Patricia Navarro toma el testigo de Elías Bendodo, al que anima a poner fin al «peor Gobierno de España»

Resaltó la figura de Bendodo como la persona que ha conducido al partido «a las mayores cotas de éxito y ha sido llamado para ayudar a poner fin al peor Gobierno de España en el peor momento posible», ha destacado la nueva presidenta, que auguró que «en un año Málaga habrá ganado mucho más que un coordinador general del PP», sobre la persona que peleó por mantenerla en la dirección del partido cuando Génova veía incompatible que fuera secretaria general y delegada del Gobierno andaluz. «Gracias por el cariño y el respaldo», ha añadido tras el recuento en un partido que la secretaria general del PP, Cuca Navarra, ha dicho que era el lugar donde mira toda la formación nacional, «porque es un partido de liderazgos y de equipos».

La nueva presidenta comenzó sus responsabilidades políticas en 2006, al ser elegida como presidenta el Nuevas Generaciones. «Marbella me trajo suerte. Creo en el trabajo, la constancia y la perseverancia, pero no hay que despreciar un amuleto como Marbella», aseveró como aquella elección y la vuelta al mismo escenario para ser proclamada presidente del partido 16 años después. Madre de dos hijos, es la mayor de tres hermanos de una familia que vivió de un negocio textil hasta que la crisis de finales de los 80 obligó a su padre a cerrar. Eso le abrió la mente. «Vi como el socialismo se carga un país», reflexionaba en un video previo a su discurso.

Marcada por el asesinato de Luis Portero en octubre del 2000, pide diálogo a todas las formaciones políticas de Málaga, sobre todo en dos aspectos fundamentales como son la movilidad y el agua con el compromiso de dejar al margen estas cuestiones de cualquier disputa política. «Es mi compromiso. Tender la mano al resto de formaciones. Dos pactos importantes: uno por el agua y el otro por la movilidad», ha afirmado Navarro, que piden un partido más inclusivo a través del empleo y las políticas sociales. «Especialmente sensible para combatir la pobreza en una Málaga que crece y que cuida a los más vulnerables», ha propuesto la nueva presidenta.

Afronta un reto que ha catalogado como «ilusionante» en el que pide «escuchar y empatizar» en el que «el mejor escaparate» está en los ayuntamientos gobernados por el PP. Administraciones a las que le pide el compromiso de compensar las políticas del Gobierno de España con bajadas de impuestos, como la reforma fiscal puesta en marcha por la Junta de Andalucía.

«Sin dejar a nadie atrás», ha señalado Navarro, antes de anunciar la creación del Foro de Libertad y Democracia con aquellos extranjeros obligados a huir de su país por las guerras o la represión. «Su relato no solo es una terapia, sino que nos vale para fortalecer nuestros principios y valores democráticos», ha reseñado la nueva presidenta, que llamó a los más de 30.000 afiliados con los que cuenta el partido y para los que se van a mejorar los canales de participación y voluntariado. Promete recuperar la red 'Todos somos uno' puesto en marcha durante la pandemia para paliar la soledad y ayudar en los confinamientos.

La solidaridad es una hoja de ruta al frente del partido. Navarro tiene presente aquel voluntariado que hizo cuando era estudiante en Granada con los hijos de las víctimas de violencia de género. Por esto, prometió propulsar políticas de acceso a la vivienda, sanidad o conciliación… Construir «un partido de puertas abiertas» en el que la provincia sea «un paradigma de crecimiento sostenible».

Un camino en el que le acompaña como secretario general José Ramón Carmona. «Me metió en política hace más de dos décadas y hemos trabajado persiguiendo sueños, como el gobierno de Antequera o el cambio en Andalucía. Un gran aliado», ha aseverado sobre el que será su mano derecha en el partido y con el que luchará por mantener hitos como los diez diputados de Málaga en los últimos comicios de Andalucía.

Un liderazgo que nace con deberes, como es ganar las elecciones del 28 de mayo. Un encargo que le hizo el presidente andaluz, Juanma Moreno, después de destacar sus bondades, su generosidad y su capacidad de trabajo, que demostró a su lado cuando fue vicesecretaria de organización del PP andaluz. «No es liderar al primer partido de Málaga, sino los sueños de una militancia, simpatizantes y votantes, que quieren un partido honesto, transparente y eficaz».