INMIGRACIÓN
De la guerra de Mali a refugiados en un hotel de la Costa del Sol
En el resort Urban Beach de cuatro estrellas en El Morche de Torrox Costa hay alojados 260 inmigrantes llegados en 'cayuco' a Canarias desde las playas de Mauritania
El Gobierno vuelve a mandar a otros 200 inmigrantes de Canarias a un hotel de Torrox

Salou Sekene tiene 33 años y dos familias a su cargo. Su padre y su madre fueron asesinados en la guerra en Mali, al igual que su hermano. Así que se ocupó de su cuñada. Ahora tiene dos esposas y cinco hijos a los que ... dar de comer. Por eso, el pasado 9 de diciembre se embarcó en un 'cayuco' desde Mauritania y llegó seis después a El Hierro. Este pasado miércoles por la mañana recaló en el hotel Urban Beach de Torrox, un resort de cuatro estrellas en la Costa del Sol reconvertido en centro de acogida. «Sólo quiero vivir en paz y trabajar para poder ayudar a mi familia», reconoce a ABC.
Mientras uno de los 260 compañeros de viaje reza en una esquina a la salida del establecimiento hotelero. Sekene, espera a que se resuelva su documentación de asilo en este complejo, donde comparte habitación con otra persona y tiene todas sus necesidades básicas cubiertas por Cruz Roja.
El hotel es un centro para responder a la emergencia migratoria que sacude Canarias con la llegada masiva de personas a sus costas. Tras la primera atención de urgencia en el puerto después el rescate y la pertinente reseña policial en El Hierro, en estos centros provisionales se pasa a la fase de acogida. Aquí tienen desde atención psicológica hasta clases de español para poder desenvolverse en lo más básico.
Los equipos dan ayuda social y hasta les enseñan como es el entorno donde van a vivir para adaptarse más rápido. «Les ayudamos hasta a contactar con las redes personales que puedan tener en España y les facilitamos que conecten con ellos», afirma José Javier Sánchez, director de migraciones en el centro de operaciones de Cruz Roja en España.

«Sólo quiero vivir en paz y trabajar para poder ayudar a mi familia»
Salou Sekene
Además, se identifican posibles vulnerabilidades, como menores que no han sido identificados como tales o personas que sufren alguna situación de riesgo. Es el caso de las mujeres con hijos o de personas que llegan enfermas y no se conocen sus patologías.
Este responsable de esta ONG, que gestiona el hotel de El Morche, explica que estas personas llegadas a España en 'cayuco' llevan un 'proyecto' migratorio en su cabeza que quieren cumplir, con sus sueños que quieren alcanzar al partir de sus hogares. Por tanto, una de las misiones de los centros, como este andaluz, es poder ayudarles a conseguir una vida digna en España.
Para ello es primordial la ayuda de quien ya está estabilizado en España. «Cuando todo está resuelto, les pagamos el billete para que se reúnan con sus conocidos. Valencia, Bilbao, dónde sea dentro de territorio nacional», abunda José Javier Sánchez a ABC.
La idea de Boucary Kanté es alejarse de la guerra, tener asilo en España y poder trabajar. «Quiero una vida mejor que la que tenía en Mali, donde poder estar tranquilo y donde cada uno vaya a sus cosas sin problemas», añade. En su caso, con 31 años, no tiene familia y decidió lanzarse al mar a la aventura, porque en su país «la vida es complicada». «No es fácil vivir allí por la guerra, por eso me embarqué en Mauritania para llegar a El Hierro», asegura este inmigrante, que fue compañero de viaje de Omar Disaby.

«No es fácil vivir allí por la guerra, por eso me embarqué en Mauritania»
Boucary Kanté
El viaje comenzó en Mali. Gran parte del grupo de inmigrantes llegados a Torrox el miércoles arrancó con una travesía de tres días en autobús por el desierto. Cruzaron a Mauritania para ir a una playa desde la que se lanzaron al mar el 9 de diciembre. Para embarcarse pagaron 300 francos franceses, que son unos 2.000 euros al cambio según sus cuentas.
Es el precio para poder jugarse la vida buscando una nueva vida. «Lo que pagas depende de la persona que te sube al bote. Es quien te ayuda a subirte al barco el que pone el precio. Es mucho dinero para nosotros. Es un precio muy alto para una familia en Mali», añade Omar Disaby de 28 años.
Una vez dentro del 'cayuco' comienza la parte más complicada. Ellos reconocen que sabe que se juegan la vida. Desamparados a merced de las mareas dependen de la fortuna para conseguir llegar Europa. «Los seis días de travesía fueron los más difíciles», explica Kanté. En el grupo hay quien reseña alguna agresión y hasta el robo de las pocas pertenencias que llevaban por el 'patrón' del navío con el que trataban de alcanzar España.

«Sin combustible ni agua ni comida pensaba que íbamos a morir»
Omar Disaby
Aun así, los malienses que iban en uno de esos 'cayucos' lo que de verdad destacan de la dura travesía bajo el sol, el frío calados por la humedad y azotados por un viento que quema por la salina salpicada del mar, es el ambiente de «solidaridad» para poder sobrevivir en esa durísimas condiciones, mientras van apilados en una embarcación. «La situación más crítica fue cuando ya no teníamos combustible ni agua ni comida. Pensaba que íbamos a morir, que no llegábamos a la costa», recuerda Disaby. «Ese fue el peor momento», añade Kanté, que iba en la misma embarcación.
A unos 15 kilómetros de la costa de El Hierro fueron localizados por Salvamento Marítimo. «Nos rescataron. Si ellos no aparecen no llegamos a la costa», apunta Disaby. Fueron conducidos al puerto y luego a un centro de acogida, una vez reseñados sus datos por Extranjería y al ver que la presión migratoria no baja, el Gobierno de España ha decidido trasladarlos a la península.
El destino fue este hotel de Torrox, donde el alcalde, Oscar Medina, señaló este miércoles que llegan a un pueblo «solidario» con Canarias, que desde este hotel del núcleo de El Morche, ayuda a gestionar la crisis que están sufriendo las islas, porque es «la peor de su historia con más de 40.000 migrantes en un año».
Y desde ese hotel, donde Cruz Roja evaluaba a cada uno de ellos para gestionar su situación en el país, todos quieren construir un futuro. «Lo primero es pedir el asilo y luego quiero quedarme a trabajar en España», concluye Disaby.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete