De transportar droga a vigilar el Estrecho de Gibraltar: Así es el 'narcodrón' que quiere la Policía para combatir a los traficantes

El agente aseguró que esta aeronave ofrece un sinfín de posibilidades en el control del tráfico de drogas entre Marruecos y España por las costas de Andalucía. El Ministerio de Defensa creó a principios de año en Badajoz el 233 Escuadrón del Ala 23 , que desde el pasado febrero cuenta con los cuatro drones MQ-9 Predator B y tres cabinas de vuelo para pilotarlos remotamente desde el suroeste peninsular. Un equipamiento adquirido tras aprobarlo el Consejo de Ministro en 2015. Su misión es controlar tanto el Estrecho de Gibraltar como los pasos de Canarias a África en temas de migraciones o tráfico de drogas. Tras pagar 158 millones de euros por los drones , estará operativo en 2022 .

A ese dispositivo, la Policía Nacional de Málaga quiere sumar este dron incautado a los narcos el pasado 15 de junio, que puede ser equipado y completar misiones de control, patrulla, vigilancia, seguimiento… Muchas posibilidades dependiendo del equipo con el que se dote a este aparato, que había sido modificado por una banda de traficantes franceses para cargar grandes cantidades de droga. Según las Policía Nacional, e staba hueco y podía traer a España en un viaje entre 30 y 150 kilos de hachís, marihuana o cocaína .

El aparato fue definido este martes como un «dron profesional modificado de largo alcance». La aeronave es de fabricación china. Por la tecnología con la que volaba y se podía equipar el precio puede oscilar entre los 30.000 y los 150.000 euros . Se puede manejar con un mando, lo que requiere una logística mayor, pero también de forma remota. En este modo, con un ordenador se le señala el punto de partida y el de salida, así como los parámetros de distancia, altura, velocidad o la ruta a seguir . En ese punto, los narcos los usaban para ir de forma autónoma a Marruecos, recibir la carga y regresar en cuestión de minutos sin tener grandes riesgos.

Según los detalles técnicos, el dron puede volar a baja altura para no ser detectado por los radares y sistemas de control. Con 4,35 metros de envergadura es totalmente desmontable, lo que mejora su transporte para vigilancias o seguimientos en caso de habilitarse su uso para la Policía. «En el patio de la comisaría lo hemos metido por una de las puertas», señaló Bardón, para dibujar la idea de la flexibilidad de este vehículo sin conductor de última generación.

Alcanza una velocidad de 170 kilómetros por hora gracias sus tres motores. La aeronave está impulsada primero con dos eléctricos para su despegue en vertical . Así subía al cielo desde un chalet de Almáchar en plena Axarquía de Málaga. Un pequeño pueblo en la sierra, pero cerca del mar y con buena visibilidad sobre el Estrecho, incluso se puede controlar hasta la costa marroquí con los medios adecuados.

Desde allí, una vez en el aire y a la altura que los radares no lo detectan, podía en pocos minutos cubrir la veintena de kilómetros en línea recta que separa la costa de Málaga y la de Marruecos. Ese vuelo lo hacía con un motor de combustible, que le daba una mayor potencia . Tiene una autonomía de siete horas para poder hacer rutas largas. «Podía cruzar España», sentenció Bardón sobre el aparato, que podría pasar de 'juguete' de los narcos a arma contra ellos.