La verdad sobre Tívoli según 'Sandokan': «El parque es mío porque nadie me ha pagado una peseta»

«El parque es mío porque nadie me ha pagado una peseta» , ha asegurado el empresario ante los medios de comunicación arropado por sus hijos José María y Esther. Gómez ha explicado que llegó a un acuerdo con Tremón para venderle un paquete de propiedades valoradas en 380 millones de euros para ganar liquidez tras su imputación en el caso Malaya, entre las que se encontraba el parque.

En el transcurso de la operación y las gestiones notariales, los hijos del empresario llegaron a un acuerdo con Tremón para vender Tívoli por 25 millones de euros y el grupo inmobiliario, según Gómez, consigno en la notaria 15 millones en pagarés y otros 2,5 millones en concepto de IVA. Pagarés que asegura- retiraron de la notaría seis meses después tras frustrarse la salida a bolsa del grupo.

«Desde 2007 me debe 17 millones de euros, y encima se pone a decir que el parque es suyo» , ha señalado con indignación el cordobés, que se hizo en 2004 con el parque, icono turístico de la Costa del Sol desde su creación en 1972 por la familia Olsen. El empresario ha anunciado en la rueda de prensa que van a presentar una nueva demanda contra el grupo para que se declare la nulidad de la compraventa precisamente por la retirada de esos pagarés.

Pese a las sentencias que dan la titularidad del parque a Tremón, el litigio por la propiedad aún está vigente puesto que hay recursos por resolver interpuestos por Rafael Gómez. En estos momentos, el parque está en concurso de acreedores desde el verano pasado, por una deuda de 7.000 euros por unas costas que el empresario ya ha consignado y que -espera- sirva para que le devuelvan la propiedad que según él le pertenece.

Aún así, la batalla judicial no es el único nubarrón que se cierne sobre el parque. Sobre la Compañía Internacional de Parques de Atracciones S.A. (Cipasa), sociedad gestora del parque pesa una deuda de 11,5 millones de euros , la mayoría por impagos a Hacienda y a la Seguridad Social. Un problema al que -asegura la familia Gómez- ya se estaba haciendo frente antes de entrar en esta situación. «El último año estábamos pagando el corriente y también la deuda», ha subrayado José Luis Gómez, «eso se alegó para no entrar en concurso, y aún así se nos instó».

La voluntad del cordobés es que el parque reabra sus puertas «en 15 o 20 días» para poder devolver el empleo al más de un centenar de trabajadores que se quedarían sin ingresos de quedar clausurado este verano. Pero la pelota no está sobre su tejado. La decisión está en manos del administrador concursal, al que Rafael Gómez acusa de no querer retomar la actividad pese a que su propio informe, entregado en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Málaga, dice que el parque es rentable.

El empresario ha asegurado que nunca ha querido especular con los suelos del Tívoli y que la familia se encuentra en condiciones de hacerse cargo de los arreglos necesarios para poner en marcha el recinto. Aunque sigue autoproclamándose como su propietario, confía en que la justicia le devuelva de forma oficial tanto la propiedad como la gestión.

Rafael Gómez 'Sandokán' cumplía condena por fraude fiscal en tercer grado desde 2019 y en noviembre del año pasado se le concedió la libertad condicional anticipada por su edad. El que fuera fundador de la promotora y constructora Arenal 2000 ha reaparecido como el 'mesías' de un parque de atracciones que en su día fue objeto de todas las miradas por acoger artistas de la talla de Montserrat Caballé, Julio Iglesias, Lola Flores o Rocío Jurado, y cuya supervivencia pende hoy de un hilo.