Paco 'el del molino', el anciano desaparecido en Almogía, era acosado por los toxicómanos
La familia asegura que uno le robó en plena calle en este pueblo de Málaga y que el desaparecido les dijo que le faltaba dinero de su casa
Al viejo molinero le robaron las gallinas en una de sus parcelas en varias ocasiones, pero nunca denunció por lástima
Un segundo detenido por robar en el domicilio del anciano desaparecido en Almogía
Uno de los detenidos por robar en su casa este fin de semana es un «delincuente habitual»

Las luces de la vivienda de Francisco Mayorga (83 años), conocido en Almogía (Málaga) como Paco 'el del molino', llevan encendidas desde que desapareció en algún momento entre la noche del pasado sábado y la tarde del domingo. «Las encendieron todas, hasta una que no ... tiene interruptor. Es una bombilla que hay que enchufar. Esa nunca se enciende», recuerda José Manuel Cuenca, que lo llama 'abuelo', pese a ser el hijo de una prima que vive cuatro casas más arriba en la calle Parra.
Este joven fue la última persona con la que estuvo el sábado y la que dio la voz de alarma el domingo. Ahora la Guardia Civil rastrea los entornos del pueblo tratando de dar con el paradero del anciano. Los perros del servicio cinecológico buscan algún resto que pueda resolver el enigma.
La víctima era una persona solitaria. No tenía familia directa, solo José Manuel Cuenca, sus padres y su hermana. Eran los más cercanos. Las personas que se preocupaban por el viejo Paco, que no solía tener mucha relación con la gente. «En el pueblo le decían que soltero, con mucho dinero y que no gastaba. Contraté el fútbol en casa porque se metían con él en los bares», asegura Cuenca.
La última noche que lo vieron con vida estuvo en casa de su 'nieto' viendo el Zaragoza. Luego el domingo fue a buscarlo al antiguo molino de harina de Almogía para ver el Real Madrid. «No contestaba y le pegué una patada a la puerta. Se abrió y estaba todo revuelto», añade.
El joven gritó para buscarlo, pero se dio cuenta que la puerta de la planta de arriba estaba abierta y sin el candado que le había puesto el anciano. «Se había quejado que le faltaba dinero de la casa en un par de ocasiones», explica. En la escalera este familiar halló dos gotas de sangre. «Una en un escalón y otra en otro», recuerda.

Allí estaba su dentadura en el suelo, que nunca se quitaba. Siguiendo para la puerta había un calcetín y una zapatilla de casa, pero ni rastro del anciano. Francisco se había quejado de unos toxicómanos del pueblo. «Uno lo paró en plena calle, le quitó la cartera, le sacó el dinero que llevaba y se la volvió a meter en el bolsillo», explica el familiar. Le habían robado las gallinas en varias ocasiones, pero nunca denunció porque éstos le daban lástima.
La Guardia Civil detuvo por robo en la casa del desaparecido a uno de los toxicómanos del pueblo. Un varón de 40 años que es «delincuente habitual», según las autoridades, y al que los testigos han situado el sábado por la noche saliendo el viejo molino cargado. El miércoles a última hora de la tarde detuvo a otro de los ladrones. Ya son dos.
No se le achaca por el momento la desaparición del anciano. Una de las hipótesis que se manejan dentro de la investigación es que pudo ser un robo, que el anciano pilló a los ladrones en su casa y que le pudieron dar un golpe fatal. Luego se deshicieron del cuerpo. Es una de las hipótesis, pero la investigación está abierta y todas las líneas posibles se están mirando por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

«Quiero pensar que está vivo, pero creo que no», asegura Cuenca a ABC. La familia sabe que cada día que pasa en más complicado, que si no murió en su casa es una persona enferma, que necesita medicación y que no puede estar en buenas condiciones. «Si está secuestrado necesita comer. Es diabético y no tiene la insulina. Además, toma tratamiento para otras dolencias», remarca su familia, que dicen que era una persona que no se metía con nadie y que debido a su sordera no hablaba con mucha gente. «Tenía dos audífonos. Fuera de nosotros no solía relacionarse con nadie», añaden.
Este miércoles la Guardia Civil volvió a rastrearlo por varias fincas de la propiedad del viejo molinero en los alrededores del municipio. «Aquí no han encontrado nada después de una hora», aseguraba un vecino de una de ellas. También estuvieron en una vieja construcción, que parecía ocupada, cerca de la parcela donde el desaparecido tenía los animales.
Fuentes oficiales explican que la búsqueda se realiza con efectivos de la compañía de Coín, más grupos especializados de la comandancia de Málaga. Si hay zonas de difícil acceso irán los equipos de montaña y si se tiene que mirar algún área sumergida se desplazarán los buzos de la Guardia Civil. No se descarta su intervención si hay que revisar el pantano de Casasola, que está a unos cinco kilómetros del pueblo. Sin embargo, hasta el momento, el viejo Paco no ha aparecido y siguen las incógnitas.
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