en sus funciones. Concluye que se vulneraron sus derechos a la legalidad penal y a la presunción de inocencia, pero no admite su amparo en todos los casos, por lo que Chaves sigue estando condenado.

El expresidente andaluz ha restado hierro al hecho de que el TC mantenga algunos hechos considerados delictivos y prevaricadores en su comportamiento. «El TC deja clara la nulidad de las sentencias de la Audiencia de Sevilla y del Tribunal Supremo», ha rebatido a preguntas de los periodistas. Ninguno de los condenados ha sido absuelto y corresponde ahora al tribunal sevillano dictar una nueva sentencia tras la doctrina del TC.

El órgano presidido por Cándido Conde-Pumpido no exculpa a Chaves en las modificaciones presupuestarias de 2000, 2001 y 2004, porque «se adoptaron con infracción de la normativa presupuestaria entonces vigente». Sin embargo, sí se considera contraria al derecho a la legalidad penal la condena por haber participado en la aprobación de las modificaciones presupuestarias realizadas al amparo del nuevo sistema de presupuestación aprobado por el Parlamento de Andalucía a través de la ley de presupuestos. Su recurso se ha estimado por ello parcialmente.

Un acto simbólico en la sede del PSOE andaluz

Su regreso a la sede del PSOE andaluz ha estado cargado de simbolismo. Coincidiendo con su procesamiento en el caso ERE en junio de 2016, Chaves tomó una decisión dolorosa: entregar su carné del PSOE, donde había militado desde 1968, y apartarse de la organización que había dirigido durante 16 años y de la que llegó a ser presidente en la ejecutiva que dirigía José Luis Rodríguez Zapatero.

La implicación de Manuel Chaves en el caso ERE, por el que fue juzgado y condenado en 2019, hizo que el PSOE andaluz eliminara cualquier recuerdo sobre su labor al frente del partido. Antes de llegar a la Junta, había sido ministro con Felipe González y, después de dejar la Presidencia autonómica, vicepresidente en el gobierno de Zapatero. Manuel Chaves había sido borrado por completo de la memoria del PSOE tras su imputación, aunque, a diferencia de su sucesor en la Junta, José Antonio Griñán, él se dejaba ver en algunos actos institucionales en Sevilla. En el último, el pasado 13 de junio, acompañó en la primera fila a su amigo Felipe González, presidente del Gobierno de España desde 1982 a 1996, con motivo de su nombramiento como Alumni de Honor por la Universidad de Sevilla.

Con Felipe compartió despacho laboralista. Chaves fue uno de los protagonistas de la famosa 'foto de la tortilla' tomada en 1974 en los pinares de La Puebla del Río, al sur de la provincia de Sevilla, que congregó a los dirigentes del 'clan andaluz' que acabarían alcanzando el Gobierno en las elecciones de 1982. Aparte de Chaves y Felipe González, en aquella fotografía campestre estaban Alfonso Guerra, Carmen Romero o José Antonio Barragán.

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