Van a ver el amanecer en este famoso lugar de Brasil y se sienten estafados: «¿Por qué nos hemos levantado a las 4 de la mañana?»

La pareja de influencers decidió unirse a un tour guiado para ver el amanecer en la famosa playa de Copacabana, una experiencia que prometía ser idónea para compartir con sus miles de seguidores. Para ello, tuvieron que levantarse a las 4 de la mañana, pero lo que no imaginaban es que este viaje tan exclusivo se convertiría en una especie de tour masificado en plena madrugada.

«¿Por qué nos hemos levantado a las 4 de la mañana aquí en Río de Janeiro?», preguntaba Natalia, claramente sorprendida por la multitud que ya estaba en la playa cuando llegaron. Aunque su tono era de broma, no pasó desapercibido el desánimo al enfrentarse a un panorama completamente distinto al que habían imaginado.

Lo que en principio parecía una actividad tranquila, se convirtió rápidamente en una experiencia agobiante, con decenas de turistas apiñados en la playa. «Parece que los malagueños han caído en la trampa para turistas», añadió Natalia, con un tono irónico y, a su vez, inquisitivo, como si estuviera en medio de un reportaje de investigación.

Carlos, por su parte, no tardó en comentar sobre la gran cantidad de gente que se encontraba allí: «Hay muchísimos más grupos, en la cola debe haber como unas 100 personas». Y aunque el ambiente festivo y animado podría ser divertido para algunos, la experiencia no era exactamente lo que habían anticipado. La verdadera sorpresa vino cuando intentaron capturar ese perfecto amanecer para sus redes sociales.

«¿Cuánta gente va a salir en mi foto y, ¿voy yo a ver el sol?», se preguntaba Natalia con tono irónico. La frustración era palpable, pues la visión de un amanecer solitario sobre la playa se había convertido en una marea de turistas que dificultaba incluso la toma de una buena fotografía.

Carlos, mientras tanto, se quejaba entre risas: «Nos estamos pegando bombazos todos aquí, ¡no le hagáis más caso a TikTok!», exclamó, haciendo un claro llamado a sus seguidores: «No veáis las cosas y vayáis de cabeza. No lo hagáis, que se han quedado con nosotros, he tenido que venir yo aquí para que se queden conmigo».

Y mientras el sol comenzaba a alzarse en el horizonte, con la luz dorada bañando la playa de Copacabana, Natalia no podía evitar preguntar: «Ahora que hemos llegado ya hasta aquí, quiero saber tu opinión, ¿lo harías o te quedarías durmiendo?». La pregunta, cargada de humor y frustración, resume perfectamente lo que muchos turistas experimentan cuando buscan la experiencia perfecta pero terminan atrapados en las expectativas creadas por las redes sociales.