El Gobierno pide compartir coche en Málaga y la Diputación exige un tercer carril en la A7

Durante una jornada sobre seguridad vial organizada ayer lunes por la DGT, Navarro advirtió que las entradas a Málaga, al igual que otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona, están «al límite de su capacidad», sobre todo en horas punta, y, según un estudio del organismo, el 80% de los vehículos que circulan por estas vías lo hacen con un solo ocupante.

«Con el límite de capacidad, cualquier día vamos a quedarnos parados», subrayó director, quien hizo un llamamiento a los conductores a compartir coche para reducir el volumen de vehículos en circulación. «Meter a dos personas en cada vehículo no debería ser imposible en pleno siglo XXI», afirmó, insistiendo en que esta medida supondría «la mitad de vehículos, de consumo de combustible y de emisiones». Además, destacó que ya se están implementando iniciativas como las de la plataforma Blablacar, que ofrece servicios de coche compartido en algunas ciudades con apoyo de algunas administraciones.

La receta del organismo del Gobierno para atajar el colapso que sufren las carreteras de Málaga no ha sentado bien en la Diputación Provincial, donde la asumen como el enésimo deprecio a las necesidades de movilidad en el litoral, donde ayuntamientos, Junta de Andalucía y Diputación se han dado la mano y llevan meses presionando al Ejecutivo para que atienda una reclamación histórica de la provincia. Fundamentalmente, la ampliación de la red de Cercanías, cuyas vías solo llegan hasta Fuengirola, pero también la liberación del peaje de la AP7 o la mejora de su única alternativa, la A7.

En este sentido, el presidente provincial, Francisco Salado, ha respondido insistiendo en que compartir coche no puede ser la única solución a los problemas y ha instado al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a priorizar, precisamente, la construcción de un tercer carril en la A7, una medida que considera urgente para descongestionar una de las principales arterias de la región.

«Si el ministro de Transportes, Óscar Puente, realmente tenía dudas de lo urgente que es el tercer carril en la A-7, que escuche a su alto cargo y dé prioridad, de una vez por todas, a las necesidades de la provincia», ha reclamado.

Tampoco ha dejado pasar la oportunidad en lo referente a las conexiones ferroviarias y ha recordado que la línea C-1 de Cercanías de Málaga es «la más rentable de España», pero que «hace años que el Gobierno no invierte ni en su mantenimiento ni en su ampliación». Con solo 69 kilómetros de red, Málaga está muy por detrás de otras áreas metropolitanas como Barcelona, Madrid o incluso Valencia y Sevilla.

Salado ha exigido más agilidad en la implementación de medidas, criticando los retrasos en los procesos de planificación y no dejar pasar meses entre las reuniones políticas y técnicas. «Los problemas son acuciantes y hay que poner en marcha ya las primeras medidas», ha insistido.

Así, el debate sobre la movilidad en Málaga toma ahora un nuevo enfoque -otro más-: el del llamamiento a la responsabilidad individual a la hora de usar el coche. Un «parche» mientras se concretan verdaderas inversiones en infraestructuras para dar solución a una provincia que prevé rebasar los dos millones de habitantes en 2031 y que ve cómo sus accesos se saturan cada vez más.