Una joven atrapada por el temporal en Málaga: «Me despedí de mi pareja porque pensé que no la iba a ver nunca más»

En este punto se sitúa la historia de Virginia Orozco, que se vio sorprendida por el temporal cuando iba a trabajar. Ella es de Ronda pero reside en la localidad de Igualeja, y cogió su coche el lunes por la vía que va de Pujerra a Júzcar, lo que no sabía era el estado de la carretera, quedando atrapada por el aguacero.

Así detalla esta joven su dramática situación en ese momento, que le dejó momentos de angustia para el recuerdo. «Me veo atrapada en un desprendimiento de piedras, el coche me empieza a culear y no hay manera de salir», empieza la historia.

«Al final consigo salir y llego a la zona del río por encima del puente, estoy hablando con mi pareja por teléfono y le digo que no sé qué hacer. Llamo a mi madre y ella llama a la Guardia Civil para pedir ayuda», relata. «Me empiezan a caer por delante del coche piedras, había otro desplazamiento de piedras por la parte derecha... Empiezo a dar marcha atrás, intento dar la vuelta y hubo otro desplazamientos de piedras más grande».

Virginia logró conseguir ponerse a salvo momentáneamente: «Consigo aparcar el coche en un zona más segura, y mientras esperar a que llegara la Guardia Civil», comenta aún nerviosa. La joven se mantuvo en contacto con su familia todo el tiempo, que también estaba aterrorizada por lo que estaba pasando: «Yo hice con mi pareja una videollamada, las dos llorando, me despedí de ella, pensé que no la iba a volver a ver. A mi madre le dije que no me quería morir, se me pasó por la cabeza el tema de la DANA en Valencia y pensé que me podía pasar algo por el estilo», comenta sollozando. «Yo me despedí de ellos, porque yo estaba con mi pareja por teléfono y con mi madre. A mi pareja le dije que la quería y que todo el tiempo compartido había sido muy bonito».

En ese momento recibió una llamada de la Guardia Civil avisándola que no podían pasar con el coche, «que iban a bajar andando y yo les dije que yo también podía subir andando, porque yo tenía mi paraguas y me dijeron que si yo me veía capaz y si no me veía en una situación de peligro muy extremo podía subir», señala. «Empecé a subir, me vi en una zona con el agua por las rodillas en una zona que había barro, piedras, los troncos, fuí subiendo hasta que conseguí pasar la zona que me llegaba el agua por las rodillas y ya en una curva me encontré con tres agentes de la Guardia Civil, nos abrazamos, y ya apareció un coche de la Guardia Civil, conseguimos pasar otra zona de desprendimientos grande y ya conseguimos llegar al pueblo, y allí estaban tanto mi pareja como mi madre que estaban las dos desesperadas», termina.