Incendio
A juicio diez años después el incendio que puso en jaque a la Costa del Sol y se cobró dos vidas
La Audiencia de Málaga juzga a un jardinero que quemó de forma imprudente unos restos de poda y causó el fuego
El acusado ha reseñado en la primera sesión que nunca hizo fuego y tiraba esos restos a un contenedor
J.J. Madueño
Málaga
Dos muertos, cuatro heridos (dos menores de edad), seis municipios en jaque y más de 8.500 hectáreas calcinadas. Es el balance que dejó el 'gran incendio' de la Costa del Sol en 2012. En el banquillo de los acusados, diez años después, se sienta ... desde este lunes un jardinero. Es al que se le achaca la comisión de una imprudencia que provoco el fuego. La Sección Novena de la Audiencia de Málaga ha fijado unas 26 sesiones para la vista oral, que se extienden por los meses de febrero, marzo, abril y mayo con la previsión de terminar en junio.
La Fiscalía pide siete años y medio de prisión para el único procesado por un delito de incendio forestal por imprudencia con peligro para la vida, en concurso con dos de homicidio por imprudencia y uno de lesiones por uno de los heridos que quedó discapacitado.
Aquel incendio está grabado en la memoria. Su voracidad dejó daños en viviendas e instalaciones de 347 personas o entidades. El supuesto causante desempeñaba labores de mantenimiento y cuidado de una vivienda ubicada en el paraje conocido como Barranco Blanco de Coín. Es ahí donde se inició el fuego, que luego se extendió a los municipios de Mijas, Marbella, Alhaurín el Grande, Ojén y Monda.
La finca donde se iniciaron las llamas era propiedad de un ciudadano belga, que no residía de forma permanente en el lugar. Este ciudadano, según el escrito inicial del fiscal de Medio Ambiente, tenía un acuerdo verbal con el acusado para que realizara dichas tareas en su propiedad. Según la versión de la defensa del jardinero, el acusado nunca hizo fuego en esa finca y los restos de las podas lo llevaba a un punto limpio o un contenedor para vegetación.
El día del incendio la temperatura ambiente era de 37,6 grados, con una humedad relativa del aire de 18,1% y un viento de nueve kilómetros por ahora. Según la acusación pública a la hora de la quema había rachas máximas de hasta 34 kilómetros por hora con direcciones cambiantes. La probabilidad de ignición era del 80%. El índice de peligro de incendios de «alarma extrema».
La finca donde se iniciaron las llamas era propiedad de un ciudadano belga, que no residía de forma permanente en el lugar. Este ciudadano, según el escrito inicial del fiscal de Medio Ambiente, tenía un acuerdo verbal con el acusado para que realizara dichas tareas en su propiedad. Según la versión de la defensa del jardinero, el acusado nunca hizo fuego en esa finca y los restos de las podas los llevaba a un punto limpio o un contenedor para vegetación.
El día del incendio la temperatura ambiente era de 37,6 grados, con una humedad relativa del aire de 18,1% y un viento de nueve kilómetros por ahora. Según la acusación pública, a la hora de la quema había rachas máximas de hasta 34 kilómetros por hora con direcciones cambiantes. La probabilidad de ignición era del 80%. El índice de peligro de incendios de «alarma extrema».
Despliegue de medios
El primer frente de llamas se extendió por las zonas colindantes. Luego la orografía del terreno y el viento provocó «una propagación cambiante del fuego». La baja humedad por el terral imperante facilitó que se produjeran focos secundarios por el vuelo de las pavesas. Así, impulsado por el viento del norte, el incendio llegó a los cinco municipios afectados.
Durante dos días se produjeron desalojos de viviendas en Mijas, Marbella y Ojén. El fuego afectó a 510 hectáreas de Coín, 163 de Alhaurín el Grande, 2.379 hectáreas en Mijas, 1.900 en Marbella y 3.394 hectáreas en Ojén. En las tareas para controlar el fuego participaron las policías locales de los municipios afectados, 42 técnicos, 75 agentes de medio ambiente, la Guardia Civil, 118 retenes especialistas, 12 Bricas con 112 miembros en total, 132 componentes de dotaciones de autobombas, once aviones de carga, 100 bomberos urbanos, 30 helicópteros y unos 330 vehículos de transporte y extinción.
La Fiscalía pide que se indemnice a los herederos de los fallecidos con 90.000 euros a cada uno y con 2.500 euros a tres de los lesionados. Para el cuarto, que quedó discapacitado, aun no está fijada. Las tasaciones estiman en 12,2 millones de euros los daños tangibles en montes públicos, 86.856 euros el impacto producido sobre las aguas subterráneas, 14 millones de euros más en los daños y gastos al Ayuntamiento de Ojén, así cómo 4,2 millones de euros al de Mijas, 57.000 euros al de Marbella, 4.878 euros al de Alhaurín el Grande y casi 10.000 euros al de Coín. Los gastos de extinción superaron los 1,4 millones.
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