La estrella Michelín acalla la jarana rociera

Finalmente el Ayuntamiento ha resuelto , según las ordenanzas, que los rocieros no pueden tener un bar al ser una asociación sin ánimo de lucro. El Consistorio ha acabado con las polémicas. «La actividad que se estaba realizando era impropia y decidimos que cesara», señaló Javier Porcuna, concejal de Industria y Vía Pública de Marbella.

«No es una cosa sólo de un restaurante, sino del vecindario. La denuncia de Skina ha ido acompañada con la firma de 38 vecinos de la calle Aduar. También, otros 25 vecinos, aprovechando el paso adelante del restaurante, han hecho escritos para denunciar este problema», aseguró Cristina Falkenberg, abogada del proceso. El problema radicaba en el ruido que producía la gran afluencia de rocieros que se reunía en la casa hermandad. Un bullicio que se acentuaba por la propia estructura de la calle. Se trata de un lugar estrecho donde la reverberación del sonido llegó a superar en cuarenta decibelios lo permitido por la legislación, según los estudios encargados por Skina. Además, los informes del restaurante revelaron que había una actividad hostelera en la Hermandad sin que poseyera licencia para su desarrollo.

Para colmo, algunas quejas de los clientes de Skina levantaron el miedo a que el restaurante perdiera la estrella por culpa del ruido. Una pérdida que rebajaría el nivel gastronómico de la localidad, que se vería privada de uno de sus tres restaurantes que cuentan con esta distinción. «No es una victoria contra la Hermandad del Rocío. Lo único que queremos es convivir en paz. Que todos podamos desarrollar nuestra actividad y potenciar la marca Marbella», señaló Marcos Granda, gerente de Restaurante Skina.

«No es un capricho, sino algo de lo que va a salir beneficiado todo el mundo. No queremos precintar la Hermandad, sino que exista un respeto . Se trata de que en el centro se pueda convivir . Estoy contento porque este fin de semana ha cesado el ruido y es algo que merecemos todos los vecinos. El problema no era que estuvieran más o menos personas, sino que se les fue de madre. Representamos a Marbella y mi manera de ayudar es hacer que siga creciendo», explicó Granda. El Ayuntamiento ha mandado inspecciones y lo seguirá haciendo de forma periódica para que se cumpla la legislación municipal. Ello ha motivado que el último fin de semana de agosto hayan parado los jolgorios y las fiestas en la estrecha calle.

La Hermandad había alegado en varias ocasiones que no era un bar, sino un lugar de convivencia donde se reúnen diferentes peñas para compartir una copa y la devoción a la Virgen del Rocío. Pese a estas explicaciones, los inspectores y el Ayuntamiento han decidido fallar a favor del restaurante y de los vecinos de la zona. Por su parte, los rocieros también han denunciado a Skina por ocupación de la vía pública. Una denuncia que está siguiendo los trámites administrativos municipales, según Javier Porcuna. «Estamos tranquilos porque no hemos incumplido lo que nos ha concedido el Ayuntamiento. Pero si nos dicen que tenemos que quitar una o dos mesas de la terraza por el bien de la convivencia no tendremos problema. Estamos para ayudar a crear una marca Marbella más fuerte», aseguró el gerente del establecimiento.

Por su parte, la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo de Marbella defienden un modelo de convivencia entre los negocios y los vecinos. «Este invierno nos vamos a sentar con el Ayuntamiento para desarrollar un plan en el que puedan coexistir los vecinos y los negocios sin problemas», señaló Carola Herrero, presidenta de la Asociación de Comerciantes y vecina del casco histórico.