La constructora Grupo Vera despide a toda la plantilla

La empresa malagueña pone en marcha el ERE que acordó en julio de 2016 cuando entró en concurso de acreedores

J.J. MADUEÑO

20/09/2017
Actualizado 21/09/2017 a las 07:32h.

Se ha decretado el cierre y los 75 empleados de Grupo Vera fueron a la calle el pasado viernes. «La empresa está preparando las liquidaciones y los pagos. Lo único que nos queda por saber es si la clausura es total o parcial», ... explica Agustín de la Torre , secretario general del sector de la construcción de Comisiones Obreras (CC.OO.). Mientras este detalle se decide y se da a conocer en una reunión, que mantendrán esta semana, los representantes sindicales y la compañía constructora, Grupo Vera ha echado la persiana al quedarse sin trabajo. Los despidos llevaban acordados 14 meses , cuando la empresa entró en concurso de acreedores. Entonces, en julio de 2016, se dio por finiquitada la actividad. «Se acordó la reubicación de toda la plantilla, pero es algo que debemos ver», añade De la Torre.

La empresa ha sido una de las más importantes constructoras malagueñas de las últimas décadas. Fue fundada por Juan Vera en 1969, que la presidió hasta 1999. Fue cuando el mando lo tomó Francisco Vera , que falleció el pasado 14 de junio . Cuando el imperio se había tambaleado, pero una entrada de trabajo le sirvió de respiración asistida. Ya estaba en concurso de acreedores. Según CC.OO., en julio de 2016 fue nombrado el administrador de la empresa y dejó de estar en manos de la familia, cuyo apellido fue la reseña en gran parte de las obras de la provincia. En su haber está la edificación de más de 3.000 viviendas en la Costa del Sol , puertos deportivos o polígonos industriales.

Lo que fuera Construcciones Vera se diversificó y surgió el grupo que pasó a gestionar campos de golf, hoteles, apartamentos turísticos o centros deportivos. Mientras tanto, se ocupaba de obras emblemáticas como la rehabilitación de la Casa Natal de Picasso o el Palacio de Carlos V en La Alhambra. Construyó desde edificios de la Universidad de Málaga al Parque Cementerio de Málaga, pasando por las líneas 1 y 2 del metro de la capital de la Costa del Sol, carreteras y obras del AVE. Fue un imperio que puede haber llegado a su fin. «Si el cierre es parcial y fuera tiene volumen suficiente puede remontar como OHL , puede hacerlo», desea De la Torre.

El sindicato apunta a una solución por los posibles negocios iniciados en 2006, cuando la empresa acometió su expansión internacional. Su actividad se propagó por África, Sudamérica y Portugal . La empresa mantuvo delegaciones en Colombia, Argelia y Marruecos, que podrían ser el destino de los trabajadores reubicados en el caso de continuar abiertas. Sin embargo, CC.OO. reconoce que «hay pocas esperanzas». «Es una empresa malagueña y muy local, por lo que el margen de maniobra puede ser pequeño», explica Agustín de la Torre.

Pero hubo 14 meses de esperanza. La empresa cayó en 2016 . En julio de ese mes entró en concurso de acreedores voluntario. Se acordó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para todos los trabajadores. Los 75 empleados, más el director (76) perderían su empleo. Se pactó una reubicación que ahora hay que volver a negociar al no saberse si la empresa tiene actividades fuera de España. Con todo negociado, entró una remesa de trabajo que ha durado 14 meses. «Ha sido un paréntesis. Todo se paralizó, pese a que se hicieron todas las gestiones y se acordaron las indemnizaciones », recuerda De la Torre, que asegura que, cuando se acabó el trabajo, se ha producido «una vuelta a la realidad».

No es la primera vez que la empresa tiene problemas. En los noventa ya tuvo que hacer frente a una suspensión de pagos, que acabó con final feliz. En 2013 entró en concurso de acreedores por un pasivo de 76,5 millones de euros , entre los que se incluían 25 millones de entidades financieras. El bache fue solventado tras una propuesta de convenio aceptada meses después por el 62 por ciento de los acreedores.