Las primeras «Femmes Fatales» llegan a Málaga

La muestra está comisariada por la directora del Museo ABC , Inmaculada Corcho, y la directora artística del Museo Carmen Thyssen , Lourdes Moreno, bajo el patrocinio de Caser Seguros y el Ayuntamiento de Estepona , para hacer recorrido por las ilustraciones publicadas por la revista semanal Blanco y Negro y por el diario ABC que muestran cómo las conquistas femeninas se asimilan en la prensa gráfica y la publicidad.

Desde el 21 de febrero hasta el 26 de mayo en la Sala Noble del Museo Thyssen de Málaga se presenta una mujer, en palabras de Lourdes Moreno, «sofisticada, chic, coqueta, urbanita y con un toque de perversidad, que juega a la seducción, vestida y maquillada a la nueva moda».

«Femmes fatales» que adoptan nuevos hábitos y conquistan roles y espacios tradicionalmente masculinos . Fuman, beben licores en cafés o asisten a salas de fiestas y teatros. El nuevo modelo femenino proyectado en Europa como «seductor y atrevido» en un recorrido entre el 1900 y 1936. Estilo de vida que se narra como «un peligro para las clases burguesas y obreras». Un imaginario colectivo, apoyado en las corrientes filosóficas y literarias, que presenta la idea de una mujer que «podía ser la perdición de los hombres» .

«Este relato se puso en marcha con intensidad, alimentado por el temor masculino a perder la supremacía y se vio reflejado en infinidad de personajes, desde la Carmen de Merimée o la Salomé de Wilde a las protagonistas del cine negro americano representadas por Marlene Dietrich o Greta Garbo», apostilla Corcho. 

En París, Nueva York o Londres, pero también en Madrid, Barcelona o Málaga, surge ese estereotipo de mujer se asomaba a las páginas de las revistas, protagonizaba carteles y, finalmente, daba el salto a la gran pantalla. Los ilustradores no tardaron en llevarlo al terreno del papel. En España, Blanco y Negro fue la pionera de la prensa ilustrada y la introductora de la modernidad femenina a todo color.

La revista apostó por divulgar la vida moderna e instaló a esta nueva mujer como protagonista de sus portadas y reportajes. «Sus autores convierten en tendencia este arquetipo femenino, influenciado especialmente por la estética parisina de los felices y locos años veinte y el arte déco, suntuoso, exótico y cosmopolita», explica Moreno. 

En la exposición están las «femmes fatales» de los dibujos de Carlos Sáenz de Tejada , Federico Ribas o Fernando Bosch . También las «flappers», una mujer joven, de falda y pelo corto que es bailarina de jazz, siempre presentes en los trazos de Salvador Bartolozzi y la «gamine», la jovencita menuda, traviesa y sexy a la vez que inocente, que inmortalizada por Roberto Baldrich .

Están los retratos de la glamurosa «drinking woman», aquella mujer que sale sola a tomar una copa, fuma y se divierte a la hora del cóctel, que dibujó Sáenz de Tejada o Rikardo con aquellas féminas modernas, pero más mortales, que reflejó con su pincel Ángeles Torner Cervera (ATC). 

Mujeres que marcaron tendencias y a los que los artistas les regalaron sus nombres, como a las «mujeres Penagos» de Rafael de Penagos , las «mujeres Ochoa» de Enrique Ochoa o las «chicas Picó», a las que José Picó dotó de inocente picaresca entre lo doméstico y lo provocador.