Málaga volverá a pedir que regrese su Lex Flavia en mitad de la crisis generada por Iceta en el Arqueológico

Así lo ha confirmado a ABC la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Noelia Losada . Es una petición recurrente, pero esta vez coincide con el momento en que han saltado todas las alarmas por el 'federalismo cultural' que promueve el ministro Miquel Iceta y hace temer por la integridad de los principales museos nacionales.

No en vano. Según la edil malagueña, también sería «emblemático» que el cuadro «Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga», icono de la lucha por la libertad pintado por Antonio Gisbert y que alberga el Museo del Prado (el mismo que lo encargó) estuviera en la capital de la Costa del Sol.

«Hay elementos significativos para el patrimonio de ciertas ciudades que no pasa nada si están en ellas». Así se expresa Losada, de Ciudadanos , como argumento para justificar una decisión que aún no sabe qué forma tomará.

Exactamente las mismas motivaciones que pueden exponer en Elche, en Baza o en cualquier otro municipio que quiera la vuelta de cualquier pieza que por razones de Estado se encuentre en un museo de la red nacional. Y que parece que ahora Iceta está dispuesto a contentar.

No ha sido así siempre. El Gobierno de Mariano Rajoy desestimó en 2018 de forma tajante la petición ciudadana que se había realizado para que volvieran las piezas de bronce con la apertura del Museo de la Aduana, que en su sección arqueológica alberga las principales piezas que explican las primeras centurias de vida de Málaga como ciudad.

«No es lo mismo que si aparece una pileta de garum, de las que hay a miles. Hay piezas únicas que contextualizan toda una ciudad . La Lex Flavia Malacitana es la primera compilación de normas de Málaga, representa el nacimiento del municipalismo y se explicaría mejor en su contexto, porque quizás en el que está ahora mismo se diluya su importancia»; afirma la concejal naranja.

En realidad, todos los partidos políticos , incluyendo los que se supone tienen mayor sentido de Estado, se han sumado en alguno u otro momento a la petición de que la Lex Flavia Malacitana esté en Málaga .

Lo ha hecho el PSOE , que ha presentado incluso proposiciones no de ley, en el Congreso. También Unidas Podemos . Y el Partido Popular , cuyo grupo parlamentario realizó la consulta al entonces ministro Méndez de Vigo para tratar de apuntarse el tanto local.

Ahora, recula en parte. «Nos encantaría que la Lex Flavia estuviera en Málaga pero tenemos que pensar en el país. Y no es un buen mensaje desmantelar los distintos museos de España «, señala a ABC la diputada popular Carolina España .

Ciudadanos afirma en su programa electoral de las municipales de 2019, más ambiguo que su actual única concejal en la capital: «intentaremos que la Lex Flavia Malacitana pueda ser disfrutada alguna vez en nuestra ciudad . La original y no sólo la réplica». Lo que puede dar pie a interpretaciones de que sólo se pide una cesión temporal que tampoco ha sido nunca autorizada.

De mismo partido, el diputado Guillermo Díaz no lo tiene tan claro. Considera que debe haber un criterio técnico «y no sólo sobre lo gravoso o delicado que sea el viaje» que justifique este tipo de traslados. Que se argumente, afirma Díaz, «dónde es más útil» una pieza o una obra de arte. De lo contrario, «Ciudadanos apoyará siempre el criterio del mayor servicio a la comunidad, y no al territorio».

Pero, ¿qué es la Lex Flavia Malacitana? Se trata, nada menos, de los estatutos fundacionales de la vieja Malaca romana . La primera carta municipal que otorgó a la ciudad en el año 81 el emperador Domiciano , el último de los Flavios, por la que se daba la consideración de municipio del Imperio.

Es un conjunto de cinco tablas de bronce en el que se recoge la organización de la vida política, socia, económica y cultural de la ciudad a la manera romana. Sus 'ordenanzas' , que incluyen desde el procedimiento de elección y votación de los magistrados por parte de las asambleas populares a las normas de gestión de fondos públicos e incluso disposiciones en pro del interés urbanístico de la urbe.

Estas tablas se hallaron 1851 en el monte de El Ejido . Unos trabajadores descubrieron una gran pieza de bronce de unos 90 kilos de peso mientras excavaban arcilla y pensaron que algo de dinero le podrían sacar vendiéndola al peso.

Pero el matrimonio formado por Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore tuvo noticia del descubrimiento y las adquirió para salvarlas de la terrible fundición a la que podían estar destinadas.

Fue esta pieza precisamente la que dio inicio a la extensa colección de piezas arqueológicas que consiguieron atesorar, la Colección Loringiana , ahora en buena parte expuesta en La Aduana de Málaga.

Una compilación que decidieron vender al Estado para evitar que se desmembrase o terminase viajando a otros países . De tal manera que la Lex Flavia acabó en el Arqueológico Nacional. De donde, de nuevo, hay quien pretende sacarla.