AGRESIÓN SEXUAL
María escapó de una violación en Málaga: «Después de mí, se fueron a por otra chica»
La joven de 28 años fue atacada de madrugada por dos hombres para violarla en medio de la calle
A prisión dos jóvenes por intentar agredir a una mujer, que fue salvada por un conductor de VTC
Málaga
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Iniciar sesiónEn medio de la madrugada, una mujer sola puede ser un blanco fácil para un grupo de violadores. A esas horas, en Málaga, los taxis y los conductores de VTC que llevan a una mujer aplican un protocolo para que no haya agresiones. Esperan a ... que la mujer entre en el domicilio y esté en un lugar seguro para marcharse. Un simple gesto, que puede evitar una violación. Es una medida de seguridad para que no ocurra lo que le sucedió a María (28 años) en Málaga hace una semana. Fue asaltada por dos extraños para violarla.
En calle Cuarteles, cerca de la estación de AVE María Zambrano, a las cinco de la mañana, María se apartó de una amiga que cogió un taxi y ella se fue caminando a su domicilio a pocos minutos a pie. Ahí fue asaltada por dos jóvenes. «Para ellos atacar a una mujer es como ir al supermercado», asegura la joven, quien explica que aquella tarde había quedado para tomar café con una amiga, que se hizo tarde y se llevó el susto de su vida.
Las dos mujeres no hallaban a esas horas ni taxi ni un VTC cerca, por lo que caminaron hasta la parada de la estación. Allí su amiga se marchó en un taxi y ella se fue caminando a casa. «En la esquina, el propio taxista la advirtió: 'esos dos de ahí no me gustan nada. Llama a tu amiga'».
María cogió el teléfono y se fue hablando para casa. «Aunque fuera un trayecto muy corto, ir hablando me daba seguridad. Pensaba que así evitaría que me atacasen», añade. No fue así. Los dos individuos cruzaron la calle corriendo. «Sabían lo que hacían», recuerda la víctima de la agresión, que detalla que los atacantes iban con pasamontañas.
«Para ellos atacar a una mujer es como ir al supermercado»
«Su intención era atacarme a mí o a cualquier otra chica. No los vi venir. Los estaba vigilando, pero en unos segundos los perdí de vista y ya estaban enfrente de mí», apunta María, que dijo que, en ese momento, uno le dijo: «ven, ven».
Pensó que iban a robarle y estaba dispuesta a darles el bolso y el móvil, pero no era esa la intención. «No quería que me tocaran», añade la víctima a ABC, que recuerda como uno de los atacantes la agarraba, mientras otro se quitó el cinturón. «Traté de correr, hacer fuerza, grité y uno de ellos me agarró del brazo y me toqueteó. Fue traumático. Tengo moratones. Sólo pensaba en cómo podía huir de ellos, porque eran mas rápidos y más ágiles», explica.
En ese momento vio una furgoneta que se acercaba y empezó a gritar. «Me dije que si no paraba me tiraba. Prefería que me atropellaran a que me violaran. El daño físico se cura, pero el emocional nunca lo vas a sanar. La violación es algo que vas a llevar toda la vida. No se te va a olvidar nunca. Eso no se supera», afirma María, que recuerda como la furgoneta se acercó lento, frenó y abrió la puerta.
«Estaba en 'shock'. Lo vi y era un chico joven con una furgoneta, como los otros dos. Ahí pensé que era un secuestro, que lo mismo me llevaban, me violaban y me dejaban tirada en una cuneta. Pensé que era mas fácil que subiera a la furgoneta si pensaba que era un salvador. Tuve miedo», recuerda María, que subió a la furgoneta cuando el conductor comenzó a llamar a la Policía.
«Prefería que me atropellaran a que me violaran.
No se te va a olvidar nunca. Eso no se supera»
La supuesta víctima no estaba dispuesta a lidiar con el trauma de una violación, como sí le ha ocurrido a otras chicas que no tuvieron la suerte de poder escapar. «Si tengo que morir, muero, pero esos dos a mí no me tocaban. Se creen que pueden hacer lo que quieren con nosotras, pero tenemos que ser fuertes», añade la mujer.
La joven explica a ABC que ofrece su testimonio para que las chicas que sufren este tipo de asaltos denuncien. «Seguro que hay más víctimas, pero si saben dónde vives tienes miedo a que vaya alguien a por ti. Ellos pueden estar en prisión, pero pueden mandar a alguien. Si te violan en un portal no hay nada que les impida volver a por ti después de la denuncia», asegura.
Además, en este caso, no se amedrentaron por la intervención del conductor. Los dos asaltantes no se fueron. «Se quedaron allí como si nada. Tocaban la puerta de la furgoneta y estaban desafiantes, pidiendo que saliese. No se achantaron. No tenían miedo, ni vergüenza, ni nada así. Eran prepotentes. No se iban. Fue el conductor el que aceleró y me llevó de allí», recuerda María.
Para ella Adrián, el conductor que la salvó en es un héroe, ya que decidió seguirlos. «En el camino, mientras los seguíamos impedimos que fueran a por otra chica. Después de mí se fueron a por otra joven. Empezaron a hacerle lo mismo que me hicieron a mí, pero al ver la furgoneta se quedaron quietos y la chica huyó», afirma la víctima de esta tentativa de agresión sexual.
«Si te violan en un portal no hay nada que les impida volver a por ti después de la denuncia»
La joven recuerda como los dos sujetos iban por la calle «chulescos», increparon a más gente y se fueron a una estación de Cercanías. «Se quedaron ahí y empezaron a insultarnos», añade María. Tras contactar con la Policía Local los habían seguido por las calles de Málaga, no los dejaron escapar impunes.
María y Adrián, con la Policía Local al teléfono iban detrás, posicionando su ubicación y narrando todo lo que hacían. «En la estación de Cercanías tuvieron una pelea o un forcejeo con otros dos. Ahí es donde le dijimos a la Policía Local que pararon. Estaban allí en un minuto», recuerda la víctima.
La Policía Local llegó, bajó de los coches, los acorraló y los detuvieron. No había despuntado el día y ya estaban en el calabozo por la valentía del conductor y de María, que no pensaron en huir a un lugar seguro, sino «en hacer justicia». «Los detuvieron súper rápido», añade María.
Ahora los dos están en prisión. El mismo domingo pasaron a disposición judicial. El Juzgado de Instrucción 12 de Málaga, en funciones de guardia de detenidos, decretó el mismo día del arresto prisión provisional, comunicada y sin fianza por un presunto delito de tentativa de agresión sexual. Los dos investigados declararon, así como la presunta víctima. Quedó pendiente el conductor, pero bastó para meterlos en la cárcel.
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