Este es el pueblo de Málaga en el que vivió Robert Redford: es uno de los más bonitos de la provincia
En los años 60, el actor estadounidense estuvo viviendo durante varios meses con su mujer y sus hijos en España
Todas las veces que Robert Redford eclipsó con su atractivo la gran pantalla
Las casas, el festival y otros lujos en la vida de Robert Redford
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Iniciar sesiónRobert Redford, una de las grandes figuras del cine estadounidense, falleció este pasado martes a los 89 años, en su casa en Sundance, Utah. La carrera de este actor y director fue larga y polifacética; comenzó en el teatro y la televisión, ... y después saltó al cine y protagonizó películas emblemáticas como 'Butch Cassidy and the Sundance Kid', 'El golpe' o 'Todos los hombres del presidente'. Además, como director, ganó un Óscar por 'Gente corriente', y fue fundador del Sundance Institute.
Ahora bien, la vida de Robert Redford guarda curiosidades de lo más peculiares, siendo una de ellas que, en los años 60, estuvo viviendo durante varios meses con su mujer y sus hijos en España. Más concretamente, en un pueblo de Málaga, que además es uno de los más bonitos de la provincia.
Robert Redford vivió en un pueblo de Málaga en los años 60
Exactamente, fue antes de convertirse en una estrella de Hollywood cuando Robert Redford encontró refugio en la pequeña localidad de Valtocado, dentro del municipio de Mijas. Allí se instaló con su familia en una vivienda humilde que había pertenecido a una vecina conocida como «María, la Pañala». La casa carecía de electricidad y dependía del agua de lluvia o de aljibes, lo que encajaba con la vida apartada y tranquila que buscaba en aquel momento.
El actor, que entonces aún no era famoso, era reconocido por los lugareños simplemente como «el americano rubio». Apenas se mezclaba con el pueblo, pero valoraba la calma y la sencillez de aquel entorno, muy alejado de los focos y las presiones de la industria cinematográfica de Estados Unidos. Además, su estancia en la sierra malagueña coincidió con una etapa personal complicada. Y es que Redford lidiaba con dudas sobre su futuro profesional, pues no llegaba la oportunidad que ansiaba en el cine, mientras que en lo íntimo también arrastraba heridas como la temprana muerte de su madre, la falta de cercanía con su padre y la pérdida de su primer hijo, Scott.
Mijas le ofrecía un respiro de todo aquello. Redford pasaba el día descalzo, hacía excursiones por el campo con sus hijos, pintaba los paisajes de la sierra y se movía en una vieja motocicleta para comprar comida en las tiendas de Mijas y Fuengirola. Sin embargo, esa paz se quebró al cabo de medio año, cuando comenzaron a aparecer viejos conocidos de Hollywood por la zona.
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