Se recupera de una operación de riñón en un banco de hierro en plena calle de Marbella

Fue llevado esa misma noche al Hostal Paco en calle Peral, donde ingresó con el nombre de David Thompson. Tiene pagada la estancia en una habitación hasta 30 de diciembre . Primero en el hostal donde fue asistido tras ser encontrado en la calle y luego en la Pensión Aduar, en la calle que lleva el mismo nombre, donde se le ha abonado el resto del mes. El hostal donde se alojó inicialmente cierra por vacaciones.

Esto será mientras se espera a un auxilio por parte de Asuntos Sociales , que tiene que identificar su caso y tomar medidas. Hasta el momento se desconoce, incluso, si el nombre de los registros de los hostales es real, porque en el hospital Costa del Sol, tras una consulta de ABC, no aparecen pacientes de cirugía con ese nombre. Hasta el momento, no se tiene constancia de haya recibido ayuda o interés por su caso. Por lo que, según las familias que lo auxiliaron, a finales de este mes tendrá que volver a vivir en la calle .

Hasta entonces, David vive en la pensión que han pagado tres vecinos de la ciudad por adelantado y ya sale a pasear todos los días. Atrás quedan aquellos días que pasó recién operado en el local «Rocío» en la avenida Miguel Cano. Un pequeño portal con un mínimo tejado donde se refugió de las lluvias de finales de noviembre. Estuvo varios días tras recibir el alta médica. Una vecina se percató de su presencia y se preocupó cuando vio que había desaparecido.

Avisó a través de la plataforma «Marbella se queja» y se inició una búsqueda. La misma señora dijo que lo había visto en la plaza de los Naranjos. Al mismo tiempo, desde la farmacia que hay en este punto, se avisó a la plataforma de que había un señor mayor en un banco con una bolsa de la Junta de Andalucía y que parecía enfermo. «Llevamos una manta porque no tenía nada contra el frío» , recuerda Diego Escalona, activista de la plataforma, quien señala que pidieron una sopa a un restaurante cercano para que pudiera tomar algo caliente para cena.

Entonces, desde esta plataforma, que es muy seguida en Marbella, se hizo un llamamiento de ayuda para David, que resultó efectivo. En sólo 30 minutos había tres personas ofreciéndose a pagar un alojamiento para que no estuviera en tan precarias condiciones tirado en la calle.

Estos acudieron a la misma plaza de los Naranjos y estuvieron hablando con el vagabundo. «Dos de ellos eran ingleses y repararon en que era una persona culta y educada. Dijeron que no llevaba mucho tiempo en la calle y que tenía muchos valores y principios», afirma Escalona, que dice que el hombre les explicó que se había cambiado de sitio porque el lugar donde estaba es una calle por la que bajan los fines de semana personas bebidas, que viene de zonas de copas cercanas, y que había recibido insultos y no lo dejaban en paz.

Aquellos vecinos, tras conocer la historia, lo acompañaron al hostal para poder arreglar el hospedaje de esta persona, al que –según apunta Escalona– se le ha pedido un sitio en alguna residencia municipal o en alguna institución para personas sin recursos y si hogar, ya que David no tiene ingresos para poder ingresar en algún centro por sí mismo.