El Gobierno andaluz come carne mechada en Benaoján emulando a Fraga en Palomares

Cuatro consejeros andaluces han estado este sábado en Benaoján comiendo carne mechada. Uno de los municipios más golpeados por la bacteria, después de un positivo en unos chicharrones que procedían de una de sus fábricas y que no es donde han estado. Este pueblo ha sido el lugar elegido para decir al mundo que los productos cárnicos andaluces son seguros. En el acto, celebrado en Icarben, una de las mayores factorias del sector, reunió a la mayor parte de los agentes del sector en la provincia, a la alcaldesa de Benaoján, Soraya García, y a la de Ronda, María del Paz Fernández, y representantes de la Diputación de Málaga.

Todos comieron y recomendaron los productos que han estado meses bajo sospecha, espantando los fantasmas de una alerta que dejó tres muertos adultos, un total de siete abortos y más de 200 afectados por listeriosis. Lo hicieron para presentar una campaña de promoción que trata de recuperar un tejido empresarial golpeado en plena campaña de Navidad, la época donde se produce la mayor parte de la facturación de estas empresas. Sólo en Benaoján hay 15 entidades que se dedican a la elaboración embutidos, carne mechada, chicharrones, lomo en manteca y demás derivados del cerdo.

«Gusto del Sur» intenta poner en valor a la tercera comunidad española productora de cárnicos y a la primera dentro del sector ecológico. En toda Andalucía hay 560 empresas con más de 24.000 empleados, que se apoyan en 12.000 explotaciones ganaderas. Industria con un gran valor de exportaciones, como demuestra el incremento de un 17 por ciento de las cifras de negocio en el exterior en el último año. «Son productos seguros» , fue el mensaje claro y rotundo que lanzó Carmen Crespo, consejera de Agricultura.

La campaña ha comenzado en redes sociales y en ferias gastronómicas con un presupuesto de 160.000 euros , que iniciará la promoción en medios la semana que viene. «Se suma toda la que se puede hacer a través de las oficinas de Extenda con aquellas compañías que tienen dimensión para vender en el exterior», añadió Elías Bendodo, consejero de Presidencia.

La Junta de Andalucía destacó el alto nivel de autocontrol que tienen estas empresas y prometió apoyarlos con subvenciones a través de los Grupos de Desarrollo Rural (GDR), porque es una industria que «arraiga la población al territorio», aseveró la consejera de Agricultura. El control sobre el sector será más exhaustivo y, como prueba, la Junta de Andalucía abrirá un segundo laboratorio de control de sanidad animal en Málaga capital, que se añadirá al ya existente en Córdoba.