Redes sofisticadas criminales y narcotráfico: así es la alerta de Fiscalía a la Costa del Sol

La presión policial en el Campo de Gibraltar ha empujado parte de la actividad hacia la Costa del Sol, según subraya el Ministerio Público, con un incremento de puntos de entrada en la Axarquía mediante embarcaciones semirrígidas. Málaga y Marbella actúan como polos principales de estas organizaciones, cuyas ramificaciones se entrecruzan. La Memoria cita, a modo de ejemplo, la cooperación operativa entre grupos albaneses y chinos, ilustrativa de la dimensión transnacional del fenómeno.

Un claro ejemplo es la reciente detención este 26 de agosto en Benahavís de un fugitivo polaco considerado por Europol como High Value Target. Sobre él pesaban dos Órdenes Europeas de Detención y Entrega por homicidio, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Era señalado por las autoridades polacas como líder de una organización violenta con base en Cracovia, dedicada al transporte de drogas desde España hacia Polonia. La investigación desmanteló redes que movían grandes cantidades de marihuana y cocaína en varios países europeos, con un historial de agresiones violentas atribuidas a sus miembros.

Para combatir ese músculo económico, la Fiscalía de Málaga ha insistido en activar desde el inicio la investigación patrimonial de las tramas. Esa estrategia se traduce en un número elevado de diligencias por blanqueo que avanzan en paralelo a los delitos por tráfico, con el objetivo de llegar a juicios simultáneos y golpear la financiación criminal.

El Ministerio Público reitera asimismo la vulnerabilidad que supone la ausencia de un escáner operativo en el puerto de Málaga. Ya lo advirtió el año pasado y lo mantiene ahora: la dependencia de un operador privado, cuyos empleados figuran investigados por su presunta connivencia en la entrada de contenedores, añade riesgo a una infraestructura de titularidad estatal que exige controles a la altura de la amenaza.

La expansión del narcotráfico arrastra, además, una criminalidad asociada marcada por la violencia. En no pocos casos, los delegados de Antidroga asumen o coordinan investigaciones por delitos conexos, lesiones, amenazas, tenencia ilícita de armas, que brotan del negocio de la droga. El retrato que deja la Memoria es claro: la Costa del Sol continúa en el punto de mira de organizaciones cada vez más profesionalizadas y con capacidad financiera, lo que obliga a redoblar medios técnicos en los accesos marítimos y a mantener el foco en el rastro del dinero.