El Museo Ruso: de joya cultural a astilla moral para Málaga tras la invasión de Ucrania

La historia se repite y la cultura es un elemento más que lo recuerda. Un escuadrón de caballería adentrándose en los coloridos, aunque yermos, campos de la estepa rusa sirvió a Kazimir Malévich para ilustrar en 1932 a una Rusia socialista y romántica y, a la vez, retratar lo fugaz de la revolución. Hoy los equinos son carros de combate. La estepa, las tierras del pueblo ucraniano y las aspiraciones revolucionarias, no más que las ambiciones autócratas de Vladímir Putin.

'Caballería Roja' , el lienzo de este artista que nació precisamente en Kiev, se expone en las salas del Museo Ruso de la capital de la Costa del Sol desde el 5 de mayo de 2021. Fue la fecha en que la filial malagueña del museo de San Petersburgo abrió las puertas de su nueva exposición 'Guerra y paz en el arte ruso' . Una muestra grandiosa, pero tan inquietante y dramática como el escenario que Putin se ha encargado de dibujar para los ucranianos y el resto de mundo escudándose en la falsa defensa de la integridad y libertad de sus compatriotas.

La lluvia de sanciones por parte de Europa y Estados Unidos, la salida de multinacionales del mercado ruso o la firme condena de la guerra desde la esfera del deporte ponen ahora al mundo de la cultura en una coyuntura difícil. La de participar activamente en la repulsa o mantenerse de lado por el convencimiento de que arte y política nada tienen que ver.

En ese charco se mueve desde hace unos días el Ayuntamiento de Málaga. Al equipo de Gobierno continúan lloviéndole las críticas por su tibieza a la hora de abordar el futuro de la institución y el asunto ha abierto, además, otra brecha entre el alcalde, Francisco de la Torre (PP), y su concejala de Cultura, Noelia Losada (Cs). El regidor aboga por mantener incólume la colección al asegurar que «la cultura es el mejor antídoto contra la barbarie», mientras que la edil naranja apuesta por dejar en suspenso la próxima exposición .

Losada defiende que el museo continúe con su actividad habitual hasta clausurar la muestra actual, la cual ya está pagada, pero se ha mostrado claramente en contra de seguir transfiriendo dinero al Museo Estatal Ruso mientras duren los ataques a Ucrania. «La postura política que debemos adoptar debe ser inequívoca », señaló la concejala ayer martes.

A la condena se ha sumado en sus últimas declaraciones el alcalde, que hoy mismo ha pedido un minuto de silencio por las víctimas de Ucrania. Si bien, De la Torre considera que «hay que distinguir entre el pueblo ruso, el arte ruso y los gobernantes de Rusia» y ese es el argumento que emplea también para rechazar lo que ya le han pedido las voces más críticas: que devuelva la Medalla Pushkin . Una condecoración por contribuir a los vínculos entre Rusia y España que recibió en 2018 de manos de Putin, al que el regidor se ha referido como «un gobernante que no sintoniza con lo que el pueblo quiere».

También el portavoz socialista en el Ayuntamiento ha lanzado duras críticas hacia el regidor: «La equidistancia política jamás puede ser el camino para acabar con una invasión de esta magnitud», le ha reprochado Daniel Pérez, «no tiene ningún sentido estrechar lazos con el gobierno, cuando está llevando a cabo una masacre de civiles», ha insistido.

No son pocos los que reclaman una respuesta más tajante del Gobierno local y la propia Losada apuntó en un mensaje en su perfil de Twitter que «nadie entendería» en las circunstancias actuales que se pagara por una exposición rusa. El Ayuntamiento abona anualmente unos 450.000 euros , pero no en concepto de canon, sino por cada muestra de manera individual, de ahí que la edil abogue por aprovechar las 183 obras de 'Guerra y paz' hasta abril de 2022, cuando deberían renovarse las colecciones.

En cualquier caso, la edil de Ciudadanos asegura que esa medida no implicaría clausurar el museo hasta que se restaurase el orden internacional. «En ese tiempo le daríamos un contenido nuestro. Somos capaces de hacerlo», sostuvo. El alcalde, por su parte, apunta a una «pérdida de nivel» en lo cultural de acabar con la continuidad de las exposiciones. Aunque de sus manos escapa el cómo puedan afectar las sanciones europeas y el bloqueo económico y territorial impuesto al régimen de Putin en el acuerdo de Málaga con la institución cultural ligada al Kremlin.