El concejal indigenista

Durante la celebración del último pleno municipal, Juan Porras afirmó que el descubrimiento de América no es más que un término «megalómano», que oculta tras de sí otra realidad, la de «la limpieza étnica de los españoles sobre los pueblos americanos». Se trata de una defensa de los indígenas que en cualquier caso llega demasiado tarde y que parece más bien una forma de llamar la atención que una reivindicación real.

Paradógicamente, el edil propuso como alternativa el nombre de Avenida Villa Romana, un imperio que, al igual que el español, fue el responsable de grandes conquistas por todo el mundo (y de no pocas sangrías), entre ellas la del pueblo Íbero, tal como le recordó el mismo alcalde de Mijas, Ángel Nozal.

«Uno de los problemas de Mijas es que la inmensa mayoría de las calles no tienen nombre oficial y desde el inicio de la legislatura estamos trabajando para arreglar esta cuestión», afirmó un portavoz municipal sobre un asunto que tiene más de funcional que de ideológico.

Pese a ello, la actitud de Juan Porras y de su coalición, formada por Alternativa Mijeña, Los Verdes y Equo, ha sido desde el principio de la legislatura la de oponerse frontalmente a cualquier medida que haga referencia al Estado español y a sus símbolos. Además, desaprueban que las calles del municipio lleven nombres de personas, prefiriendo los de lugares o hechos históricos.

Trayectoria

Porras, que es profesor de la Universidad Pablo Olávide de Sevilla y doctor en Antropología Social, logró por los pelos su actual acta de concejal, la única que ostenta su coalición, gracias al 5,05% de los votos obtenidos en los últimas elecciones municipales, que ganó el PP por mayoría absoluta.

Desde el inicio de la legislatura en el año 2011, el edil de Alternativa Mijeña apenas ha participado en los plenos y juntas de gobierno, salvo por varias salidas de tono poco justificadas como ésta última, propias de tendencias más extremas.

Sin embargo, Porras no fue siempre de la misma opinión, puesto que hizo el servicio militar en los Cuerpos Especiales y al igual que sus compañeros juró orgulloso la bandera española. Fue en su etapa como estudiante en la Universidad del País Vasco cuando se fue fraguando su visión actual, que parece más sacada de la película de Mel Gibson «Apocalypto» que de una reflexión profunda.

Pese a todo, Juan Porras Blanco puede expresar sin ambages y en público, por obra de su acta de concejal, estas ideas rayanas en el ridículo e incluso en el radicalismo, sin miedo a ser censurado o esquilmado como los indígenas. Cosas del descubrimiento. Y de la democracia.