Málaga
El PSOE da la espalda a su propio proyecto y se escuda en las críticas ciudadanas para rechazar la Torre del Puerto
El grupo municipal se opondrá a un proyecto al que antes dio el visto bueno y que fue impulsado cuando los socialistas tenían el control de la Autoridad Portuaria
Pablo Marinetto
Málaga
Los giros de guion socialistas en torno a la polémica Torre del Puerto de Málaga no cesan. Este martes, el portavoz municipal, Daniel Pérez, ha anunciado el rechazo de su grupo a la construcción de este hotel rascacielos de lujo sobre el ... dique de Levante. Una postura radicalmente contraria a la que la formación mostró cuando afloró el proyecto, que fue impulsado en la etapa al frente de la Autoridad Portuaria del socialista Paulino Plata y que contó con la conformidad del propio portavoz.
Las voces críticas de una parte de los malagueños hacia el proyecto han llevado a los socialistas malagueños a escurrir el bulto en los últimos años evitando tomar posiciones claras. Y hoy son esos mismos detractores los que les sirven de escudo para justificar la vuelta de espaldas a un proyecto propio. Según Pérez, la ubicación elegida no es la mejor para que se alce la torre, que supondría «un atentado patrimonial irreversible» para el paisaje de la bahía de Málaga.
El portavoz, que ha reconocido el papel socialista cuando se inició la tramitación del proyecto, se ha escudado en la falta de un proceso de «escucha activa» por parte del gobierno municipal para atender las demandas de la ciudadanía, a la que el proyecto -según el socialista- «genera dudas». «Su rechazo social es creciente», ha apuntado, «se trata del modelo de ciudad, de la Málaga del futuro, porque este rascacielos condicionará el horizonte de nuestro litoral durante siglos».
Pérez ha hecho estas declaraciones rodeado de un nutrido grupo de concejales socialistas y utilizando como telón de fondo La Farola, convertida en el símbolo de las protestas encabezadas por la plataforma ciudadana 'Salvemos nuestro horizonte', con la que el grupo municipal se acaba de alinear sumándose Unidas Podemos en el Ayuntamiento, que desde el principio manifestó su negativa.
Con ello el PSOE municipal no sólo se contradice a sí mismo, sino que además se posiciona en el lado contrario al del Ministerio de Cultura del socialista Iceta, que en un nuevo viraje, puso fin el pasado marzo a un expediente de expolio sobre el paisaje del centro histórico de la ciudad concluyendo que había una «falta de evidencias probadas» para determinar tal afectación.
Los escollos iniciales planteados por el Ministerio dieron paso a un informe favorable de Puertos del Estado, cuyo presidente, Álvaro Rodríguez Dapena, dijo no ver inconvenientes en que el Consejo de Ministros dé luz verde a la torre.
Aún con esas, Pérez ha defendido que no pueden refrendar el proyecto porque no es «el que Málaga necesita» y porque carece de «solvencia», ha apuntado tras cuestionar su sostenibilidad, y destacar «la incidencia negativa en la movilidad, el alto impacto en el skyline de la ciudad, el gran coste de mantenimiento y su viabilidad económica o la ocupación del espacio público. Aspectos que ha sumado a su «rechazo social y la connotación que supondrá seguro tener que apagar nuestra Farola».
El portavoz ha recriminado al alcalde, Francisco de la Torre, haber obviado «una consulta ciudadana para reconciliar el proyecto con los malagueños», al tiempo que ha criticado al equipo de Gobierno por casi llevar a aprobación el expediente en la última comisión de Ordenación del Territorio cuando el informe ambiental de la Junta de Andalucía estaba caducado.
No son pocos los que han decidido tirarse al barro en la convulsa historia de este futuro hotel promovido por fondo catarí Al Alfia. Incluso el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas cuestionó su construcción apoyándose en la «contundencia» de ese primer informe de Cultura sobre el impacto en el Centro que al final se ha quedado en papel mojado.
A las declaraciones no tardó en responder De la Torre, que acusó al exalcalde de Sevilla de tener un doble rasero y le recordó su apoyo a la Torre Pelli -hoy Torre Sevilla- que domina el horizonte de la capital hispalense. Un rascacielos que se inició con otro socialista como regidor, Alfredo Sánchez Monteseirín, y que sí contó con las reservas iniciales de la Unesco a su construcción.
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