Fuego cruzado en un intercambio de droga en La Palmilla de Málaga: resuelto el asesinato en un narcopiso

Ahora, agentes de la Policía Nacional han resuelto el crimen y han detenido en Málaga a seis personas por el suceso, que tuvo lugar durante un intercambio de droga en la conflictiva barriada de La Palmilla. Tres de los detenidos están imputados por un delito de homicidio y, los otros tres, por encubrimiento.

A las 20.30 horas del 1 de marzo de este año efectivos de la policía encontraron el cadáver de un hombre. El cuerpo sin vida de este varón de 39 años estaba en el rellano de una cuarta planta. Los servicios sanitarios certificaron la muerte del subsahariano. Los investigadores pudieron confirmar que el hombre había recibido un disparo en la duodécima planta del bloque. Son edificios sociales donde suelen tener lugar las operaciones contra el menudeo de drogas, ya que son usados, con frecuencia, como narcopisos.

La víctima, tras ser herido por las balas, trató de pedir ayuda. No murió al instante, sino que trató de bajar por las escaleras. No suele haber ascensores en esos bloques de pisos. De este modo, descendió ocho pisos hasta que cayó. Se desplomó en el cuarto piso de la calle de Deva de La Palmilla. La primera inspección del cuerpo que realizaron los agentes descubrió que el fallecido tenía un disparo en el pecho.

El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga para determinar las causas del fallecimiento. Hasta el inmueble donde estaba el cadáver se desplazaron los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que se hicieron cargo de las investigaciones. Además acudió también la Policía Científica, que trató de recoger vestigios para poder reconstruir lo sucedido.

Media hora antes de que encontraran el cadáver, la Policía Nacional tuvo conocimiento del ingreso en el Hospital Regional Universitario de Málaga de un varón por herida de arma de fuego. Tras entrevistarse con el herido, los agentes encontraron ciertas incongruencias en sus manifestaciones, hasta el punto de que se negó a continuar facilitando información.

Poco después descubrieron que el inmueble en el que había aparecido el cuerpo sin vida del subsahariano es precisamente donde tiene su domicilio la persona que había ingresado por herida de bala en el centro médico.

De este modo, los investigadores llegaron a la conclusión de que en la zona se había producido un único hecho delictivo, donde tras iniciarse un tiroteo dos personas resultaron alcanzadas por los proyectiles, una con resultado de muerte y la otra, herida.

Junto a las técnicas investigativas, los vestigios encontrados a partir de la realización de la inspección ocular en portal, rellano y ascensor fueron determinantes, hallándose restos de sangre tanto del fallecido como de la persona herida.

Todos los datos conducían al domicilio de la persona ingresada en el Hospital Regional. Por ello, los agentes practicaron una entrada y registro donde miembros de la Policía Científica de la Comisaría Provincial de Málaga encontraron casi una treintena de elementos balísticos entre cartuchos, vainas, proyectiles de varios calibres y una escopeta. En su interior, además, fue intervenida una pequeña cantidad de una sustancia estupefaciente, así como elementos de corte y preparación de la droga.

En el transcurso de la investigación los agentes han terminado descubriendo que, por circunstancias desconocidas, durante una transacción de droga se produjo un tiroteo entre compradores y vendedores que acabó con el fallecimiento por herida de bala de un varón. Esta persona, en un primer momento, logró huir del interior del domicilio, sin embargo, acabó desplomándose en el rellano de la vivienda. De otra parte, el dueño del inmueble recibió tres impactos por arma de fuego, siendo posteriormente localizado en el hospital.

Tras reconstruir lo sucedido, los agentes han podido constatar que en la transacción de droga estaban involucrados siete hombres y una mujer. De una parte estaba el grupo de los vendedores (tres varones y el herido, líder del grupo); de otro lado los compradores, todos con residencia fuera de Andalucía y, por último, los intermediarios de ambas partes.

Así, después de más de dos meses de investigación, la Policía Nacional ha confirmado que el crimen que ha quedado esclarecido.