Los camioneros que abandonan la huelga: «Los que no paran nos han robado los clientes»

En el centro de carga de Vélez-Málaga, uno de los puntos calientes esta semana pasada, la actividad comienza a reactivarse. Desde allí ha partido este lunes la protesta más significativa de la provincia. Una caravana de camiones que con una marcha lenta ha tratado de entorpecer el tráfico hasta Málaga capital, para después entrar por diferentes puntos tratando de colapsar los accesos.

Mientras tanto, en el punto de partida, muchos pequeños agricultores y algunos transportistas volvían a la actividad. «Nadie me va a obligar a parar ahora. Llevo una semana y h e visto a algunos aquí robando clientes a otros . Otros se han limitado a llevar su carga, pero hay quien se ha aprovechado para hacer clientes», afirma el transportista, mientras arregla su camión para partir cargado de fruta.

Estos pequeños transportistas son fundamentales para las cooperativas de La Axarquía, que se apoyan en ellos para poder transportar sus productos. Máxime en plena temporada del aguacate y el mango, donde se recogen las principales cosechas y se amontonaban las pérdidas. Trops, una de las más grandes de Vélez-Málaga, había tirado en los primeros días más de 60.000 kilos de fruta por tener a los camioneros parados. Así, la vuelta a la actividad es un soplo de aliento para los agricultores.

Además, la cuentas van saliendo cuando se retoma la actividad. «Esto no es una carga muerta que me pagan 600 euros. Aquí los precios van de otra manera», asevera el camionero, quien dice que su remolque lleva, al menos, unos 1.200 euros de carga . Si viene cargado de vuelta con otra carga, no tiene pérdidas pese a la precio del combustible. «Aquí nosotros pusimos el precio por pallet al principio de año . No le podemos decir a esas empresa que ahora nos tienen que subir los precios de la carga porque no nos viene bien», remarca.

Cerca de allí, un agricultor está recogiendo la cajas tras entregar una camioneta camioneta cargada de hortalizas. «Nos afecta a todos. La semana pasada no podíamos entregar nada», asegura este hortelano, quien explica que cultiva en La Axarquía tanto calabacines como tomates. «Los calabacines no los puedes dejar crecer porque no te los aceptan. Hemos tenido que tirar, pero no tenemos cuantificadas las pérdidas» , asevera.

Desde la Federación Andaluza de Transportes se instaba este lunes por la mañana a la nueva reunión con el Gobierno , donde no ha acabado de haber acuerdo. «Luego tendremos un comité para ver si nos sumamos a la huelga», aseveraba Francisco Fernández, presidente de la Federación.

Al mediodía, el Gobierno de España informó de que seguirían negociando, mientras que entre los huelguistas corría el 'run run' de que la patronal se iba sumar a las protestas. «Es lo que se escucha, pero n o voy a parar otra vez . Salgo sólo con un camión, por si me paran y tengo problemas», señala otro camionero, quien explica que si la semana y las cargas avanzan bien pondrá más vehículos a funcionar. «Ellos n o me van a decir ahora que pare , cuando no nos han apoyado todo este tiempo», señala otro camionero.

Los que sí han parado han sido los pescadores. En Málaga, las cofradías han decidido no echarse a la mar este lunes. L a huelga está convocada hasta el próximo miércoles . No habrá pescado en las lonjas, si la situación se prolonga, hasta el próximo viernes, después de que los pescadores vuelvan a faenar.

Las protestas han comenzado con una manifestación en Almería . Unas 950 embarcaciones están amarradas. El precio del combustible representa el 60 por ciento de los gastos de una embarcación. Algo que asfixia, sobre todo a los marineros, que cobran una parte de la venta de pescado del día, una vez que se han descontado los gastos de la faena.

En Vélez-Málaga, donde está la flota pesquera más grande de Málaga, el parón tenía a l os más de cien barcos de las diferentes artes de pesca amarrados en el puerto de la Caleta de Vélez. Allí los pescadores lamentaban no poder trabajar. Además, aseguraban que los precios del gasoil hacen inviable salir a la mar .