De hotel abandonado en Torremolinos a viviendas de lujo para nómadas digitales

Así, este complejo que busca «recuperar la vida» de un espacio que llevaba abandonado casi una década, se convertirá a finales de 2025 en el mayor 'coliving' de la provincia de Málaga.

Los más de 15.000 metros cuadrados de este nuevo y lujoso residencial albergarán 180 apartamentos y espacios comunes como gimnasio, piscina, espacios de coworking o zonas verdes. Situado, además, junto a la carretera nacional N-340, su ubicación permitirá a los residentes una comunicación directa con el aeropuerto, con la estación de tren y AVE María Zambrano y con los centros neurálgicos de Torremolinos y Málaga.

Como ha detallado el Ayuntamiento de Torremolinos, el diseño arquitectónico ha corrido a cargo de los estudios Bakpak y Eova y se ha centrado en apostar por la sostenibilidad y la eficiencia de todo el conjunto. Los materiales utilizados son respetuosos con el entorno y la gran protagonista es la madera, procedente de bosques gestionados de manera sostenible y certificada por el PEFC y el FSC. De hecho, el complejo Oceanika se convertirá en la mayor construcción en madera por volumen de toda España.

Precisamente esta innovadora construcción permitirá reducir significativamente la huella de carbono y el tiempo de ejecución de la obra, marcando un precedente en la construcción industrializada de viviendas en España.

El moderno edificio será completamente eficiente a nivel energético, con sistemas de ventilación mecánica de doble flujo para ahorrar energía, paneles solares en la cubierta, producción de agua caliente mediante aerotermia, climatización con bombas de calor de alta eficiencia y un enfoque de diseño bioclimático que optimiza la luz solar y la ventilación natural.

En cuanto a la gestión del agua, el proyecto implementará un sistema responsable, utilizando especies autóctonas de bajo consumo hídrico y equipando las instalaciones con griferías eficientes. Todo esto sin olvidar su compromiso con la electrificación completa, evitando así la emisión de gases contaminantes.

Según la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, el proyecto es un «claro ejercicio de regeneración urbana» ya que, además de reemplazar el antiguo Hotel Los Álamos, reutilizará gran parte de los residuos generados en la demolición, como primer paso de aportación a la economía circular.

«La regeneración urbana es una realidad, y lo es gracias al impulso de la iniciativa pública y privada. Porque este equipo de gobierno estaba convencido de su idoneidad desde el primer momento y los promotores no han dudado ni un momento en elegir Torremolinos y este emplazamiento para Oceanika», ha declarado la alcaldesa.

«El antiguo Hotel Los Álamos, hito de entrada a la ciudad, se había convertido con el paso de los años en un lugar abandonado, inhóspito: un edificio en ruinas. Ya sólo por eso, la renovación de este espacio ha supuesto un avance y un cambio de escenario más que necesario. En segundo lugar, por la naturaleza de esta renovación, porque no es una renovación cualquiera. De hecho, la palabra renovación se queda corta. Es, sin duda, una regeneración, una revolución en muchas dimensiones y facetas. La apuesta por la eficiencia energética, por los materiales sostenibles, por esa importancia a la madera, que va a ser uno de los elementos más definitorios del proyecto, hacen que estemos ante algo muy especial», ha proseguido Del Cid.

Con la colocación de la primera piedra, que tuvo lugar el pasado mes de septiembre, Oceanika entra oficialmente en su fase de construcción, con una previsión de finalización para el segundo semestre de 2025.

Según la alcaldesa de Torremolinos, este proyecto no solo aportará una nueva oferta de alojamiento flexible y respetuosa con el medio ambiente, sino que reforzará el desarrollo responsable y la creación de comunidades sostenibles en Málaga.