VIOLENCIA MACHISTA
EL INFIERNO DE MALOS TRATOS DE SANDRA ANTES DE SER QUEMADA CON ÁCIDO POR EL 'MELILLERO'
La mujer sufrió golpes, ahogamientos, control de movimientos o comunicaciones y hasta tenía una baliza GPS en su coche y en el de su amiga
Sandra fue quemada con ácido junto a su amiga Cristina en enero de 2021 por su exnovio y un compinche de éste
El 'Melillero' ha sido condenado a 41 años de prisión por el intento de asesinato, mientras que su cómplice, el 'Poti' ha sido penado con 32 años

Fue una ataque premeditado, movido por la venganza contra una mujer que decidió ser libre. A Sandra el 'Melillero' no la quemó con ácido por casualidad. Lo hizo con premeditación, como conclusión a un infierno de malos tratos al que ella había puesto fin para ... ser feliz. La sentencia que condena al agresor a 41 años de prisión lo dice claro. El ácido fue elegido como arma «por su virtualidad para, entre otros efectos, desfigurar el aspecto físico de la mujer». No fue una casualidad ni un impulso.
Sandra y José Arcadio, así se llama el 'Melillero', fueron pareja entreayo a diciembre de 2020. Al principio era un príncipe azul, pero todo cambió cuando ella acabó sus estudios y empezó con su vida social. El novio desarrolló una «celotipia incontrolada», que le hacía sospechar de forma injustificada de supuestas infidelidades de Sandra..
En base a esto, la presionó para que se fuera a vivir con él, con el fin de tenerla más controlada. Según la sentencia, estaba «llevado por la obsesión» de averiguar con quien se relacionaba. Por esto, pretendió acceder en reiteradas ocasiones al contenido del móvil de la mujer. Un hecho que generó frecuentes incidentes entre la pareja.
En una ocasión Sandra estaba sentada en el sofá de la vivienda y recriminó a José Arcadio que le hubiera cogido el teléfono. La reacción fue un bofetón, que hizo a Sandra ir por un cuchillo y exhibírselo, hasta que fue sujetada con fuerza por la espalda por su pareja, que la desarmó, sufriendo la mujer un profundo corte en la mano con la hoja del cuchillo y precisando puntos de sutura.
En otro momento, cuando Sandra estaba en la ducha José Arcadio intentó acceder al contenido de su móvil. Al no conseguirlo, con el teléfono en la mano, entró en la ducha acercándoselo insistentemente a la cara con el objeto de desbloquear el acceso.
Otro día, la mujer estaba tumbada en la cama mirando el móvil, cuando José Arcadio se acercó a ella con el propósito de quitárselo. Al resistirse, la cogió del cuello apretando con fuerza. Así ella acabó soltando el móvil, que cayó al suelo.
El 'Melillero' también controlaba los lugares a los que ella acudía. En una ocasión, invitada por una amiga, se desplazó en compañía de ésta, y otra amiga más, al lugar en el que se iba a celebrar un evento en el interior de una piscina en Marbella. Ya de camino, Sandra recibió una llamada de José Arcadio ordenándole que no fuera a este lugar, porque él no quería.
No quedó ahí. El novio tiró de poder y fama en el supuesto mundo del hampa al que pertenecía. De este modo, a los pocos minutos recibió otra llamada, ahora del relaciones públicas de la piscina, que le rogaba que no fuera, porque no quería problemas con José Arcadio. Por ello, las mujeres decidieron ir a otro lugar, en el que apareció el 'Melillero' en compañía de otros dos amigos.
Los insultos del 'Melillero': «puta, guarra, no vales nada, eres lo más bajo de la Costa del Sol».
José Arcadio llegó a utilizar la documentación personal de Sandra para alquilar o reservar un coche a nombre de esta, sin su conocimiento. El día que tenía que recoger el coche, le ordenó que le acompañara. En la puerta del establecimiento le explicó que tenía que recogerlo porque lo había reservado a su nombre, al responderle Sandra que no estaba de acuerdo y que lo iba a poner en conocimiento de la empresa, le dijo que si no seguía sus indicaciones «tendría que atenerse a las consecuencias».
Este afán de control generó numerosas discusiones entre la pareja. En estas ocasiones, José Arcadio le decía, entre otros calificativos, «puta, guarra, no vales nada, eres lo más bajo de la Costa del Sol». Era frecuente que José Arcadio le mandara mensajes al móvil reprochándole que se encontrara en ese momento con otro hombre.
Esta situación de control y dominación permanente fue generando en Sandra de forma progresiva gran temor hacia su novio. Cuando no soportaba más la situación y quería salir de la casa, José Arcadio se lo impedía sujetándola con fuerza y llegando a quitarle las llaves de la vivienda en más de una ocasión.
Igualmente, le decía que «si no estaba con él no iba estar con nadie», y que en caso de dejarle o denunciarlo «iba a causarle un daño a ella y a su familia». Pero fue valiente y lo abandonó, pero no se atrevió a regresar a la casa de sus padres y se fue a vivir a Cártama con Cristina, la otra víctima del ataque con ácido.
Sandra cambió su número de teléfono y dio de baja a José Arcadio en su cuenta de Instagram. Adoptaba precauciones para salir a la calle, haciéndolo siempre acompañada de otra persona. Solo en una ocasión salió sola para ir al gimnasio.
No obstante, José Arcadio, «obsesionado» con Sandra no la dejó en paz con continuas llamadas en las que la presionaba para volver con él, «si no quería sufrir ningún daño». Además, de acercarse al domicilio de Cristina. Le envío mensajes conteniendo expresiones amenazadoras y, a principios de enero, instaló en los coches de Sandra y Cristina dos balizas GPS para controlar sus movimientos. Sabía dónde estaban en todo momento.
Así en el mes de enero, antes del día 11, Sandra y Cristina estaban en la gasolinera de Los Álamos en Torremolinos. José Arcadio, conocedor del lugar en el que se encontraban, llegó en una moto, se acercó a Sandra y dijo que «la iba a matar, que le iba a hundir la vida, y que le iba destrozar la cara tan bonita que tenía». La venganza ya estaba en marcha.
A primeros de enero el 'Melillero' había encargado a Víctor comprar un bote de ácido sulfúrico con la máxima concentración posible. Hasta ordenó a otro amigo, propietario del coche que condujo el día del ataque, darle 20 euros para adquirir el líquido corrosivo por internet en una tienda de Cataluña.
Un día antes de la agresión con ácido: «Éste se va a encargar de ti, te va a matar»
Víctor, condenado a cinco años por esta colaboración, dejó el bote en casa de otro conocido, para que fuera recogido por la novia del 'Melillero'. Víctor además le facilitó documentación para alquilar la Yamaha que conducía el día que amenazó a Sandra en la gasolinera.
Con el líquido en su poder buscó a Juan José G., alias 'Poti', un criminal al que prometió condonar una deuda si ejecutaba el ataque. Ha sido condenado a 32 años de prisión. Juntos en el coche prestado interceptaron a Sandra y Cristina en el Fiat de la última, pero no pudieron arrojar el ácido porque Sandra no bajó al ventanilla por miedo.
«Éste se va a encargar de ti, te va a matar», le dijo en aquella ocasión, mientras 'Poti' le hacía la señal de degüello. Al día siguiente, las volvieron a interceptar en Cártama en el Mini de Sandra, que llevaba la ventanilla bajada unos centímetros. Eso bastó para que le arrojaran el líquido por la rendija y las abrasara.
Ambas mujeres salieron del coche quemándose, asfixiadas por los gases, mientras recuerdan como José Arcadio se reía desde la distancia viendo la escena. Había cumplido su amenaza, por la que pasará, al menos, 25 años en prisión, mientras se siguen resolviendo cuentas pendientes que tiene con la justicia por otra fechorías.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete