Vecinos de Genalguacil: desplazados por un incendio y atrapados por una riada

Las lluvias aumentaron el caudal hasta el punto de saltar el pequeño puente, que no es más que unas tuberías con un paso de hormigón que se anega cuando llueve. Así, según estimaciones del Consistorio, medio centenar de personas se han quedado encerradas en el bosque. «Quizá sean más. En las casas no sabemos cuánta gente hay» , afirma Miguel Ángel Herrera, alcalde del municipio.

Los casos como los de Silvia son habituales. Son muchos los vecinos que viven en fincas en la montaña. « Estamos acostumbrados . No es un problema. En mi caso fui la semana pasada al médico, porque tengo un problema cardiaco. Hicimos la compra, gasoil para el generador, leña y hasta medicamentos para una semana», explica esta alemana, quien lleva ya tres días atrapada en la sierre. «Van a tardar el liberar el paso dos o tres días más» , asevera.

Algo que no importa a Heico Hunold, puesto que reconoce que se fue a vivir a esa garganta en la montaña del Valle del Genal para estar tranquilo y aislado. «Tenemos todo lo que necesitamos. Aquí estamos bien. El único problema es los medicamentos de los más ancianos , pero creo que tienen suficiente», reseña Heico.

A este alemán, el pasado septiembre, el fuego se le quedó a sólo 500 metros de su finca . «Estaba en Alemania y me vine en coche», recuerda Heico, quien añade que estos días ha bajado a ver a sus vecinos más cercanos y al río, para ver cómo estaban y si necesitaban algo. Así ha podido comprobar que, por culpa de la riada, ha habido quien ha perdido hasta el 80% de la finca.  

«Hasta los más mayores dicen que es cosa del cambio climático, que hemos pasado un incendio a una sequía y ahora estas lluvias» , añade el alemán, quien reseña que los vecinos «están bien». «Estas personas que han decidido vivir en el campo y están preparadas para estas cosas, si no hay una emergencia , nadie se cae, se corta o le da un infarto, no va a haber problemas», sentencia Heico.

Entre los atrapados hay alemanes, italianos, franceses o españoles que tienen su finca en la zona. Curioso es el caso, por ejemplo, de Milagros, cuyo marido se ha quedado a un lado del río y ella al otro en pueblo. La lluvia sorprendió al esposo en el campo.

En su finca estaba también Fernando Serrano con su familia, cuando los corrimientos de tierra en la carretera hacia Peñas Blancas lo dejaron aislado. «No es la primera vez ni va a ser la última. Sólo tardaron 24 horas en liberar la carretera» , señala este vecino, que vive a este lado del puente que se ha desbordado y que ya transita con normalidad.

Las riadas de esta semana son otro golpe al patrimonio natural de Genalguacil, en el mismo punto donde el incendio de Sierra Bermeja calcinó el bosque . «Tenemos afectados caminos, carreteras, puentes y el suministro de agua, que se ha bloqueado», señala Miguel Ángel Herrera, quien recuerda como el pueblo también se quedó sin agua por la contaminación de ceniza durante el incendio.