La hora de la verdad para Isabel Pantoja

Pantoja ha llegado sobre las 8,40 horas a la Audiencia de Málaga, acompañada por sus abogados y ante una gran expectación mediática y de algunos fans incondicionales de la artista. También ha llegado para apoyarla en este día su hermano Agustín.

La vista oral se inició a principios de octubre y se prolongó durante cuatro meses, hasta el pasado 29 de enero. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado para la cantante tres años y medio de prisión y una multa de 3,68 millones de euros por, presuntamente, haber ‘lavado’ dinero de origen ilícito del exregidor de Marbella durante su relación sentimental. El Ministerio Público imputa los mismos cargos a Zaldívar, para quien ha reclamado idéntica pena de cárcel, aunque la posible multa en este caso asciende a 2,6 millones de euros. Muñoz puede ser el más damnificado. Se enfrenta a una posible condena de siete años y medio de prisión, ya que al delito de blanqueo suma otro de cohecho pasivo (recibir sobornos). La multa en este caso se eleva a 7,2 millones de euros.

Este procedimiento se desgajó del macrosumario por corrupción de Malaya y durante la vista oral se ha tratado de dilucidar si el exalcalde utilizó a sus exparejas para blanquear dinero de origen ilícito, algo que han negado los tres frente a la teoría de la acusación pública.

En el caso de la cantante, las irregularidades girarían en torno a tres asuntos muy concretos. Dos son operaciones inmobiliarias: la compra del chalé ‘Mi gitana’ de Marbella y la adquisición de un apartamento en el hotel Guadalpín por una sociedad de Pantoja que presuntamente carecía de fondos para afrontar la compra. La acusación sostiene que los negocios se hicieron con dinero ilícito de Muñoz. En las cuentas bancarias de la cantante y de sus empresas también se detectaron ingresos en efectivo de origen desconocido por un importe de 1,1 millones.

En el caso de Zaldívar, los investigadores detectaron un desfase patrimonial de 310.000 euros en la unidad familiar y Anticorrupción ha intentado demostrar durante el juicio que el exregidor transfirió a su exmujer unos 891.000 euros a una cuenta de Suiza, al margen de que hubiera dispuesto de otras cantidades en efectivo.