¿Qué fue del respirador «made in Andalucía»?

La estrategia de la Consejería de Salud contempla garantizar un depósito de 300 unidades del modelo «Andalucía Respira», que entraría a funcionar de forma excepcional en el caso de que no quedaran equipos convencionales disponibles. «En Andalucía no van a faltar nunca respiradores», ha asegurado a ABC el director gerente de la Fundación Progreso y Salud, Gonzalo Balbontín, que confirma que hay cuatro empresas de alto nivel en Andalucía preparadas para fabricar componente a componente los respiradores de cara una evolución negativa de la situación epidemiológica en la región.

El primer modelo de este equipo «made in Andalucía» llegó a finales del mes de marzo coincidiendo con la peor etapa de la pandemia. Gracias a un diseño del cirujano cardiovascular Ignacio Díaz de Tuesta y a las aportaciones de los ingenieros de la Universidad de Málaga Víctor Muñoz y Carlos Pérez del Pulgar, se consiguió sacar adelante un prototipo con materiales de fácil acceso y fuera de la línea médica. El proyecto fue acogido bajo el paraguas de la Junta y se convirtió en el mejor ejemplo del talento andaluz en medio de la crisis sanitaria.

Tras la validación del modelo por la Agencia Española del Medicamento, la planta de la multinacional Fujitsu en Málaga fabricó 300 unidades, las únicas hasta el momento. Si bien, la empresa cuenta -según Balbontín- «con el personal instruido y la cadena de montaje lista» para producir más equipos de ser requeridos por Salud. Además, confirma que el equipo de médicos e ingenieros malagueños que lo diseñó continúa estudiando cómo mejorar aún más el dispositivo, pese a ser ya un modelo «estable y robusto»

Actualmente, hay un estocaje de 270 unidades, después de que el pasado mes de junio la Junta cediera 30 al gobierno de Ecuador . El propio ministro de Salud Pública del país, Juan Carlos Zevallos, recibió los respiradores a pie de pista en el aeropuerto de Quito tras un acuerdo que se gestó en apenas diez días.

Lo que aún está pendiente es el envío de otros 130 aparatos a Centroamérica en el marco del convenio de colaboración firmado con Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Según el director de Progreso y Salud, el procedimiento está siendo más complejo al estar involucrados ocho países y no uno, como en el caso de Ecuador.

«Cada país tiene una normativa particular a nivel de productos sanitarios. En unos casos permiten la entrada de productos como este respirador y en otros tienen restricciones. Hay, por tanto, unos ámbitos legales que cada país tiene que resolver previamente», señala Balbontín.

En cualquier caso, explica que una comisión mixta constituida el 14 de septiembre y compuesta por representantes de la Junta y del SICA trabaja para que se cumpla el objeto del acuerdo, que no es otro que la cesión de estos equipos. Una vez que se aclaren todas las cuestiones técnicas y legales se procedería a facilitar los equipos cumpliendo con el compromiso de la Junta.

Mientras tanto, el equipo del Hospital Regional y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) involucrado en el proyecto mantienen conversaciones con los médicos de Centroamérica «para explicarles el funcionamiento, las piezas y parámetros del respirador y en qué condiciones deben usarse». Balbontín insiste en que es fundamental que los profesionales sanitarios de estos países, sobre todo en las UCI, «sepan que el diseño se ha realizado para casos absolutamente extraordinarios y en los que no haya un respirador convencional».

Una vez que esos 130 respiradores crucen el Atlántico, se repondría en cuestión de días la diferencia para volver a contar con el estocaje marcado por Salud. Según el gerente de la Fundación, cuentan con «capacidad productiva de sobra» y sólo la planta de Fujitsu podría fabricar hasta 300 unidades más «en menos de una semana».