Pablo Casado: «La segunda vuelta no es un baile de sillas donde se diga a los compromisarios 'recuerda quién te ha puesto'»

En ese sentido, aseguró que su candidatura quiere una renovación del partido. «No estamos aquí para hacer lo mismo con los mismos» , afirmó Casado, quien marcó como meta «un partido fuerte con 11 millones de votos, donde haya más sitio en el que desplegar la vocación política y los compromisarios tengan una responsabilidad importante». Para ello, llamó a convencer a todos de un proyecto «ganador e integrador» que vuelva a convencer «a los tres millones de personas que dejaron de confiar en el PP».

Para esto, recetó cohesión y valores. «Se puede contar con todo el mundo. No se debe excluir a nadie, sobre todo a los que ganan elecciones », señaló Casado delante de Esperanza Oña, cuyo partido a nivel local lleva ganando comicios en Fuengirola con mayoría absoluta desde 1991. Otro de los apoyos recibidos fue el de Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, que excusó su presencia por un viaje institucional a Nueva York. José María García Urbano, alcalde de Estepona con mayoría absoluta desde 2011, también compartió el llamamiento de Esperanza Oña sin posicionarse. No es casualidad la elección de Fuengirola, ya que en una provincia volcada a favor de Soraya Sáenz de Santamaría fue, en este municipio, donde Pablo Casado venció en la primera vuelta.

«Me considero más futuro que pasado, no tengo mochilas y puedo ganar unas elecciones en base a los valores que han hecho grande a este partido», afirmó Casado, en relación a una comparación con su rival en la segunda vuelta de las primarias, a la que mandó un recado al evitar hablar de perfiles para derrotar a Pedro Sánchez . «Hablamos del partido que tenemos para ganar al PSOE. No nos configuramos con un candidato a la presidencia del Gobierno. Eso lo hace Ciudadanos», apostilló Pablo Casado.

En la lucha por los votos dijo que iba a estar muy presente en Andalucía, donde se ha decantado la balanza a favor de Soraya Sáenz de Santamaría en la primera vuelta. «Andalucía es esencial, quiero contar con muchos andaluces en la dirección nacional y que se vuelquen en esta tierra, para mantener un gobierno como el de Fuengirola», apuntó Casado.

Pablo Casado apuntó a que, tras la elección del presidente nacional, se tiene que diseñar un partido en la región que no sea «el socialismo de derechas». «Lo que hay que hacer es tener una ambición de futuro, contar con los mejores y ver que el PSOE es una fatalidad que se puede revertir », explicó el candidato, que dijo que a la comunidad autónoma «solo le falta un buen gobierno con las señas de identidad del PP».

Para conseguirlo, deberá erigirse como líder de los populares y para ello pidió una Andalucía que «no sea zona de nadie» . «Fuengirola y muchas localidades de la Costa del Sol son el ejemplo. Tenemos que venir en 2019 a conseguir mayoría suficiente para gobernar con los mejores», sentenció Casado.