Antonio Banderas regala a Málaga una «catedral» de las artes escénicas: «No conozco nada parecido»

Ambos han presentado este viernes el proyecto, ubicado en una antigua nave industrial a solo un paso de la playa de la Misericoria y que ha sido completamente transformada para dar cabida a un centro que pretende convertir a la ciudad con su oferta cultural y educativa en un «referente del mundo del entretenimiento».

La historia del edificio que alberga Sohrlin se remonta a 1945, cuando funcionaba como la sede de la empresa Tamese y posteriormente como un silo de grano. Domingo Sánchez ha destacado la labor de restauración y recuperación del espacio original y «la esencia del pasado». Desde las vigas a la bóveda catalana y, en conjunto, la arquitectura única del lugar», que para Antonio Banderas, también supone rescatar un pedacito de la herencia industrial de la Málaga de antaño. «Nosotros, la cultura, también somos industria», ha subrayado durante un recorrido con la prensa por unas instalaciones que -asegura- no ha visto en otro lugar del mundo. «Sinceramente no conozco un edificio que albergue todo lo que nosotros vamos a meter en esta caja de zapatos enorme», ha apuntado.

El actor reconoce que definir Sohrlin no es tarea fácil, ya que abarca una vasta gama de actividades y servicios. «Es un conjunto de diferentes artes escénicas bajo un mismo techo», ha explicado. Y es que el espacio pretende dar cobijo, si no a todas, a la mayoría de las disciplinas, incluyendo el teatro, la música y el circo, pero también nuevas tecnologías de inmersión, y una escuela técnica dedicada a la formación en oficios relacionados con las artes escénicas y el audiovisual.

Ambos han destacado la versatilidad del Sohrlin, cuyas enormes instalaciones -8.000 metros cuadrados- incluyen un edificio con salas para docencia, cocina, zona de descanso y una residencia con 11 habitaciones, además de una nave colosal donde se cocinará el verdadero arte y que ofrecerá diferentes configuraciones para adaptarse a los espectáculos y dar rienda suelta a la «creatividad artística».

Además, Sohrlin está preparado para ser un espacio de ensayo y producción, proporcionando un lugar donde los espectáculos pueden desarrollarse antes de ser llevados a otros escenarios. Esto, según ha detallado Domingo Sánchez, permitirá mantener una programación continua y flexible, sin tener que desmantelar producciones exitosas antes de tiempo.

El sector audiovisual es uno de los más dinámicos y en constante evolución. Por eso tanto el interprete como el empresario quieren que la escuela está diseñada para mantenerse al ritmo vertiginoso de todos estos cambios. Así, desde el primer día, los alumnos tendrán la oportunidad de sumergirse en este mundo, tocando y manipulando las mesas de trabajo y equipos más avanzados, algo que -han asegurado- no se encuentra en otras instituciones.

Banderas ha avanzado que se han establecido acuerdos estratégicos con 'partners', proveedores y marcas líderes que buscan precisamente un espacio como Sohrlin para mostrar y testar sus productos y que, además, los mejores profesionales del sector los puedan validar. Los impulsores del proyecto pretende, asimismo, aprovecharse de su experiencia y las relaciones establecidas en la industria durante años para contar con la participación de algunos de los mejores profesionales del mundo.

La oferta educativa incluirá cursos, asignaturas y masters de diversa duración y profundización. Aunque el actor ha reconocido que los cursos serán caros debido a la calidad y los recursos que se van a ofrecer, ha anunciado acuerdos de becas para garantizar que el talento no se vea limitado por la falta de recursos económicos. «Al menos el 30% o 40% de los estudiantes podrán beneficiarse de estas becas», ha asegurado, algo con lo que quieren permitir que aquellos con verdadero potencial y pasión por el sector audiovisual tengan acceso a una formación de primera calidad.

Todos ellos tendrán acceso a los espacios que el actor, con el mismo entusiasmo con el que en 2019 presentó su Teatro del Soho, ha recorrido en compañía de Sánchez. ¿Y qué incluyen? Pues en primer lugar, un auditorio con capacidad para más de 1.000 personas, diseñado para eventos culturales y exhibiciones y donde se promoverá el circo contemporáneo y el teatro.

También hay un espacio denominado 'Inmersoh' que funcionará como un laboratorio digital para producciones propias y experiencias inmersivas, destacando en el ámbito internacional; un 'Black Box' para teatro experimental que se adaptará para ensayos y representaciones no tradicionales, ofreciendo diversas formas de hacer participar al público, así como un 'Show Business Center' con areas dedicadas a la creación, investigación y producción en la industria del entretenimiento.

El proyecto ha contado con una inversión «millonaria». Ni Banderas ni Sánchez han querido entrar en detalle, más allá de la anécdota de que sólo la factura en pintura de las instalaciones ha ascendido a los 160.000 euros. Aun así, el actor ha defendido que el centro va a suponer un nuevo punto de dinamización para la ciudad, atrayendo a un «turismo cultural» que nada tiene que ver con el de borrachera y contribuyendo al crecimiento del sector artístico local.

«En el Soho ya nos ha pasado que con Company el 57% de público que venía era del extranjero. Era un público que venía un par de días, visitaba el Museo Picasso, se daba una vuelta por Malaga, cenaba aquí, iba el teatro y al día siguiente agarraba un tren, un avión y se iba a su casa. Pero venían del extranjero, ha explicado, «eso también va a dinamizar la ciudad en una dirección muy específica, de un turismo muy específico que buscando cultura, arte, otra cosa. Si la ciudad se potencia por ese terreno, creemos que podemos ayudar a esa Málaga soñada».