Diez años buscando a Juan Antonio en la sierra de Mijas

Su desaparición se denunció el 20 de julio de 2010 , después de tres días sin noticias, que no extrañaron porque no era la primera vez que se iba a explorar la sierra de esta forma. La esperanza de la familia una década después es que esté desorientado en algún lugar, como reconoce su hermana Ana María. « L a principal hipótesis es que entrara a explorar alguna cavidad desconocida en la montaña y se quedara allí », afirma su hermana ante una imagen de Juan Antonio en el Ayuntamiento de Mijas.

Y es que este montañero era un experto espeleólogo que no dudaba en adentrarse en las grutas de la sierra para examinar su interior. Un accidente lo pudo dejar ahí. «Si es así, aparecerá algún día, cuando alguien encuentre el lugar en el que está» , añade su hermana, que no pierde la esperanza y recuerda las veces que la aparición de algún cadáver en la montaña les ha golpeado ante la posibilidad de que fuera su hermano.

A Juan Antonio se lo tragó la sierra en un punto indeterminado entre Ojén y Mijas. Su recuerdo está presente en su pueblo desde entonces. Todo el mundo sabe la historia. Los carteles con su foto llevan diez años sin dejar que decaiga ese recuerdo, pese a que su caso se archivó en 2012 . Diez años en los que se han llegado a organizar batidas para volver a buscarlo, para hallar un rastro o una pista que resuelva el enigma de qué ocurrió con este montañero. Quedadas en el monte que, cada vez, son más difíciles de montar por la falta de voluntarios .

Ahora dos exposiciones vuelven a avivar la llama. En una de ellas se repasa toda la cartelería de las actividades realizadas para mantener su recuerdo. Diez años de batidas, búsquedas, exposiciones de fotografía, cursos de rastreo con la Policía Local, guías de la sierra de Mijas o una marcha en la que la familia recibió una llamada en la que le comunicaban el hallazgo de un cadáver en la montaña de La Concha en Marbella, llevaba una ropa parecida a la que llevaba Juan Antonio cuando se fue de casa. «Nos entró vértigo, pero al final era otra persona» , señala Ana María, delante del cartel de la inauguración del «Jardín de la Esperanza», que recuerda a los cinco ausentes en Mijas . Cinco olivos con los nombres de Juan Antonio Gómez Alarcón, Amy Fitzpatrick, Francisco Ruiz Galán, Isabel Cortés Alarcón y John Martin Leach.

Esa exposición en el Consistorio se complementa con otra en la Plaza Virgen de la Peña que recuerda a 24 desaparecidos de toda España. Familias destrozadas por la ausencia, como la de Juan Antonio , que encabeza este montaje itinerante de la Fundación Europea por las Personas Ausentes. Se reflejan nombres como Caroline del Valle, la menor desparecida el 14 de marzo de 2015 cerca de una discoteca de Sabadell; el de Manuela Chavero, que se esfumó en Monasterio (Badajoz) el 5 de julio de 2016; o el cordobés Paco Molina, ausente con 16 años desde el pasado 2 de julio de 2015.

Los padres de este último se acercaron a Mijas para la inauguración de estas exposiciones, que les recuerdan que deben seguir luchando por saber qué les ocurrió a sus seres queridos. Y mientras se acaba el montaje en la plaza, moviendo imágenes, Rosa Sánchez, madre del adolescente cordobés, se fotografía junto a una frase de Ana María Matute que resume el dolor de estas familias: «Nunca hubiera podido imaginar que una ausencia ocupara tanto espacio, mucho más que una presencia» .