Las ciudades sostenibles del futuro en 25 hectáreas de pabellones: así es la Expo que Málaga quiere acoger en 2027

La propuesta para llevar hasta Málaga un evento de semejante repercusión a nivel internacional fue lanzada a finales de 2019 por el regidor y acogida con desconfianza por determinados sectores tras el fiasco de la candidatura a Ciudad Europea de la Cultura en 2016. Gozar de mayor fortuna en este nuevo objetivo le valdría a De la Torre uno de sus principales legados para la ciudad tras dos décadas al frente del Consistorio -aún es una incógnita si a sus 78 años volverá a presentarse en los próximos comicios-.

En estos dos años de encuentros, preparativos y reuniones con organismos y empresarios se ha bocetado la candidatura para una Expo que pondría el foco en la innovación y el desarrollo sostenible bajo el lema 'La Era Urbana: hacia la ciudad sostenible' . El eje temático casa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas para 2030. Pero también con la estrategia local de posicionar a Málaga como paradigma del ecosistema inteligente y sostenible y complementar su liderazgo en el terreno cultural y museístico en el sur de España, construido igualmente bajo el mandato de De la Torre.

Según confirmó en rueda de prensa la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ayer mismo se le encomendó al ministro de Asuntos Exteriores la coordinación y la presentación de la candidatura formal ante la Oficina Internacional de Exposiciones (la BIE, Bureau International des Expositions). Un trámite en el que se debe remitir una carta que recoja el tema propuesto, la ciudad y las fechas propuestas, la duración de la Expo (no más de tres meses) y el estatus legal de los organizadores.

La idea es que durante el tiempo que se prolongue la muestra la ciudad se convierta en un lugar de reflexión en torno a uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la sociedad contemporánea a medio y largo plazo: hacer compatibles el crecimiento demográfico y el desarrollo urbanístico con la protección del medioambiente y la puesta en marcha soluciones innovadoras que mejoren la calidad de vida de los residentes.

El Ayuntamiento, que cuenta con buena parte del trabajo hecho, plantea que la muestra en sentido estricto, es decir, los pabellones de los países que participen, se alcen en una parcela de 25 hectáreas -el máximo permitido por la BIE- en el distrito de Campanillas. Al oeste de la capital y en un enclave estratégico entre la Universidad, el Málaga Tech Park -Parque Tecnológico de Andalucía- y también el aeropuerto. Si bien, la superficie total a la que el proyecto daría vida suma más de 80 hectáreas, pues incluye otros suelos que se destinarían a uso logístico y a las viviendas de los trabajadores.

Llevar a término la Expo supondría a largo plazo toda una revolución en términos de infraestructuras en la ciudad, pues una vez concluida la muestra se daría una nueva vida a las instalaciones , lo que evitaría que se repitieran las escenas de abandono que han marcado durante décadas algunos espacios de la Expo del 92 en isla de la Cartuja de Sevilla.

En este sentido, el Consistorio planea que la zona de pabellones se utilice a largo plazo para ampliar Centro de Transporte de Mercancías (CTM) y que las viviendas del personal pasen a formar parte del parque de vivienda pública de la ciudad en régimen de alquiler. La superficie en la que se ha proyectado la iniciativa se encuentra precisamente en la zona natural de expansión de la ciudad.

Un estudio de mercado elaborado el año pasado por Analistas Económicos de Andalucía, sociedad del grupo Unicaja Banco, cifra en cerca de 3.000 millones de euros el impacto económico de la muestra, concebida por De la Torre como una oportunidad para empresas, universidades y centros de investigación nacionales, así como para la marca España.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía también aprobó ayer una declaración institucional en apoyo a la candidatura, destacando la ciudad como «un ejemplo y referente internacional como espacio de convivencia » y elogiando su compromiso «con la cultura, la innovación y la protección medioambiental».

Málaga sería la segunda capital andaluza y la cuarta española en acoger una exposición de tal magnitud tras Sevilla, Barcelona y Zaragoza, que fue la última en hacerlo en 2008. Que hayan transcurrido más de quince años es precisamente uno de los requisitos para que otra ciudad del mismo país pueda volver a postularse. Aún faltan 45 días para que se cierre el plazo de candidaturas y otras ciudades puedan competir con Málaga y Bloomington. A partir de ahí, arrancará un periodo de en torno a 12 meses para que las misiones de investigación del Bureau examinen a cada uno de los países candidatos antes de emitir un fallo.