El otro gran incendio de la Costa del Sol, sin juzgarse casi una década después

Fue un incendio convencional, no de sexta generación. Pero para su declaración se cumplían todos los parámetros que sitúan en alerta extrema el riesgo de generación de un fuego: más de 30 grados de temperatura, menos del 30 por ciento de humedad relativa y un viento de más de 30 kilómetros por hora . En muy poco tiempo, las llamas se extendieron por varios municipios de la provincia de Málaga y fueron necesarios varios días para su completa extinción.

¿Qué lo origino? No fue algo premeditado , como todo hace indicar que ha sido el terrible fuego de este mes de septiembre, sino una negligencia . A primeros de octubre de 2012, la Guardia Civil anunciaba la detención de un jardinero de Coín (el municipio donde tuvo su germen) como responsable de prender la fogata de restos de poda que presuntamente originó las llamas.

Esea fogata no fue apagada correctamente , se realizó sin ningún permiso ni medida de seguridad y que, dadas las condiciones meteorológicas, terminó quemando 8.225 hectáreas de los municipios de Mijas, Marbella, Alhaurín El Grande, Ojén y Monda, además del de Coín.

El fuego comenzó el 30 de agosto y estuvo activo hasta el 2 de septiembre . Como en Sierra Bermeja, los c ambios de viento y las fuertes rachas , además de las pavesas, provocaron varios frentes que hicieron muy complicado su control y posterior extinción.

El jardinero detenido trabajaba en una finca de la zona de Barranco Blanco, en Coín . Lo hacía para un ciudadano belga, dueño del terreno, que no tenía fija su residencia en el mismo y le tenía encomendadas las tareas de mantenimiento. A él se le considera responsable civil subsidiario.

Sin embargo, y pese a la premura en esclarecer el origen del fuego y su causante, casi una década después la Justicia no ha sido capaz de dictar sentencia sobre el mismo . El último paso que se ha podido dar es la calificación fiscal, que no llegó hasta el año pasado.

Al jardinero se le piden siete años y medio de prisión , acusado de un delito de incendio forestal por imprudencia con peligro para la vida , en concurso con dos de homicidio por imprudencia y uno de lesiones.

Aunque ahora será la Audiencia Provincial la que tenga que juzgar el asunto, el procedimiento lo instruyó un juzgado de Coín . Pequeño, con pocos recursos y que además ha cambiado en este tiempo varias veces de titular.

Otro de los problemas que han dilatado el procedimiento ha sido el de determinar las millonarias responsabilidades civiles , dado que existían muchísimos perjudicados. Desde las administraciones públicas a propietarios de las fincas que el fuego fue arrasando.

Así, el escrito de acusación presentado por el fiscal insta a una indemnización para los herederos de los fallecidos , dos ciudadanos alemanes, que deberían percibir 90.000 euros cada uno. Igualmente en 12,2 millones de euros los daños en montes públicos gestionados por la Junta , o en 86.856 euros el impacto producido sobre las aguas subterráneas. Además de otras indeminzaciones para los ayuntamientos de los municipios afectados, también se cifraban unos gastos generados por la extinción que superaban con creces el millón de euros.

El propietario de la finca , que como tal tendrá que responder subsidiariamente, ha presentado varios recursos , otra circunstancia que ha eternizado la causa.